Mientras las autoridades sanitarias debaten sobre la naturaleza epidémica o no de la cepa 2019-nCoV, el número de contagios sigue creciendo. Son ya más de 17.000 sólo en China, por encima de los 8.000 causados por el SARS, el último coronavirus que generó una crisis de salud pública mundial. Y pese a que cada vez más países registran casos, y a que ya hay un fallecido en Filipinas, la enfermedad está muy asociada a China.
Y por extensión, a la comunidad china en otros países.
#NoSoyUnVirus. De ahí que un grupo de activistas y divulgadores chino-españoles haya iniciado una campaña de denuncia contra las actitudes racistas que, según ellos, han proliferado durante los últimos días a raíz de la crisis del coronavirus. El hashtag, #NoSoyUnVirus, se ha viralizado durante las últimas horas tanto en Twitter como en Instagram.
Mundial. No es una campaña aislada. Tanto en Estados Unidos (#IAmNotAVirus) como en Francia (#JeNeSuisPasUnVirus) han surgido iniciativas similares, a menudo de la mano de jóvenes franceses o estadounidenses hijos de inmigrantes chinos. La idea del eslógan es simple: disociar el coronavirus a la identidad y a la población china. Combatir determinados estereotipos reafirmados al albur de la crisis.
Ejemplos. Las muestras de xenofobia son diversas, oscilando entre los comentarios despectivos en voz alta ("deberían llevar todos mascarillas"), las alertas sobre la comida china en ciudades a miles de kilómetros de Wuhan, o los grupos de gente cubriéndose nariz y boca en presencia de una persona de aspecto oriental. En esencia, un recelo hacia lo chino, ya sea estético o genuino, que no tiene necesaria relación con la realidad del virus.
En Italia se han registrado incidentes xenófobos y se ha prohibido la entrada en algunos establecimientos a personas "provenientes de China", mientras que en Dinamarca una viñeta ha causado un incidente diplomático con el gobierno chino. Gran parte de las denuncias rotan también en torno a la forma de comunicar la crisis: desde el "virus de China" hasta la "Alerta amarilla" de un diario francés.
Pasarela. En España, una de las acciones más singulares ha llegado de la mano de Putochinomaricón en la Madrid Fashion Week. Aprovechando la invitación de un diseñador para que desfilara sobre la pasarela, el músico se pintó "I am not a virus" en el pecho, dando una extraordinaria visibilidad a la protesta. Otras creadoras chino-españolas como @gazpachoagridulce y colectivos como @liwaiai también se han hecho eco de la campaña.
Restricciones. Al menos una veintena de países ha impuesto restricciones de viaje a China. La mayor parte de estados fronterizos han redoblado los controles y la vigilancia. El gobierno chino considera que estas medidas, en especial las impuestas por Estados Unidos, sólo contribuyen a estigmatizar a su población y a crear el pánico. Todo ello en un contexto de crisis creciente. El número de muertos ya supera los 360.
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