Las cumbres de la OTAN no han sido muy sustanciales a lo largo de la historia. La "foto familiar" de los líderes mundiales suele ser el momento más recordado de estos encuentros, en gran parte simbólicos. Emmanuel Macron llegó a calificar de muerte cerebral a la organización hace apenas dos años y medio. Ahora, sin embargo, los actuales acontecimientos en Ucrania revelan una verdad fundamental de la organización: es una alianza destinada a contrarrestar a un adversario, para bien y para mal.
También la contienda es una muestra de lo que el renacimiento sorprendentemente rápido de la alianza puede y no puede hacer por la seguridad global. La OTAN vivía su propia crisis hace años, ahora está liderando la solución a otra.
La alianza de 30 países de Europa y América del Norte tenía como objetivo contener los avances de la Unión Soviética en el mundo. Sin embargo, hace tan solo tres años, los críticos, se preguntaban si no sería adecuado para la geopolítica del siglo XXI. Algunos líderes de la política exterior de EEUU argumentaron en 1990 que la OTAN no era la forma correcta de que América se relacionara con Europa tras la caída de la Unión Soviética.
De hecho, Donald Trump a menudo criticaba a la OTAN: quería que los aliados gastaran más en sus fuerzas armadas y que EEUU se retirara de la alianza. Esa postura irritó a la Seguridad de Washington, pero él no fue el único que enfatizó las deficiencias de la alianza. "Lo que estamos experimentando actualmente es la muerte cerebral de la OTAN", dijo también Macron en 2019.
Un comentario desafortunado después de que Trump sacara a las tropas estadounidenses de Siria para evitar enfrentamientos con Turquía, aliado de la OTAN. Sin embargo, retiró esas fuerzas sin consultar con otros aliados de la alianza, poniendo en duda la confiabilidad de la Casa Blanca. Hay que tener en cuenta que el poder estadounidense es uno de los mayores garantes de la organización, y Trump había maltratado esa imagen.
"Tienen socios en la misma parte del mundo y no tienen coordinación alguna en la toma de decisiones estratégicas entre EEUU y sus aliados de la OTAN. Ninguno", agregó Macron. Esas críticas y otras preocupaciones a finales de 2010 llevaron incluso a académicos que eran partidarios de la alianza transatlántica a decir que la OTAN estaba en crisis.
Derek Chollet y Amanda Sloat, altos funcionarios de la administración de Biden, escribieron en la revista Foreign Policy en 2018 que las cumbres de la OTAN "simplemente no valían la pena" y eran demasiado arriesgadas cuando Trump estaba en el cargo, ya que denigraba la alianza.
Nicholas Burns, profesor de Harvard y embajador de Biden en China, coescribió un artículo en 2019 que argumentaba que el ataque de Trump a la OTAN, los líderes cada vez más antidemocráticos bajo el paraguas de la OTAN (Turquía y Hungría), y el fracaso para confrontar a Putin "han llevado a la Alianza a la crisis más preocupante".
Dispuestos a mover ficha
Pero la alianza está aprendiendo de su última gran hazaña, en 2014, cuando Putin anexó la península de Crimea en Ucrania y luego invadió las provincias del este del país. En respuesta, la OTAN amplió su cohorte de tropas de respuesta rápida. Y en 2018 desarrolló un plan de preparación con importantes capacidades terrestres, marítimas y aéreas capaces de movilizarse en 30 días.
Si bien fue un oso en hibernación, la OTAN anunció hace unos días que se desplegarían nuevos grupos de batalla en cuatro países en su flanco oriental, y Biden anunció que la alianza respondería a Rusia en caso de que usara armas químicas en Ucrania. Ahora tienen suficiente poder de combate para defender el territorio de la alianza contra un competidor fuerte como Putin.
Pero no solo se trata de mandar tropas. Biden anunció ayudas de 1.000 millones de euros en nueva ayuda humanitaria para los afectados por la nueva crisis de refugiados en Europa y otros 1.000 millones en ayuda militar y de seguridad para Ucrania. Junto con los países europeos, la Casa Blanca y el Departamento de Estado anunciaron aún más sanciones contra los políticos, líderes militares y élites rusos, y medidas para detener a los evasores de sanciones.
Alemania, durante mucho tiempo reacia al gasto militar, también ha decidido aumentar su presupuesto de defensa. Los países europeos, escépticos ante los inmigrantes, han acogido a los refugiados ucranianos. Y, sobre todo, se ha revivido la alianza.
Con todo, ahora la OTAN es un pilar clave a la invasión rusa de Ucrania. "Putin ha revigorizado a la OTAN de manera fundamental", decía Ivo Daalder, exembajador de Obama ante la OTAN. Su propio secretario general, Jens Stoltenberg, decía en la cúspide de la cumbre: "La OTAN está brindando un apoyo sin precedentes a Ucrania, ayudándola a defenderse". Existe una unidad de propósito ahora que no había antes.
La OTAN fue la primera alianza transcontinental en tiempos de paz y mantenerla es vital. John Manza, exfuncionario de la alianza lo resumía bien: "Es como un camión de bomberos que está parado en la estación local. Puedes quejarte y decir: 'Oh, no está haciendo nada, solo nos está costando dinero', hasta que haya un incendio y lo necesites".
Imagen: Thibault Camus (GTRES)
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