“Ningún animal ha sido lastimado durante el rodaje de esta película”. Este clásico rótulo que aparece en los créditos de todas las películas de las últimas décadas en las que participan animales no debería salir en A Dog’s Purpose, una producción de Universal que se estrenará este año.
El vídeo del maltrato del perro protagonista en el rodaje de 'A Dog's Purpose'. A pesar de la concienciación actual, esto sigue pasando. pic.twitter.com/6n3wFS1Top
— magnet (@magnet_es) January 19, 2017
Como ha descubierto TMZ en un video difundido ahora por los grandes medios estadounidenses, Hércules ha sido forzado a la realización de algunas escenas. El canino protagonista de la película lucha en las imágenes desesperadamente por no caer en un lago revuelto. Los adiestradores le empujan a que se despeñe por la pila de agua, y los que están detrás de las cámaras ríen con la situación. Entonces el perro desaparece debajo del agua. ¿Se estará ahogando? “Corten”, dice una voz antes de que el video termine.
El estrés que sufrió el perro en esta escena ha sido suficientes para que PETA llame al boicot a la película. Todavía no se ha estrenado, pero las más de 1.000 votaciones que lleva en IMDB le han garantizado un 1 sobre 10, la nota más baja posible. Los responsables del proyecto, entre otros el director Lasse Hallstrom ya han condenado las imágenes, y el actor que pone voz al perro ha dicho que se desvincula de la película.
I did not witness these actions.
— lasse hallstrom (@HallstromLasse) January 19, 2017
We were all committed to providing a loving and safe environment for all the animals in the film.
I have been promised that a thorough investigation into this situation is underway and that any wrongdoing will be reported and punished.
— lasse hallstrom (@HallstromLasse) January 19, 2017
“No estuve presente en la filmación de estas escenas. Todos en el rodaje nos comprometimos a crear un ambiente seguro y cómodo para todos los animales de la película”, ha tuiteado Hallstrom. A Dog’s Purpose va de un can que nunca muere y se va reencarnando en otros perros; su alma viaja a través de animales que ayudan a diferentes personas, hasta que, pasado un tiempo, su vida cobra sentido al volver a encontrarse con su primer dueño. Parecía una película perfecta “perfecta para amantes de los perros”, pero se ha convertido en el objetivo de las iras de los mismos.
American Humane Association: la asociación nada “humana” con los animales
Pero, entonces, ¿cómo pudo pasar los controles de garantía de maltrato animal en los rodajes? Bajo qué condiciones se coloca precisamente ese crédito de ser una película en la que “ningún animal ha sido maltratado”?
Tal y como establece una cláusula del fortísimo Sindicato de Actores de Hollywood, los rodajes de escenas con animales de las grandes producciones estadounidenses deben supervisarse por la entidad American Humane Association, o AHA. Son ellos los que colocan la insignia de garantía de cero daños en las películas del país. También es una entidad que se financia directamente de la misma industria que dice supervisar, y algunos críticos han señalado su historia de escándalos relacionados con muertes y maltratos de diversos animales.
Ya en los años 80, cuando esta organización empezó a trabajar, se la acusó de mirar para otro lado en el rodaje de Proyecto X, película en la que se golpeó a los chimpancés y se detectaron picanas (palos que sirven para darle una descarga eléctrica a los animales) en el set.
Hay más situaciones en las que se les ha pillado con un comportamiento cuestionable. En una pequeña serie de televisión de CBS llamada Dr. Quinn, Medicine Woman, el productor del programa tuvo que despedir al entrenador del programa abrumado por la cantidad de maltrato que había visto que se infligía sobre los caballos. Pese a ello, la asociación no encontró ninguna base para investigar el maltrato animal, y mantuvo el certificado de calidad.
También se usaron collares de descargas y armas de fogueo para entrenar a los caballos de Corriendo Libre, una producción de Sony Pictures de 1999 sobre caballos salvajes filmada en Namibia. AHA le dio las mejores calificaciones, pero no se hizo eco de las polémicas técnicas de entrenamiento que se llevaron a cabo durante el rodaje.
Pasaba en 1980 y sigue pasando en el presente
Como descubrió en un reportaje de The Hollywood Reporter, los miembros de la asociación estaban al tanto del maltrato que sufrió King, el tigre de bengala de La Vida de Pi, durante el rodaje de la película de Ang Lee, sin que por ello el estudio que llevaba la película fuese sancionado o perjudicado. Es especialmente llamativo que se arriesgasen a que King se ahogase en el agua (cosa que casi ocurre) en ciertas escenas de una película que no tiene miedo de usar imágenes digitales para buena parte de su metraje.
El caso anterior al de A Dog’s Purpose más escandaloso es el de El Hobbit: Un viaje inesperado. 27 animales perdieron la vida en la filmación de la película de Peter Jackson, incluyendo ovejas y cabras que murieron de deshidratación, agotamiento e incluso ahogamiento en tanques de agua. El responsable de AHA en el rodaje le otorgó la insignia de autenticidad como película amiga de los animales a pesar de que uno de los responsables de la producción les dijeron que los animales había muerto.
Primero, el de AHA les comentó que sin cadáveres sería difícil investigar lo ocurrido. Después, cuando los de El Hobbit le dijeron el lugar exacto donde habían incinerado y enterrado los cadáveres de los animales, AHA respondió que, al haber ocurrido durante un hiato en la filmación, su asociación no tenía jurisdicción en ese plano. El rótulo al final de la película se mantuvo.
El caso de maltrato de A Dog’s Purpose, como vemos, no es el más cruento de los que se han citado hasta ahora. A fin de cuentas, el can que hace de Hercules parece estar bien. Pero si ni siquiera en las películas de los directores que alegan ser amantes de los animales estos están libros de recibir un trato indigno sólo por el placer de ver ciertas escenas en pantalla, casi podemos afirmar que ningún rodaje está libre de sospecha.