Rita Barberá, senadora y ex-alcaldesa de Valencia, ha muerto hoy a los 68 años.
A su muerte y tras cuatro décadas dedicadas a la vida política, Barberá deja causas pendientes con la justicia, un acta de senadora independiente tras ser expulsada por su propio partido y un amargo halo de revanchismo en el Congreso de los Diputados. Barberá ha sido una de las figuras populares más importantes de los últimos años. Alcaldesa de Valencia durante dos décadas, su figura, sin embargo, trascendía la política: se enmarcaba dentro de lo viral y de la excentricidad pública.
De un modo muy especial, Rita Barberá representa una era de la política española: tanto en los despachos como en las ruedas de prensa. Directa, campechana y polémica, Barberá fue una política despreocupada por las formas institucionales y por los corsés de la política tradicional. A consecuencia de esa libertad absoluta, Barberá fue una máquina de generar grandes momentos. Veamos cuáles.
1. El caloret valenciano en Fallas
Sin duda su momento más glorioso, al borde de su propio Celebrities. Henchida de gozo y algarabía durante la celebración de la Cridà de Fallas, Barberá dio un discurso para los anales de la historia política de España en el que intercaló palabras inventadas en valenciano y frases en castellano. Acuñó una nueva palabra, "caloret", absolutamente ajena al vocabulario catalán, y su estambótica actuación desde la tribuna le generó un viral eterno y el reproche de todos los partidos políticos de Valencia.
2. La "hostia" post-electoral de 2015
Tras más de dos décadas al frente del Ayuntamiento de Valencia, Rita Barberá perdió la alcaldía en 2015. Las elecciones municipales y autonómicas del año pasado expulsaron al Partido Popular de dos instituciones valencianas que había controlado durante lustros. La derrota y la notable pérdida de votos se personificó en la propia Barberá, captada por las cámaras abrazada a un compañero y diciendo "qué hostia, qué hostia".
3. La vida feliz, junto a un puñado de petardos
Barberá generó tantos amores como desprecios, pero al margen de sus escándalos y del recelo que generaba en la oposición política, supo conectar, de algún modo, con una masiva mayoría de valencianos. ¿Por qué? En gran medida, por su carácter, desenfadado, alejado de convencionalismos y rigideces institucionales. El ejemplo perfecto de ello quizá sea el vídeo en el que, en plenas Fallas, aparece feliz, como una niña, lanzando petardos por doquier. Una palabra para resumirla: "campechana".
4. "Yo no soy una rata que salta"
"Cuando algo se complica, yo no soy una rata que salta, cojo el timón, enderezo el barco, pongo la velocidad de crucero y adelante para volver a gobernar Valencia". Rita Barberá también tenía carácter. La frase anterior lo demuestra: cuando antes de las elecciones de 2015 se rumorea con una posible retirada de la política valenciana y un puesto menos expuesto en el partido, en Madrid, Barberá es contundente: "Yo no soy una rata que salta".
5. La no-siesta en un pleno del Senado
Envuelta en casos de corrupción, el Partido Popular decidió expulsarla de su grupo parlamentario en el Senado ante su imposibilidad de obligarle a dejar su acta de senadora. Barberá pasó al grupo mixto, al fondo del hemiciclo. Allí, un fotógrafo, este año, captó esta imagen de Barberá, en apariencia, dormida: la imagen se convirtió en un viral instantáneo y generó todo tipo de memes derivados. En realidad, Barberá jamás fue vista durmiendo, pero era demasiado tarde. Ya había recorrido la red.
6. A lomos de un Ferrari en Cheste
En 2009, Rita Barberá se encontraba en la cima de su carrera política. Había ganado, una vez más, la alcaldía de Valencia con más del 50% de los votos, y la ciudad, antes del estallido de centenares de casos de corrupción, se mostraba al mundo como moderna e innovadora. Uno de sus símbolos fue el circuito de Fórmula 1 de Valencia. Y una de sus imágenes más recordadas, su paseo en un Ferrari junto a Francisco Camps y Fernando Alonso en Cheste, durante una exhibición realizada por el equipo italiano.
7. La imagen de la pura felicidad
Una de las fotografías más repetidas en la red de Rita Barberá. En 2011, tanto ella como Francisco Camps ganan sus últimas elecciones en Valencia. Barberá sobreviviría la legislatura entera y se presentaría de nuevo cuatro años después, pero Camps, envuelto también en escándalos de corrupción, se vería obligado a dimitir a los pocos meses de revalidar su victoria. En primavera, sin embargo, la solidez electoral de ambos fue celebrada e inmortalizada en esta imagen: la pura felicidad.
*
Imagen | Alberto Saiz/AP Photo
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com
VER 0 Comentario