Las tarifas de la luz en España son, desde hace tiempo, bastante complicadas. Costes fijos, costes variables, costes regulados, alquileres e impuestos hacen que entender lo que estamos pagando sea una tarea titánica. Y si no se entiende es complicado elegir la mejor tarifa para ahorrar al final de cada mes. Lo que sí es cierto es que se puede hacer un cambio en la tarifa, independientemente de la que tengamos, que nos va a permitir ahorrar dinero sí o sí.
Elegir discriminación horaria.
La opción B. Normalmente en un contrato eléctrico tenemos una tarifa por consumo, que puede ser a un precio fijo (lo normal si tenemos un contrato del mercado libre) o qué va cambiando según la oferta y la demanda (lo normal si tenemos un contrato regulado con tarifa PVPC). Pero existe una alternativa, y es tener discriminación horaria. Si lo elegimos habrá dos tarifas distintas, una para las horas de mayor demanda (que será más cara) y otra para las horas de menor demanda (que será más barata).
La hora valle (la tarifa barata) de la discriminación horaria es de 22h a 12h en invierno y de 23h a 13h en verano. Es decir, será más barato usar la electricidad por la noche, que es cuando menor demanda eléctrica hay. No parece tener mucho sentido pagar más cara la electricidad cuando más la usamos y más barata cuando dormimos, ¿verdad? Sin embargo la clave está en los precios de cada tramo.
Algo más caro, mucho más barato. La hora punta de un contrato con discriminación horaria tiene un precio un poco más alto que cuando no tenemos discriminación horaria, y en cambio la hora valle es mucho más barata (casi la mitad). Esto hace que salga a cuenta, ya que por la noche también consumimos electricidad (la nevera, todos los electrodomésticos en stand-by, el consumo fantasma) y también es cierto que la hora valle llega al medio día, donde hay consumo eléctrico.
En el siguiente gráfico se puede observar el precio de la tarifa regulada (PVPC) de febrero. Como se puede apreciar, durante la noche, cuando se inicia la discriminación horaria, el precio baja hasta la mitad. Pero durante la hora punta sólo sube un poco por encima de la tarifa por defecto. De ahí que la discriminación salga a cuenta. Estaremos pagando sólo un poco más durante las horas más caras, pero muchísimo menos durante las horas más baratas (lo puedes comprar tú mismo aquí).
Más ahorro, más fácil. Con la tarifa PVPC, la regulada, es muy fácil calcular el ahorro ya que por ley las compañías están obligadas a informar de lo que se hubiera pagado con discriminación horaria. Solo hay que coger una factura y leer la letra pequeña. En este caso, por ejemplo, con una tarifa normal la factura sale a 35,71€; el mismo consumo con una discriminada se hubiera quedado a 29,54€. Unos 6€ de ahorro al mes, nada menos, más de 70€ al cabo del año.
Estabilidad, pero. Si en el mercado libre no hay esa opción, y lo más recomendable es siempre pasarse a la tarifa regulada, PVPC, pues es una tarifa muy ajustada y difícilmente de superar en el mercado libre (salvo ofertas temporales). Prometen tarifas fijas y sin sobresaltos, metiendo miedo de la PVPC debido a su cambio según las horas, pero lo cierto es que a la larga salen más caras. Aún así en el mercado libre también se ofrecen tarifas con discriminación con distintos precios por franjas horarias (como por ejemplo fin de semana) que pueden ser interesantes.
Sin coste. El cambio de tarifa tiene un coste asociado, que normalmente ronda los 20 euros. Este coste está regulado así que no puede haber sustos. Lo cierto es que cualquiera que tenga una PVPC puede ver cómo el precio de las facturas con discriminación horaria es menor. Si además tomamos algunos hábitos como poner las lavadoras y lavavajillas en la hora valle, el ahorro se puede incrementar sensiblemente.
Imagen: Pixabay
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com
VER 0 Comentario