La Constitución Española cumplió ayer cuarenta años. Tan significativa efeméride (ya acumula más años vigente que la duración de la dictadura franquista) coincide con un debate intenso sobre su forma y fondo. Son numerosos los partidos que plantean reformas integrales o parciales de su texto. Y entre ellos se cuenta el actual presidente del gobierno, Pedro Sánchez, que ha sugerido un cambio interesante.
Añadir la igualdad entre hombres y mujeres.
¿Qué? Lo escribió ayer en Twitter, acompañando el mensaje con una fotografía de una de las muchas manifestaciones feministas que poblaron España la pasada primavera. "Es tiempo de mujeres. Todos lo fueron pero hoy, por fin, la sociedad empieza a asumir como propias las reivindicaciones feministas Reformemos la Constitución para incluir en ella uno de nuestros mayores avances: la igualdad entre hombres y mujeres".
El problema. Las palabras de Sánchez fueron recibidas con gran sorna tanto en la red social . Como muchos usuarios apuntaron, la igualdad efectiva entre el hombre y la mujer ya aparece reflejada en la CE. Se trata del artículo 14, que dice lo siguiente: "Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social".
En la práctica, la frase consagra la igualdad de todos los españoles. Incluida la de género.
Qué quería decir. Si bien las palabras de Sánchez no son idénticas al artículo 14, la idea de fondo es similar. Su tuit se interpreta mejor desde un punto de vista mediático: no ofrece mayor pistas sobre el contenido de la "reforma" que la mera inclusión de la palabra "igualdad", de importante carga simbólica, y la referencia explícita a "hombres y mujeres". Es un mero posicionamiento político alineado vagamente con el feminismo.
Las ideas. Lo que no significa que no haya propuestas de nítido corte feminista para reformar la constitución. Hay quien plantea consagrar la paridad en los órganos democráticos (allá donde la Ley de Igualdad se quede corta); blindar derechos "reproductivos" como el aborto; incluir el derecho a una vida "libre de violencias machistas", como otros textos recogen; o la cuestión de la herencia de la corona, un evidente elefante en la sala.
Es incierto hasta qué punto Sánchez se refería a alguno de estos puntos.
¿Cómo sería? En realidad, el PSOE lleva planteando alguna de estas ideas desde hace tiempo (como la relativa a la violencia de género, por ejemplo). Esta primavera, dos figuras socialistas, Antonio Hernando y Elena Valenciano, proponían, como Sánchez, incluir explícitamente la "igualdad entre hombres y mujeres". Y lo argumentaban así:
La inclusión expresa de la igualdad entre mujeres y hombres, además de un mínimo desarrollo de la misma, proyectaría el poderoso influjo de la Constitución sobre el conjunto del ordenamiento jurídico y sobre el espacio público compartido. Además, permitiría insertar en la carta magna un principio que, como ha quedado demostrado, concita un enorme consenso social y que podría impulsar una identificación renovada de la ciudadanía con la norma más importante del Estado.
Es decir, el magma para tocar la CE en relación a la figura de la mujer existe. De momento el melón no se ha abierto. Pero Sánchez sí lo utiliza para alinearse junto al movimiento feminista, de creciente relevancia para gran parte de los votantes.
Imagen: Víctor J Blanco/GTRES
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com
VER 0 Comentario