Multar a quien tire las sobras tiene sentido: la comida desechada alimentaría a 2.000 millones de personas

Hace unos días, el Consejo de Ministros aprobaba un proyecto de ley que obliga a todos los agentes de la cadena alimentaria (desde restaurantes a supermercados) a evitar el despilfarro de alimentos. ¿Qué significa? Que los sitios de comida no podrán tirar los productos a la ligera. Tendrán que facilitar que sus clientes se lleven las sobras a casa o las donen a organizaciones que trabajan con personas en riesgo de exclusión.

El hambre sigue siendo un problema global. Y los datos muestran que hasta 2.000 millones de personas podrían alimentarse de todo lo que se tira.

La nueva ley. Con la nueva norma llamada Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario el Gobierno quiere atajar el despilfarro. Contempla medidas como incentivar la venta de productos que estén a punto de caducar bajándoles el precio, entre otras. Cuando las donaciones a bancos de alimentos no sean posibles, se intentará transformarlas en conservas o procesados como zumos, mermeladas o salsas.

Los establecimientos tendrán que tomarse esto en serio ya que se impondrán multas que van desde los 2.000 a los 60.000 euros para quienes no la cumplan. Para las infracciones graves se estipulan cifras que alcanzan los 150.000 euros.

¿Cuánta comida desperdiciamos cada año? Mucha. Demasiada. A nivel mundial, cada año se desperdicia el 17% de la producción total de alimentos en el mundo (unas 1.300 millones de toneladas), que equivale a más de un billón de euros, según el informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Por eso, la ONU decidió hace poco lanzar un objetivo mundial: reducir a la mitad el desperdicio mundial de alimentos per cápita para 2030. Estamos lejos de conseguiro.

Agentes que generan desperdicios de alimentos | Agencia Europea de Medioambiente.

¿Quién despilfarra más? Según datos de la UE, se calcula que un 40% del desperdicio se concentra en la industria de transformación y fabricación de alimentos, otro 40% en el consumidor (un 61% según un informe de la ONU), un 15% en la restauración y el 5% en la distribución de alimentos. A la cabeza, los países ricos de América del Norte, Europa y Asia: desperdician colectivamente 222 millones de toneladas de alimentos cada año.

Una cifra brutal si tenemos en cuenta que todos los países del África subsahariana producen 230 millones de toneladas de alimentos cada año.

Podría alimentar a millones de personas. L ONU estima que el mundo genera suficiente desperdicio para alimentar hasta 2.000 millones de personas cada año. Hay que tener en cuenta que más de 815 millones de personas no tienen acceso a comida para llevar una vida sana y casi el 25% de las personas en los países en desarrollo están desnutridas, según el Programa Mundial de Alimentos. Y no sólo es la comida que se tira a la basura, si no todos los recursos que se emplean para producirla. Por ejemplo, toda el agua y tierra de cultivo que se usa para ello.

Imagen: Gruffydd Thomas (Flickr)

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