Tras las manifestaciones en Ferraz, un movimiento juvenil se abre camino en la sombra de la ultraderecha: Revuelta

La tensión se había ido cociendo durante la tarde de ayer entre la primera línea de una manifestación de cientos de personas convocada ante la sede central del PSOE en Ferraz (Madrid). El objetivo era protestar contra la amnistía y los acuerdos del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, con partidos independentistas con tal de lograr la investidura. La jornada de protestas escaló por la noche hasta que tuvo que intervenir la policía, que disolvió la manifestación cargando contra los manifestantes. Carreras de aquí para allá, gritos contra los agentes: el ambiente estaba caldeado. Y ha dejado memes para la posteridad.

Entre los asistentes, se encontraba el partido de Vox, con la participación de su líder, Santiago Abascal. Pero también sorprendió la cantidad de caras jóvenes que asistieron a la concentración. Los que más notoriedad tuvieron, sobre todo por organización, fue un colectivo que acudió a la manifestación por una campaña en redes sociales. Portaban una bandera de color borgoña y en ella se leía 'Revuelta'.

¿Qué es revuelta? A finales de Septiembre, en la plataforma X (antes Twitter) una cuenta publicó un enigmático mensaje: "Estad atentos. Muy pronto tendréis novedades #Revuelta". A los pocos días fletó autobuses para acudir a la manifestación contra la amnistía del 8 de octubre en Barcelona y sacó a la venta sus propias camisetas. Los cinco "me gusta" que tuvieron en su primer mensaje pronto se convertirían en un ejército de seguidores bien organizado que ha secundado las protestas en gran parte de España durante este fin de semana, entre ellas la de Ferraz. "Un 15-M de derechas", como han denominado algunos.

El grupo se califica como "un movimiento juvenil que busca alimentar el espíritu revolucionario de la juventud patriótica". Y dejan claro que no dependen ni están afiliados a ningún partido político. "Desde Revuelta apoyamos todas aquellas iniciativas de protesta contra todo lo injusto”. Pero tiene truco. En sus redes sociales participan algunas caras conocidas de Vox, como el concejal de Sentmenat (Barcelona) Santi Acosta o el de Salou, Paul Daniel Axinte, además del responsable de marketing digital del partido, Pablo González Gasca.

¿Quién hay detrás? En la política de privacidad de la web de Revuelta se puede leer claramente que los datos y la propiedad intelectual están gestionados por Plataforma 711. ¿Qué es? Antes era una tienda online de gorras "de un grupo de veinteañeros para promover el patriotismo". Ahora se trata de una formación estudiantil que también guarda cierta relación con Vox y fue conocida porque se le impidió realizar una presentación en la Universidad Complutense de Madrid con el lema "por la reconquista cultural". El acto lo patrocinaba Javier Ortega Smith y Vox recurrió la decisión de la institución con un recurso administrativo.

Su líder, Jesús de Blas, explicaba en una entrevista en La Gaceta de la Iberosfera que mantuvieron conversaciones con el PP, "pero no llegaron a más y de momento el único partido que ha apostado por dar voz a este proyecto ha sido Vox". Aunque no están cerrados a que les apoyen desde otros partidos. Los hashtags y las consignas que usan unos y otros en sus redes son muy similares: "Movilización permanente, constante y creciente".

¿Qué defienden? Según se puede leer en su manifiesto fundacional, rechazan "el wokismo y el globalismo, con su individualismo, sus imposiciones progresistas y sus omnipresentes fuerzas del mercado, y el marxismo". Aunque, otra vez, no mencionan ninguna formación política. También critican a la Unión Europea por "antieuropea" y por "promover la inmigración masiva y descontrolada a nuestro continente, lo que conducirá a una Europa en la que los europeos perderán el control de sus propias naciones".

Incluso hablan de temas urbanísticos: "En la actualidad, nos enfrentamos a una suerte de dictadura de la fealdad que se refleja en la forma en que se configuran nuestras ciudades y espacios urbanos". O religiosos, patrocinando ciertos valores cristianos y "de la reconquista". De hecho, se llama 711 por "ese fatídico año en el que se produce la invasión de la Península Ibérica por parte del islam".

¿Cómo se financian? Tal y como se puede ver en su página web, se venden camisetas por 20 euros y aceptan donativos. Y, aunque no se sabe si reciben algún tipo de financiación de partidos políticos importantes, eldiario.es señala en este artículo que en su gran evento anual Viva22, Vox recogió datos de simpatizantes y afiliados y advirtió que podría cederlos a algunas organización como Denaes (Defensa de la Nación Española) o Plataforma 711, es decir, que promovió el trasvase entre su electorado y el movimiento juvenil.

¿Qué gana y pierde Vox con todo esto? Dejar en manos de una asociación juvenil la convocatoria de estas manifestaciones permite a Vox no mancharse las manos en lo que se refiere a posibles consecuencias jurídicas y administrativas de las protestas. Unas que le afectarían de lleno por la Ley Reguladora del Derecho de Reunión, que exige a los convocantes comunicar su celebración 10 días antes. Por otro lado, con una gran actividad en redes sociales, es una herramienta para atraer a los más jóvenes.

Sin embargo, tal y como se podía escuchar el otro día en la manifestación a través de algunos cánticos, la asociación apoya ciertos valores que son contrarios al ideario de Vox, como las críticas contra el Rey ("Felipe, masón, defiende tu nación" o "Felpudo"), algunos lemas propios de la extrema derecha austriaca y alemana, como "reinmigración" o el uso de símbolos fascistas.

Imagen: Revuelta

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