Hasta hace no demasiados años, España contaba con dos grandes constantes políticas: el PNV gobierna en el País Vasco por un lado, y el PSOE en Andalucía por otro. La breve estancia de Patxi López al frente de Ajuria Enea terminó con aquella vieja verdad a orillas del Cantábrico, pero nada, en apariencia, logra erosionar la persistencia socialista en las tierras del sur. Un CIS más, el PSOE saldría victorioso del próximo envite electoral andaluz.
Y van.
¿Qué dice? En esencia, que el PSOE obtendría una plausible mayoría absoluta el próximo 2 de diciembre. Susana Díaz superaría el (magro) registro de 2015 y se dispararía al 37% de apoyo popular. El PP se hundiría (caería al 18% tras haber registrado un 26% tres años antes) y su lugar lo ocuparía Adelante Andalucía (19,3%), la marca de Podemos en la gran comunidad del sur. Ciudadanos crecería hasta el 18% (viniendo de un 9,2%).
Como nota reseñable, Vox obtendría un escaño.
La tendencia Traducido a escaños, el PSOE se proyectaría de nuevo a la mayoría absoluta. Sería la primera vez que la formación recuperaría terreno perdido desde 2008, cuando obtuvo el ¡48%! de los votos. En 2012, en plena marea azul, Arenas ganó las elecciones por un estrecho margen, insuficiente para arrebatarle a Griñán (39%) la Junta. En 2015, Susana Díaz registró los peores resultados de siempre del PSOE-A. Fin a la caída.
¿El paro? Gran parte de la erosión electoral del PSOE provenía de dos problemas gigantescos: una tasa de paro insostenible y el escándalo de los ERE, la mayor trama de corrupción regional de la historia de España. A finales de 2012 el desempleo tocó un techo estratosférico, casi surrealista: el 36,8%. Desde entonces ha caído, en línea con el resto del país, pero no lo suficiente. Hoy se mantiene en el 22%. Es la comunidad peninsular con más desempleo.
En parte, es un problema en solución.
¿Y los ERE? Es lógico que desgaste menos a la Junta. Por su parte, el proceso judicial a los ERE se ha enfriado. Se sabe que el gobierno andaluz repartió más de 800 millones de euros en prestaciones por desempleo clientelares e ilegales. Los dos presidentes históricos de la Junta, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, ampararon y mantuvieron la trama. Subordinados del gobierno llegaron a gastar €15.000 en prostitutas, símbolo del derroche de dinero público.
El juicio sigue su curso y aún no hay sentencia. La corrupción en España pasa factura, pero dinamita lentamente las bases electorales. El ejemplo más evidente es la Gürtel: pese al sinfín de evidencias, sólo la sentencia provocó la definitiva caída de Mariano Rajoy. La sentencia de los ERE aún no se conoce, y se espera a mediados del año que viene. Quizá entonces el electorado abandone al PSOE en Andalucía. Quizá no.
Las demás encuestas. Este último punto es importante: el PSOE no tiene asegurada la mayoría absoluta en Andalucía. El CIS de José Félix Tezanos ha cambiado la metodología histórica de la institución y sólo ha proyectado la intención directa de voto. Pese a que en esta ocasión hay más "cocina", el sesgo favorable al PSOE se mantiene. La media de sondeos da una mayoría holgada a Díaz, pero en torno al 32%. PP y Cs sobrepasarían el 20%.
Imagen: GTRES
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