Pablo Casado tiene parte de razón: tenemos un problema con el almacenamiento de la energía solar

La crisis energética se ha convertido en el gran tema de conversación del último medio año. Ocupa las portadas de los medios de comunicación y la agenda de los partidos políticos. Todos fijan sus posturas. Ayer fue el turno de Pablo Casado, líder del Partido Popular. Lo hizo en un tono llano y costumbrista hoy viralizado en redes sociales. Tras explicar que a él también "le gusta" la energía solar, añadió: "Anteayer a las ocho de la tarde fue el pico de consumo eléctrico. Y a las ocho de la tarde no había posibilidad de que la solar emitiera. Porque era de noche".

Éxito instantáneo.

La reacción. La aparente simplicidad de su relato ha causado toda clase de comentarios sarcásticos y ácidos. Los titulares de los medios recogen parte de la reacción pública. "Cachondeo total en Twitter con la explicación de Casado", explica Público. "Casado se lía y todo el mundo se parte de risa", añade Sport. "Igual también le regalaron la EGB", ironizó Rufián, en un dardo replicado por otros medios. "Tú imagínate a este chico representando a España en una cumbre de algo", sentenció el humorista Quique Peinado en uno de los tuits más compartidos.

El contexto. Casado emitió estas palabras durante un acto de partido en Castilla-La Mancha, comunidad emisora neta de energía. Aisladas, sus declaraciones podrían tener dos interpretaciones: o bien Casado subrayaba las limitaciones de las energías renovables y la necesidad de mantener el status quo en materia de generación eléctrica... O bien Casado apuntaba a la necesidad de invertir más en sistemas de almacenamiento de la solar, gran apuesta de futuro pero, por el momento, minoritaria en el mix energético español. Aquí la cita al completo:

Aquí a la izquierda no le gusta la energía nuclear y no le gusta el carbón y no le gusta el gas y no le gusta la hidroeléctrica y no le gusta ahora la eólica, y se quejan de que los molinos dañan el paisaje. Claro, solo les gusta la solar. Y a mí. Pero es que anteayer a las ocho de la tarde fue el pico de consumo eléctrico. Y a las ocho de la tarde, no sé si estabais por aquí, pero no había posibilidad de que la solar emitiera. Básicamente, porque era de noche. Por tanto, es una cuestión de lógica.

Algo hay. Es evidente que Casado apuntaba más hacia la primera interpretación, la de crítica a energías alternativas abanderadas por la izquierda. De ahí la reacción de una parte de la esfera pública, acelerada por lo pedestre de su ejemplo. ¿Nada más que un desliz al que no merece prestar atención? No del todo. Casado apuntaba hacia un problema que, a día de hoy, la solar sí tiene: su tecnología de almacenamiento es aún precaria. El sábado a las 20:00 la solar térmica/fotovoltaica no estaba cubriendo ni el 1% de la demanda de España. Él mismo lo recordó.

No lo cubre todo. Las gráficas de REE muestran un patrón invernal claro: la solar cubre hasta el 25% del consumo energético español durante las horas centrales del día, pero sólo durante las horas centrales de día. Su peso en el pool se percibe a partir del amanecer y hasta algunas horas después del atardecer. La eólica compensa parte de su producción durante la tarde-noche (cubre más del 40% desde las 21:00 en adelante)... Pero también la nuclear (20% en horas sin sol) y el gas (30% en función del día). Es decir, España necesita fuentes que compensen a la solar.

El mix energético de España a las 20:00 del sábado. En naranja y rojo, lo generado por la solar térmica (rojo) y fotovoltaica (naranja). Antes del amanecer y algunas horas después del atardecer su aportación es mínima, cuando no inexistente. (REE)

El almacenamiento. Es algo que sabemos desde hace mucho tiempo y que no tiene nada de sorprendente. Si la solar quiere ser decisiva a largo plazo necesita nuevas tecnologías de almacenamiento. A día de hoy existen grandes baterías de litio destinadas al autoconsumo que sí permiten almacenar y reutilizar la energía generada durante el día a lo largo del resto del día. Funciona, eso sí, a nivel de hogar (y son bastante caras: los modelos más grandes rondan los 7.000€). Pero las necesidades energéticas de una familia difieren mucho del gran teatro energético nacional.

Las ideas. Existen varios proyectos que buscan solventar este escollo. Uno de ellos pasa por hacer baterías más grandes y con más capacidad de almacenamiento y carga, superbaterías capaces de cubrir hasta 100GW de demanda. Operan desde el plano teórico, y las previsiones les otorgan un papel relevante de 2050 en adelante. Su problema es material: requieren de muchísimo litio y cobalto, dos materiales bastante demandados y que estamos consumiendo a gran velocidad (a este ritmo, nos habremos tragado el 10% de las primeras para 2050).

Otra opción pasa por el almacenamiento térmico, explicado con detalle en este artículo. Cuenta con diversas vías de actuación, desde el calor latente hasta el calor sensible. Un ejemplo son las centrales termosolares o de concentración, macroplantas de espejos que absorben la radiación solar durante el día y la transfieren a un sistema de almacenaje para usarla a discreción cuando sea necesaria. La más célebre, por lo impresionante de su instalación y de su gran torre, se encuentra en Sevilla y lleva operando más de diez años con bastante éxito. La más grande está en Mojave, Estados Unidos, y abastece ya a 140.000 hogares.

A más. Empresas como Photon Energy ya están desarrollando gigantescos proyectos de almacenamiento en Australia, con hasta 3,6GW/h, mientras que diversos informes apuntan a los 1.000GW/h de almacenamiento a tres décadas vista. El propio gobierno cuenta con una Estrategia de Almacenamiento Energético, pasando de los 8GW actuales (sumando todas las fuentes y tecnologías, no sólo la solar) a los 20GW (incrementando, sobre todo, por las renovables). Es decir, es una carencia en proceso de arreglo. En un contexto de aceleración tecnológica y costes desplomados, el futuro de la solar como fuente principal es bastante alentador.

La polémica. Pero el futuro. Casado hacía referencia a un problema (la solar sólo genera el 10% de la demanda diaria) para apuntalar otras fuentes, como la nuclear, cuya inversión a largo plazo es más onerosa para el país. Si la línea argumental es discutible desde un punto de vista de la política energética para los próximos veinte o treinta años, el hecho  que ha suscitado la polémica no tanto. La solar, a día de hoy, afronta una barrera en el almacenamiento a gran escala. Uno en proceso de solución, eso sí.

Imagen: Flickr

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