Overwatch es un shooter en primera persona. El 100% de las dinámicas y el objetivo principal es el de que los jugadores se maten unos a otros utilizando alguno de los casi 30 héroes seleccionables en el juego. Ayer se ha descubierto a través de un nuevo relato legible a través de la página oficial de Blizzard que uno de ellos, Soldier 76, es gay.
Y claro, la noticia ha generado reacciones: los jugadores más retrógrados se han molestado de saber que uno de esos personajes que había estado seleccionando hasta ahora resulta ser gay en un plano que técnicamente no afecta en absoluto su experiencia en el juego. Otros, claro, han celebrado esa misma noticia que tampoco afecta en absoluto su experiencia en el juego.
Casi todo el mundo está contento: las reacciones a la revelación de Soldier 76 se leen en un 50% positivas, en un 37% neutrales y en un 13% negativas. Las personas tendemos a magnificar la importancia de las reacciones negativas hacia cualquier cuestión ideológica, y por eso muchas veces nos parece mucho mayor la fuerza reaccionaria en este tipo de discusiones que su dimensión objetiva. Por otro lado, y aunque aquí sólo estamos hablando de algo anecdótico, la intolerancia y el odio puede ser pernicioso sea cual sea su porcentaje.
Revelación á la Rowling: Soldier 76 lleva siendo un personaje seleccionable del juego tres años y su aspecto es estereotípicamente heterosexual. Para algunos, que se hayan “sacado de la manga” ahora la homosexualidad del soldado es un ejercicio de diversidad en retrospectiva, una forma de ganarse puntos dentro de la comunidad insincero, al igual que la escritora de Harry Potter cuando dijo que Hermione Granger era negra. Otros han señalado que se habían sembrado pistas de la orientación de Soldier 76 en un cómic de 2016, pero que hasta ahora se había pasado por alto.
El poder de la ficción de Overwatch: técnicamente sólo dos héroes son gays, Tracer y ahora Soldier 76, y muchos otros han dado señales de su vida heterosexual en cómics y relatos anteriores. Pero si preguntas a cualquier miembro del fandom de Overwatch te dirán al menos otros 8 o 9 personajes que habitualmente son retratados como gays, bis o transexuales, incluso aquellos que son explícitamente heteros. ¿Por qué? Por el efecto de los fanfics, las obras de los aficionados, un universo donde se toma el Lore oficial y se refuerce para elaborar fantasías propias, en muchos casos con tintes eróticos. Sólo en Archive of Your Own hay más de 29.000 relatos, y el número de cómics e ilustraciones en Twitter y Tumblr es incalculable.
El triunfo de la comunidad (y de los inversores): Blizzard no es tonta y conoce perfectamente estas comunidades y sus resortes. Para el 90% de los jugadores todo esto da igual, pero para los más implicados, que en muchos casos ni siquiera se interesan mucho por la dimensión shooter del juego sino con sus escasas ficciones, es importantísimo si un personaje da pistas sobre su sexualidad o no. Porcentualmente no son muchos, pero hacen mucho ruido en las redes sociales y tienen un gran poder de atracción de nuevos seguidores del mundo Overwatch.
Por eso la compañía ha practicado con maestría lo que se conoce como “bait” o “cebo”, sembrando dudas sobre el pasado de Sombra o colocando frases ambiguas en boca de Lucio.
Una estrategia comercial: Overwatch tiene 40 millones de jugadores base. Está en el séptimo puesto de grandes juegos de batalla online más concurridos, lejos de los 100-120 millones del LoL o los 200 del Fortnite. Pero hay una diferencia: Overwatch tiene el doble de mujeres jugadoras que cualquier otro rival. Según la firma QuanticFoundry, el diseño, el tipo de poderes y la diversidad de sus personajes hacen el juego el más seductor para los jugadores diversos. De ahí que para ellos sea lógico, y con más beneficios potenciales que costes, introducir este tipo de contenidos.
El oasis entre los gigantes: argucia económica o no, hay que reconocerle a Blizzard haber gestado el único espacio donde tienen cabida este tipo de representaciones más o menos abiertas. Hay juegos donde su diseño competitivo y sus comunidades (como el LoL) hacen los ambientes especialmente hostiles a mujeres y gays. Otros, como Fortnite, han cuidado el diseño para abrirle las puertas a las jugadoras, pero siguen sin atreverse a este tipo de retratos.
La persecución de minorías sigue siendo el pan de cada día, y no hace ni unos meses que estalló el escándalo de los jugadores del Fallout 76 que “cazaban” a jugadores LGBT por las risas.
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