Sabemos que el coronavirus estará provocando mil y una situaciones de convivencia desabridas, refriegas sociales contra los que ningún manual de buenos modales o clase de educación para la ciudadanía nos podría haber preparado. La de Elena Cañizares parece ser sólo una más, pero es una que está alcanzando un nivel de atención pública (35.000 recompartidos en menos de 24 horas, trending topic mundial) más propio de un especial de Sálvame que de un hilo de Twitter.
El usuario Elena Cañizares se identifica como una estudiante de enfermería compartiendo piso con otras tres chicas en Ciudad Real. Así empezó el asunto, a saber, que Elena da positivo, que el protocolo dicta que ella debe quedarse en el piso que comparte con tres personas, y que después de que ella informe a sus compañeras, que no están en este momento en esa residencia, éstas crean un bloque de confrontación común para expulsarla lo antes posible.
Estas son las capturas de sus primeros tuits, antes de ser eliminados, sin incluir los retazos de audios en los que hablaban las compañeras y que fueron lo que verdaderamente consternó al personal.
En sus audios cogieron cuerpo los cuatro personajes del vodevil. De un lado Elena, la apestada enferma de Covid que no piensa acercarse a su vivienda almagreña y a la que nos podemos imaginar haciéndose fuerte en su cuarto, tal vez colocando una silla contra la puerta para trancarse por dentro.
Del otro Ángela y Lucía, que aparentan tener aún un ápice de empatía pero firmes en su propósito de sacar a la infectada lo antes posible (tal vez sin reflexionar que, en términos de contagio, el daño en su hogar podría ya estar hecho y que el hecho de que la muchacha saliese de ahí sólo ayudaría a propagar el virus más) y Rocío Piso, caudillo del mal ambiente, valerosa dispuesta a decir las palabras más amargas con tal de que Elena marche de esa que, según su visión, no es su "casa casa", trasladándole el marrón a sus padres, grupo de riesgo.
Rocío empezaba así: "sí que te puedes desplazar. Conozco a 80.000 personas que se han contagiado y se han desplazado, así que no te escudes en eso. Estás siendo egoísta y sólo estás mirando por los tuyos, no estás mirando en que hay otras tres personas, que ese piso es igual tuyo que suyo y que porque tú te quedas allí no vamos a poder ir las demás".
Elena amablemente les recuerda que no se puede trasladar, ya que según los protocolos debe quedarse en la vivienda que ya podría estar infectada en lugar de a sitios donde supondría un nuevo foco de contagio. Las compañeras no lo ven así: "Elena tienes coche. Te coges tu coche y te vas. Coges tus cosas, tu coche y te vas a tu casa y no propagas nada. Propagas lo mismo que si te quedas en el piso e infectas todo el piso. Exactamente lo mismo". El deber del cuidado de la chica recae, según Rocío, en "tus padres, que te han criado, tienen como deber cuidarte, nosotras no, nosotras somos personas externas que nos hemos juntado, que nos hemos encontrado en la calle y no tenemos por qué vivir esta situación".
En determinado momento "Ángela Compañera" mete baza y nos da pistas de que es muy posible que en "Chuminos compañeros", nombre del grupo de WhatsApp, se estuviesen arrastrando conflictos previos hasta ahora soterrados. Su conclusión es que Elena, esa que es "tan honesta, tan caritativa", no se está poniendo en la piel de los demás y no las está dejando hacer su vida, esto es, "nosotras allí tenemos universidad, tenemos gimnasio", etc.
En conclusión: "ante situaciones extremas, soluciones extremas", concluye Ángela antes de pedirle por decimotercera vez que se fuese de la casa. Vemos entonces que la enferma ha sido expulsada del grupo de WhatsApp.
Nos queda claro que los "chuminos compañeros" no volverán a ser los mismos después de esta odisea.
La discusión acrecienta. Entramos en disensos sobre los objetivos ocultos de cada una. Se habla de leyes y de contratos. Ya no hay empatía que valga, Ángela y Lucía se han hartado ante los comentarios de a la que ya ven como una okupa. Que la estudiante de enfermería haya reconocido públicamente que prefiere infectarlas a ellas que a sus padres es la última excusa que necesitaban: positivas las demás en covid o no, Elena Ha Sido Oficialmente Expulsada de la casa.
Mientras los retuits ascendían astronómicamente Elena mantenía vivo el hilo, sin borrarlo, exponiendo a sus compañeras al acoso online y a una posible demanda judicial. Horas atrás dijo esto en Marca:
"Me estoy planteando borrar los tuits porque no quiero que mis compañeras reciban presiones, pero pensándolo bien ya no serviría de nada. Tengo una amiga que se llama Rocío y se piensan que es 'Rocío Piso' y la están acosando. Lo que yo no voy a hacer es dar su nombre de usuario, aun así la gente las está encontrando y no me parece bien".
Pero ahora lo ha borrado. Previamente Rocío Piso le hizo saber que su padre es abogado y que iría a los juzgados por su exposición en redes del chat y los audios buscando que la compañera borrase el hilo. Rocío Piso, sin salirse de su personaje, completó su petición diciendo "¿es esto una amenaza? Pues sí".
La Covid story de la temporada ha provocado innumerables respuestas desde multitud de frentes, algunos incluso corporativos. Por el momento el clamor popular es claro: Todos con Elena, todos contra las compañeras desconsideradas.
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