Si has estado viendo Love, Death & Robots, la nueva serie animada de Netflix creada por Tim Miller y producida por David Fincher, es bastante probable que lo hayas hecho en un orden muy distinto al del resto de usuarios de la plataforma. La compañía se ha valido del carácter autoconclusivo de los episodios para elaborar cuatro secuencias de capítulos distintas, de tal modo que el orden en el que has visto la serie difiere, con probabilidad, del que ha disfrutado tu amigo.
Y para algunos usuarios es sospechoso.
¿Por qué? Por las brumas que envuelven su algoritmo de recomendación. La compañía ha insistido por activa y por pasiva en que no posee información demográfica específica sobre sus usuarios. Netflix no sabe si eres blanco o negro, homosexual o heterosexual. Pese a ello, un hilo de @LukasThoms denunciando secuencias de capítulos distintas en función de la orientación sexual del espectador se ha hecho viral.
¿Lleva razón? No. Netflix ha salido al paso rápidamente, explicando que la alternancia de órdenes cronológicos en Love, Death & Robots obedece a un experimento aleatorio. "Nunca hemos tenido una serie así, así que hemos decidido probar algo completamente nuevo: cuatro órdenes de episodios distintos", ha declarado un portavoz a Slate. Si tu experiencia de visionado no se parece a la de tu amigo, ha sido el azar.
¿Cómo? Si la polémica ha obtenido cierto eco mediático se debe al largo historial de sospechas vertidas sobre el algoritmo de Netflix. En octubre, diversos usuarios afroamericanos de la plataforma denunciaron una supuesta segmentación selectiva de los rótulos promocionales. El cartel de una película o una serie cambiaba en función de la raza o el género, priorizando personajes afines al espectador.
Por ejemplo: si eres negro, Netflix te presenta Love Actually con Chiwetel Ejiofor. Si eres blanco, no.
Hipótesis. Son suposiciones: Netflix siempre ha negado que emplee datos demográficos para elaborar sus recomendaciones (no los pide, no los tiene). Pero parten de algo real. La compañía sí utiliza una amplia variedad de carteles para difundir sus productos en función de tu comportamiento como usuario. ¿Te gustan los animales? Probablemente verás un simpático corgi al pasar por encima de The Crown, y no a Claire Foy.
Netflix ha aprendido mucho de nosotros gracias nuestros patrones de consumo, útiles para personalizar contenido.
Principios. La polémica en torno a Love, Death & Robots ilustra hasta qué punto la opacidad del algoritmo sigue siendo fuente de toda clase de controversias. De fondo hay un debate ideológico: para muchos afroamericanos, emplear a personajes negros como reclamos promocionales en películas cuyo protagonismo no excede los cinco minutos es moralmente reprobable. Y escandaloso.
Una conversación que encaja bien con los debates actuales sobre representatividad. Pero que parte de algo no demostrado.