Niuniu tiene tres años, y los últimos seis meses se los ha pasado trabajando como modelo de ropa. Se ha hecho famosa esta semana, después de un video de nueve segundos que se ha compartido más de 600 millones de veces en Weibo, una popular red social China. En el vídeo se ve a su madre pateándola. Otros clips mostraban a la madre pegándola en los vestidores con una percha y otro en el que la niña se retrae ante la amenaza de tortazo de su madre. Un hombre cercano, aparentemente un trabajador del photoshoot, observa el proceso indiferente.
Linchamiento social: a causa de la conmoción de las redes sociales, alguien que se identificaba como la madre de la niña escribió en Weibo una disculpa pública en la que defendía lo mucho que quiere a su hija. Alega que fue un golpe inocente, sin intención de hacer daño, para luego asegurar que su conducta era producto del estrés por el hecho de que la niña no colaboraba para hacer las fotografías. Después preguntó, ¿acaso habéis visto moratones en mi hija? Pregunta que se contestó más tarde cuando otros internautas encontraron fotos de otras sesiones de la pequeña con heridas en las piernas.
Niuniu es una de los más de 150.000 niños dedicados al modelaje en China, un mercado en plena expansión tanto por la cantidad de empresas de retail de ropa como por las pasarelas locales, que han visto en el uso de niños algo que entretiene mucho a sus públicos. Como en tantos otros países, aunque de manera más acentuada, hay toda una industria detrás que va de las agencias de modelos infantiles a las academias de poses para campañas que enseñan a niños a partir de dos años.
¿Y cuánto dinero ganan? Según los medios locales, los novatos pueden empezar con un precio de tres euros por outfit, con sesiones que van de los 16 outfit a los 50 diarios. El estándar para los niños que han entrado en el sistema son campañas de cinco sesiones semanales y de una duración de cada sesión de 8 horas. Los padres pueden ganar el equivalente a entre 13.000 y 65.000 euros al año (el salario medio en Shangai está en 3.500 euros anuales). También fuentes anónimas del sector dicen que la violencia física y verbal de los padres hacia los hijos es habitual.
Trabajo infantil: según la legislación china, estos modelajes pueden serlo y no serlo. Para evitar problemas muchas de estas compañías pagan a los padres en metálico. Defienden que este trabajo a tan prontas edades es una buena herramienta porque les ayuda a fortalecer su autoconfianza y su carácter, que, entre los niños chinos, dicen que tiene a ser muy tímido.
Además de abandonar el jardín de infancia y perder tiempo de juego, estos niños se exponen habitualmente a golpes de calor (por la potencia de irradiación de los focos de los estudios), a abrasiones cutáneas por el maquillaje y a desarrollar una personalidad mediática cuando aún no han formado los valores morales (muchas de estas sesiones se retransmiten online, con lo que los niños acaban convirtiéndose en pequeños influencers).
No queremos más Niunius: la población china se volcó no sólo con la madre, sino con los propios empresarios de las marcas de ropa que colaboraban con ella y permitían el maltrato a la niña. Una a una, varias tiendas que habían trabajado con ella anunciaron que dejarían de colaborar con su familia. En este tiempo, más de 110 marcas de retail de Taobao han anunciado que endurecerán las condiciones de protección a los niños modelos antes de trabajar con ellos, pero todo ello quedará fuera de supervisión estatal, que aún no ha legislado sobre el tema.