Un adorable osito. Un singular lobito peludo. Un precioso koalita. No-va-len-na-da. Oídnos bien: no valen nada. La suya es una batalla perdida: jamás podrán ser comparados a la terrorífica belleza y abrazabilidad de algunos de los peluches más monstruosos del mundo. ¿Quién quiere un simpático e inofensivo animal cuando puede tener sobre sus sábanas al mismísimo Cthulhu? ¿Qué puede resumir más y mejor al fracaso eterno del ser humano que un peluche de Hitler? Nada.
Tras una exhaustiva búsqueda por los confines de la red, nos hemos topado con peluches tan imprevisibles e insostenibles que nos ha alegrado el día. Y ni que decir tiene que ya hemos comprado todos y cada uno de ellos. Una semana más debemos agradecer a Internet por hacernos felices.
Ponga un Cthulhu en su cama
Es el sueño oculto de todo niño aunque siquiera haya leído a H.P. Lovecraft. Un monstruo alado, verde y con decenas de tentáculos como barba. Existe en varios modelos. Lo tenemos en su formato más simple y en este otro, cuyo diseño y aspecto es de mayor calidad. En caso de que tuviérais alguna duda, también se puede conseguir en formato punto. Es nuestro favorito, aunque no se trate exactamente de un peluche. Y si creíais que aquí se terminaba la historia, estábais equivocados.
Pasad por esta otra web. Es el paraíso del peluche Ctuhulhu. Lo podemos encontrar disfrazado de casi cualquier cosa. De agente secreto. De Papá Noel. De dominguero playero. De ninja. De superhéroe. O incluso de colores: en rojo o en azul. Nos los quedamos todos.
Adolf Hitler también es de peluche
Era inevitable que Adolf Hitler, tras haber protagonizado toda clase de deformaciones de su figura icónica en manos de la cultura contemporánea de masas, terminara resumido a un peluche. Desconocemos si se tratan de ejercicios apologéticos del nazismo o de uno de tantos chistes generados a su costa, pero son indudablemente maravillosos. Al igual que en el caso de Cthulhu, tenemos varios: el Hitler Hello Kitty, el Hitler de punto o el Hitler a lo Hora de Aventuras.
El Lado Oscuro más abrazable
Por supuesto que hay decenas de peluches inspirados en Darth Vader. ¿Representa el mal absoluto, encarnado en la figura de un hombre deseoso de dominar la galaxia al completo y capaz de construir un arma de destrucción masiva llamada la Estrella de la Muerte? Lo representa, pero también la bondad del padre capaz de sentir compasión por su hijo tras un arrepentimiento pleno. Es, por tanto, ideal para convertirse en un icono y para que tu hijo lo tenga sobre su cama. Y mola mucho.
Hay más peluches derivados de Star Wars. Obviamente, Chewbacca es uno de ellos, pero eso no tiene mérito alguno: él es en esencia un gigantesco oso de peluche. Tenemos también a Darth Maul, el tipo de cabeza roja y negra con una doble espada láser que suponía la antítesis de Obi Wan Kenobi en la infame La Amenaza Fantasma. El bicho mola, aunque la película sea un espanto. Cómpralo a expensas de que tu hijo/a en el futuro pueda desarrollar lazos afectivos con ese bodrio.
Los ositos rosas sedientos de sangre
Tendencia que disfrutó de su punto álgido hace unos años. Como casi todo lo relacionado con pervertir elementos adorables e inofensivos de nuestra vida cotidiana, tiene sus orígenes en Japón. Ningún otro país tiene la misma habilidad para causarnos pavor y admiración al mismo tiempo. Los gloomy bear consisten en osos de peluche normales y corrientes, de color rosa, pero sedientos de sangre y con garras afiladas. Son muy abrazables, pero quieren matarte. ¡Japón!
También, también está Voldemort
Tampoco podía faltar. Si Harry Potter se ha convertido en un icono de la juventud adolescente contemporánea, Voldemort es su contrapartida icónica y malvada, pero repleta de carisma. En sí mismo, se trata de un ser viscoso y bastante despreciable, sin demasiados atributos físicos que puedan molar (al contrario que Darth Vader, por ejemplo), pero eso no ha sido impedimento para que también se hayan hecho peluches de su figura. Lo puedes comprar aquí, si lo deseas.
Los gremlins chungos, no Gizmo
Porque no tiene ningún mérito comprarse un peluche de Gizmo, el gremlin más adorable de la película. Yo mismo tuve uno durante mi infancia, pese a sus incómodas orejas plastificadas. Lo realmente bello y admirable es adquirir la versión chunga, horripilante y viscosa de los gremlins. En la que se convierten cuando cae la noche o entran en contacto con el agua. Esta maravilla verde en forma de trapo y relleno. O esta otra.
Scar, el símbolo de la maldad animal
Si tu objetivo en la vida es educar a tu vástago en un entorno donde las ideas retorcidas, la maldad y la megalomanía son objetivos a perseguir, regálale este peluche de Scar. ¿Timón y Pumba? ¿Quién querría educar a su hijo teniendo como modelos de conducta a dos perezosos glotones cuya única misión en la vida es cantar y comer? ¿Mufasa? Un perdedor. ¿Simba? El hijo de un perdedor. Scar es el personaje clave del Rey León, el que más traumas ha creado. Y también es un peluche.
Un ejército de zombies en tu cuarto
Por aquí puedes encontrar uno de ellos, pero hay más y están repartidos por todos los rincones de la red. Son simplemente zombies: estúpidos muertos vivientes cuya única misión en la no-vida es acabar con tu vida porque sí, porque qué iban a hacer de lo contrario. Hay tantos y tan distintos modelos como puedas imaginar. Les puedes llamar "infectados" si eres de esos.
Y, por supuesto, miles y miles de monstruos
De toda clase y tamaño. Una somera búsqueda con los términos "monster plushies" revela hasta qué punto la imaginación del ser humano para con el lado oscuro de sus temores es infinita. La mayoría, sin embargo, son versiones edulcoradas y simpáticas de nuestras peores pesadillas. Y eso está bien, porque no todo en la vida es pasear por una feria de los horrores como esta. Aquí tienes todos los que quieras y más. La vida de muchos de nosotros hubiera mejorado con alguno de ellos.
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