Un estudio de HousingAnywhere alerta del crecimiento de la "brecha" del alquiler en Madrid
Según sus datos, la capital de España va "contracorriente" de la tendencia en Europa
En Barcelona los inquilinos manejan presupuestos de 1.500 euros de media; pero los precios son superiores
Los inquilinos de Madrid o Barcelona están dispuestos a invertir más en sus alquileres que hace un año, pero aun así sus presupuestos se mantienen sensiblemente por debajo de los precios medios que se manejan en el mercado. Sobre todo en Madrid, donde la brecha entre el gasto que están dispuesto a asumir las familias y los precios que manejan las agencias inmobiliarias se ha ensanchado. Y de forma contundente, cerca de un 40%.
El motivo es sencillo: los inquilinos han asumido que deben pagar más, pero es que en proporción los caseros han aumentado más lo que cobran.
Es la enésima demostración de las tensiones en el mercado del arrendamiento residencial, lo que ya ha sacado a los inquilinos a las calles, obligado al Gobierno a mover ficha e incluso ha logrado algo más difícil: revivir la idea de una “huelga de alquileres” como la que se organizó en el área de Barcelona hace 90 años.
Que el mercado del alquiler está tensionado en las grandes ciudades europeas, incluidas Madrid, Barcelona o Lisboa, no es ninguna novedad. De tanto en tanto surgen datos sin embargo que nos ayudan a comprender (y sobre todo dimensionar) los desafíos que afrontan los inquilinos a la hora de encontrar vivienda, algo que en España ya ha derivado en la gran manifestación del 13-O y la amenaza de una "huelga de alquileres". La propia ministra del ramo, Isabel Rodríguez, asume que hay una "emergencia social".
La "brecha" del alquiler
El último de esos datos acaba de llegar de la mano de HousingAnywhere, una plataforma dedicada a los alquileres de media duración que asegura sumar decenas de miles de propiedades e inquilinos repartidos a lo largo de Europa. En un informe centrado en la diferencia entre la intención de gasto de los inquilinos y los precios reales de mercado, la firma sostiene que esa brecha sigue siendo considerable: quienes buscan casa lo hacen con un presupuesto un 24,4% inferior a las tarifas del mercado.
Todo esto, por supuesto, hablando de medias.
Sus datos reflejan el tercer trimestre de 2024 y deben tomarse como lo que son, el estudio de una plataforma privada del sector, no del INE, Eurostat o el Banco de España (BE), pero aporta una nueva pincelada que ayuda a entender los retos del mercado.
Tanto en clave nacional como internacional. Y sobre todo por qué en ciudades como Barcelona, Palma, Málaga o Madrid hay familias que están dedicando a sus alquileres entre el 38 y 43% de todos sus ingresos —por encima del umbral recomendado—, o por qué en España el porcentaje de familias que asumen sobreesfuerzos para pagar sus casas se sitúa por encima de la media a nivel comunitario.
Para sus cálculos, HousingAnywhere ha echado mano de dos datos recogidos a través de su plataforma. Primero calcula el precio medio de los pisos anunciados. Luego, se fija en los valores que seleccionan los aspirantes a inquilino cuando realizan búsquedas aplicando el filtro de precios.
De esa forma obtiene dos "fotos": lo que reclaman los caseros y lo que a priori están dispuestos a pagar las personas que buscan una vivienda. O lo que es lo mismo, realidad del mercado VS expectativas de los inquilinos.
Esa diferencia le permite hablar de "brecha del alquiler".
Su primera lectura es positiva. A nivel europeo, HousingAnywhere percibe que los inquilinos han aumentado su intención de gasto más de lo que se encarecieron los alquileres, con lo que el desajuste se habría reducido. ¿Cuánto? La plataforma estima que la cantidad que las familias están dispuestas a invertir en sus casas ha crecido un 19,1%, mientras los precios subieron un 4,1%.
En euros contantes y sonantes, eso se traduce en que si hace un año la brecha media ascendía a 413 euros, ahora es de "solo" 305. "Sin embargo la discrepancia todavía es sustancial, ya que los inquilinos colocaron el filtro del precio un 24,4% por debajo del precio medio de mercado", advierten desde la plataforma.
Bajando al detalle
Esa es la foto general. Si bajamos al detalle, a las grandes ciudades europeas, la imagen se distorsiona. Sobre todo en el caso de Madrid, que ya había salido mal parada en otro informe anterior de HousingAnywhere centrado en el encarecimiento de los arrendamientos.
Ahora la principal conclusión de la plataforma es que, mientras en Europa se achicaba la brecha de alquileres, en la capital española esa distancia ha seguido la tendencia opuesta y se ha ensanchado. "Madrid sigue a contracorriente", resume.
Las cifras ayudan de nuevo a entenderlo mejor. Según HoysingAnywhere, que asegura basarse en sus propios datos, la brecha entre los precios que se maneja en el mercado madrileño y los presupuestos de los inquilinos ha crecido de forma notable.
"Hace un año la discrepancia era de 170 euros, ahora alcanza los 238, lo que supone un aumento de la brecha del 40%", aclara la firma. Para su regional manager en España, Carlos Amigo, la clave de esa evolución, en sentido inverso a la registrada en el conjunto de Europa, se explica por la deriva del mercado local.
"La situación en Madrid es distinta al resto de Europa principalmente porque el precio del alquiler en Madrid ha sufrido más que en otras ciudades", aclara el directivo. Sus gráficos muestran que la expectativa de los inquilinos en la capital está en 1.365 euros, que con los datos de Idealista en la mano sería lo que se cobra por un piso de algo menos de 80 m2. La realidad es que los precios que dicta el mercado son bastante superiores: la plataforma sitúa su media en 1.603.
"De media, en Europa, el alquiler de un apartamento a través de nuestra plataforma ha subido un 4,1%, pero en Madrid el precio ha subido hasta un 17%. Por este motivo, a pesar de que los inquilinos en Madrid también hicieron un esfuerzo al subir su filtro de precio un 13,8%, eso no ha sido suficiente para cerrar la brecha".
En otras ciudades españolas, como Barcelona o Valencia, la tendencia ha ido más pareja a la anotada a nivel europeo. HousingAnywhere estima que en la Ciudad Condal los inquilinos han estirado su presupuesto unos 200 euros, con lo que la brecha se ha reducido a 100. En Valencia esa diferencia entre el mercado y la intención de gasto de quienes buscan vivienda también se ha achicado de forma sensible: se ha reducido de 426 a 350 euros.
Como reflejan las tablas de la compañía, en ambos casos los "precios esperados" por los inquilinos se mantienen por debajo de los del alquiler real. En Barcelona los primeros manejan 1.500 euros, mientras la media del alquiler en su plataforma es de 1.600. En Valencia los valores se sitúan en 1.100 y 1.450, respectivamente.
Esos desajustes se quedan lejos en cualquier caso de los que se manejan en otras grandes capitales, como Ámsterdam, donde alcanza los 490 euros, o Roma, que encabeza el ranking de HousingAnywhere, con una brecha de 1.000 euros.
Imágenes | Daniel Álvasd (Unsplash) y HousingAnywhere
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