Que iconos como Bad Bunny se pinten las uñas o que Brooklyn Beckham se delinee los ojos junto a su novia, ayuda y mucho a derribar los prejuicios existentes en torno a qué estéticas están disponibles o no para los hombres heterosexuales. Gracias al discurso presente en redes sociales, la Gen-Z asume el maquillaje como una forma de expresión personal más y no como una estética delimitada por el género.
Tendencia. El maquillaje ha pasado de ser una herramienta que servía para ocultar los defectos estéticos de las mujeres a convertirse en una de forma de expresión personal que no entiende de géneros. Parejas americanas como Chloe Moretz y Brooklyn Beckham o Maisie Williamsy su novio Reuben Selby ejemplifican muy bien un movimiento que se está fraguando en redes sociales y del cual ellos son cabeza visible. Los primeros compartieron el mismo maquillaje de ojos para la fiesta de cumpleaños de ella y los segundos acudieron a la semana de la moda en París con la misma sombra de ojos.
A la moda de vestirse de forma similar, ahora, se suma la idea de coordinar el color de pelo y el maquillaje entre los miembros de la pareja. Una actitud performática que nace en el marco de las redes sociales y que bebe más directamente de los máximos referentes de esta tendencia: la pareja del K-pop HyunA and E’Dawn.
¿De dónde viene? El mero hecho de que las parejas heterosexuales compartan maquillaje es representativo de cómo algunos hombres están incorporando a su estética rasgos asociados al colectivo femenino y LGTBIQ+. Por ejemplo, que Bad Bunny aparezca en uno de sus videoclips vestido con un albornoz mientras se pinta las uñas, pone en jaque buena parte de los conceptos tradicionales asociados a la masculinidad. Otros nombres como el ex One Direction, Harry Styles, también se suman a esta práctica que en los 90 era propia de Jhonny Deep y un par de décadas antes también definió a David Bowie.
Lejos de tratarse de una moda residual entre celebrities, la moda de pintarse las uñas está calando en el entorno más cotidiano; basta echar un vistazo a búsquedas como #mennails en Instagram para confirmar que no se trata de un hecho aislado. De tal forma que, una vez rota la barrera de la manicura masculina, es mucho más fácil que penetren otras estéticas como el maquillaje.
Redes sociales. Los beauty vlogers presentes primero en YouTube y después en Instagram son responsables de que el maquillaje haya adquirido la dimensión que tiene actualmente. En el ámbito masculino, líderes de opinión como James Charles o Lewys Ball han marcado un antes y un después en este aspecto. No solo rompieron una lanza a favor del maquillaje sin género dando fuerza a campañas como #makeupisgenderless, sino que además lograron poner sus propuestas en el centro de las nuevas corrientes de belleza. Gracias a este discurso, el maquillaje poco a poco se fue convirtiendo en un complemento estético más con el que expresarse y no en algo ligado específicamente a corregir defectos de un género concreto.
Las marcas. Si los creadores de contenido fueron quienes iniciaron este movimiento, las marcas han sido cómplices a la hora de amplificarlo. Por un lado, porque el envío de productos a hombres como Charles o Lewis ha ayudado a fortalecer su crecimiento y, por el otro, porque han ido un paso más allá adaptando sus líneas cosméticas hacia un esquema sin género o que ofrece productos para ambos. Por ejemplo, el líder de moda online Asos ha ampliado la oferta de sus productos para que estén disponibles tanto para hombres como para mujeres. Del mismo modo, con el mismo objetivo de abrir el mercado tanto a hombres como a mujeres, la firma de maquillaje CoverGirl contó en 2016 con James Charles como imagen de una de sus campañas.
Más influencias. Un rasgo común que tienen las influencias mencionadas anteriormente es que casi todas pertenecen a la Gen-Z o forman parte de las últimas remesas de millennials. Sin ir más lejos, Brooklyn Beckham o Maisie Williams nacieron en el 99 y el 97 respectivamente y eso es algo que influye en que ellos sean abanderados de estas nuevas estéticas. Se trata de una corriente muy asociada a la forma de expresarse de la que hace gala la generación Z en redes sociales. A pesar de que dentro de la misma hay un amplio abanico de estéticas, varias de ellas como la de los EBois y EGirls introducen el maquillaje como un rasgo característico más dentro de su performance.
Imagen: Bad Bunny/YouTube
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com
VER 0 Comentario