Llega el veranito. Llega el balón de Nivea, los reportajes de playa en las revistas femeninas y los interesados en sacar beneficios de los incautos. La versión online de la revista Telva ha protagonizado un altercado estos días en Twitter, donde multitud de usuarios han salido a criticar uno de sus últimos artículos, titulado “Esta es la razón por la que tienes que tomar el sol sin protección”.
Estimados/as redactores/as de @telva :
— Dra. Lucía Galán (Lucía mi pediatra) (@luciapediatra) April 28, 2019
La única razón para “tomar el sol SIN protección” es quere jugar a la ruleta rusa donde la bala es un cáncer de piel. @SaludsinBulos #SaludSinBulos
https://t.co/n1i1qrOlYw vía @telva
“Tú también eres de las que creía que hay que ponerse protección hasta en los días nublados? Un experto te quita la razón con la siguiente explicación”. Así empieza el artículo publicado hace dos semanas y editado de arriba a abajo en los últimos días ante las críticas recibidas. A los indignados no les falta razón.
La versión que Telva había publicado era una irresponsabilidad periodística y médica, la defensa de un mensaje que estábamos erradicando de la cultura popular y que todavía se resiste a ir: la exposición al sol sin protección es la principal causa de cáncer de piel y envejecimiento prematuro.
Nunca toméis el sol sin protección. Nunca.
— Deborah García Bello (@deborahciencia) April 30, 2019
Sobre el reportaje que dice lo contrario, leed este hilo de @Plaza_Bickle y entenderéis por qué se publican barbaridades. https://t.co/FwsafoSz79
“Nunca toméis el sol sin protección. Nunca”, denunciaba Deborah García Bello, licenciada en Química y conocida divulgadora científica. El periodista especializado en medicina José A. Plaza denunciaba la fuente del artículo de la revista, Domingo Pérez León, el director médico del Instituto Biológico de la Salud, un centro en la Castellana de Madrid que dice realizar “medicina integrativa” y que, según el periodista, vende discursos de pseudociencias para aplicar pseudoterapias a sus pacientes.
Durante años hemos vivido en la hegemonía de la piel tostada. El bronceado, cuanto más intenso mejor, era sinónimo de salud y prestigio. A la norma estética le llegó la médica, y empezaron a extenderse la creencia de que un poco de bronceado era saludable, de que, tal vez, servía como defensa de los rayos ultravioleta. Al mito le llegaron otros, como que la gente morena no podía contraer cáncer de piel o que, si el día está nublado y no notas el calor del sol, no te están impactando sus rayos.
La realidad es que la agresividad del sol depende, por un lado, de la radiación ultravioleta (que varía en función de la climatología) y de las condiciones del sujeto (hay grupos más vulnerables, como los niños o la gente de piel clara), pero casi toda exposición ya es potencialmente dañina. Tal vez estar cinco o seis minutos al sol, como indica la nueva versión del artículo de la polémica, no provoque daños, pero la recomendación de “destapar tus brazos” y ponernos morenos “con razón y con sentido” que decían inicialmente de la mano de los comentarios del doctor León era un error.
Según los últimos datos manejados por la Sociedad Española de Oncología Médica, hay en España 4.000 casos anuales de cáncer de melanoma que provocan el fallecimiento de casi 1.000 personas. De estos últimos, los más agresivos, el 80% de ellos estaban relacionados con la exposición directa al sol. España, por su buen tiempo, es uno de los países más afectados por este tipo de cánceres. Dermatólogos como Javier Gutiérrez Valls, de tuMédico.es, recuerdan que, aunque la población es consciente del riesgo, por lo general no tomamos las suficientes protecciones. Según Valls, el 99% de los casos de cáncer de piel se podrían haber evitado con prevención, y cada vez se presentan “en gente más joven”.
Pese a todo lo anterior, sí que se puede tomar el sol. Si sigues los consejos adecuados.