Aunque a priori pueda parecer una contradicción hablar de malnutrición y sobrepeso infantil, ambos problemas son la causa y el efecto del mismo mal endémico: una alimentación baja en nutrientes. Así, al igual que en las economías desarrolladas cada vez más familias pobres tiran de productos ultraprocesados, en países como Nepal también comienza a penetrar la tendencia.
En total, 40 millones de niños menores de cinco años padecen sobrepeso.
Malnutrición. Esta es la razón principal por la que, según el último informe elaborado por Unicef sobre el estado mundial de la infancia, 1 de cada 3 niños no está creciendo en las condiciones adecuadas. La malnutrición puede presentarse a través de tres vertientes: la desnutrición, el hambre oculta o el sobrepeso, las cuales desde el año 2000 hasta el 2016 han aumentado entre los niños, los adolescentes y las mujeres embarazadas.
20% más. Los datos reflejan que el sobrepeso infantil se ha multiplicado por doce desde los '70. En los últimos quince años el aumento ha sido aún más considerable, de un 10% a un 20% a nivel global. Esto se debe a que las familias pobres han comenzado a dejar de lado la alimentación tradicional, siendo más dependientes de los alimentos procesados, ricos en grasas saturadas y azúcar y bajos en nutrientes esenciales y fibra.
Más datos. No solo los países desarrollados se enfrentan a los problemas de la dieta ultraprocesada en los niños. Aunque Estados Unidos continúa a la cabeza con un 41% de niños con sobrepeso y España sigue en la décima posición con un 33%, en países como Nepal los niños menores de dos años ya están obteniendo un 25% de su consumo energético de fuentes ultraprocesadas como las galletas, los refrescos o los fideos instantáneos.
El 50% de los niños del sur de Asia están desnutridos o tienen sobrepeso. Igualmente, la tasa de desnutrición en África oriental y meridional es del 42%, mientras que en África occidental y central cae hasta un 39%.
Consecuencias. Las patologías derivadas varían de un caso a otro. Los niños con desnutrición tienen un riesgo de muerte más elevado y presentan retrasos en el crecimiento y en el desarrollo físico y cognitivo. Aquellos que padecen hambre oculta o carencia de micronutrientes presentan problemas a nivel inmunitario, un desarrollo ineficiente y mayor riesgo de muerte en la edad adulta.
Por último, los niños con sobrepeso multiplican las posibilidades de padecer diabetes tipo 2, problemas cardiovasculares e infecciones.
Soluciones. Unicef plantea una mejora de la alimentación, promocionando productos de proximidad y dejando de lado los ultraprocesados que dominan la industria. En la práctica no es tan sencillo, aunque hay algunos casos de éxito. Un ejemplo es Québec, donde la limitación de la publicidad de productos con azúcares procesados y refinados condujo a un descenso en su consumo. Mejorando la salud infantil.
Imagen: Danielle MacInnes
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