La brutal pandemia del Covid ha acabado con el turismo tal y como lo conocíamos. Las agencias de viaje llevan de capa caída desde hace ya más de un año. La mayoría de alojamientos continúan cerrados a la espera de las cambiantes restricciones de entrada entre países. Casi todos los rincones del mundo restringieron la movilidad de viajeros y volar sin causa justificada era una utopía. Unas cifras para ilustrar el batacazo: hasta 850.000 millones de euros dejaron de generarse por el turismo internacional en 2020, según la OMT. Diez veces menos que con la crisis del 2008.
Pero parece que las nubes negras están despejándose con la llegada de la vacuna y un pasaporte Covid a la vista. Tanto, que Holanda ya se propone viajar este verano, pero para hacerlo de manera segura está experimentando con viajes a Grecia de una forma un tanto peculiar.
El experimento. En su propósito de restaurar el turismo o, al menos, ver cuáles podrían ser sus consecuencias si se volviera a poner en marcha, Holanda ha confiado en una empresa de viajes para que lleve a 200 personas de vacaciones a Grecia durante ocho días. El objetivo: ver si es factible este tipo de viajes. Los elegidos (se han inscrito más de 25.000 en tan solo unos días, y no nos extraña) pueden disfrutar de una escapada con todo incluido en un resort de lujo en la isla de Rodas por solo 400 euros. Eso sí, no se les permite salir del complejo y deben permanecer en cuarentena diez días cuando regresen a casa.
Serán elegidos por grupo de edad y se excluirá a las personas con afecciones de alto riesgo. Digamos que el viaje de tus sueños pero por cinco veces menos del precio estándar. Y claro, sin salir del hotel. Pero qué hotel.
¿Cómo? Los viajeros, como era de esperar, van a someterse a pruebas PCR antes y después de su viaje. Si alguien desarrolla Covid durante la estancia, tendrá que ser puesto en cuarentena en un hotel Covid de Grecia, pero todos los costes estarían cubiertos por la compañía de viajes. Además, todo está supervisado por la agencia de salud pública holandesa, la RIVM, desde las pautas de seguridad a seguir durante todo el viaje hasta los espacios aprobados para uso y disfrute. Piscinas y restaurantes, aprobados. No hace falta ni mencionar que los famosos buffets libres de este tipo de resorts están completamente prohibidos. Y salir a la playa, prohibidísimo.
La situación. La idea de Holanda es que todos los viajes al extranjero deben evitarse, a menos que sean esenciales, hasta al menos mediados de mayo. Y el plan es retomar a partir de ahí en escalada un modelo de viaje seguro para verano. Si bien a muchas personas les gustaría cambiar una vida de encierro por una semana de sol griego, plantea un debate sobre si permitir escapadas tales es responsable o imprudente en un momento en que tanto la tasa de contagios como las altas hospitalarias en los Países Bajos están en aumento. El país ha registrado al menos 16,536 muertes y 1,246,366 casos de contagios durante la pandemia, según la Universidad Johns Hopkins.
Pioneros en probar a hacer vida normal. No es la primera vez que el país se pone manos a la obra a la hora de recuperar la actividad pre pandémica. Hace un par de meses, la ciudad de Amsterdam acogió otro experimento social en forma de festival de música para 1.300 personas. Otra iniciativa impulsada por el gobierno y la industria del entretenimiento para ver si grupos grandes pueden reunirse de manera segura. Una iniciativa similar al concierto de Barcelona de hace unas semanas. Las 1.300 personas presentes en el evento se dividieron en cinco grupos con restricciones diferentes. Todos estaban equipados con sensores para monitorizar cuánto contacto tenían con los demás y de qué forma.
Ahora, con la ayuda de una nueva aplicación móvil que funciona con códigos QR, han lanzado otro experimento en el pequeño pueblo de Biddinghuizen. Cualquiera que hubiera asistido pensaría que el Covid fue todo un sueño. Se dio luz verde a cantar, bailar, beber y divertirse. Los resultados de las PCR previas y posteriores al evento se registraban en la app CoronaCheck. Lo cierto es que el festival no se parecía mucho a un experimento científico, la fiesta fue un deleite para los asistentes, sin mascarillas y disfrutando de la música. Un reportaje de VICE te cuenta en detalle cómo fue la experiencia.
No es el único país. Ya nadie se acuerda de los cruceros. Sí, aquellos mastodónticos barcos que se agolpaban en puertos como el de Barcelona hasta hace poco. El negocio, destinado a fracasar desde que la pandemia nos azotó el marzo pasado, quiere resucitar. Y lo está haciendo con la ayuda de los gobiernos. Royal Caribbean, una de las empresas más importantes de cruceros del mundo, anunciaba hace unos meses que está buscando voluntarios para realizar "cruceros simulados" gratuitos para probar sus nuevas medidas sanitarias y de seguridad. Es decir, se están preparando para la temporada veraniega.
Y todo llega después de que la CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) de EEUU cambiara las normas para las compañías de cruceros, permitiéndoles navegar desde el pasado noviembre de forma “condicional” y bajo casos muy excepcionales. Es decir, con sus correspondientes nuevas medidas de salud y seguridad, como el aumento de higiene, pruebas previas al embarque para pasajeros y tripulación, y laboratorios a bordo. Y la realización de simulacros para este tipo de viajes parece ser el primer paso para que el turismo pueda florecer de nuevo. El mundo quiere viajar, y está luchando por ello.
Imagen: Pexels
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