Carrie Osgood, diseñadora de Nuevo México especializada en visualización de datos y directora de CLO Communications, dice ser buena traduciendo la complejidad en claridad. Su mapa sobre el peso porcentual de las religiones en cada rincón del mundo sería un buen ejemplo de ello: cada país es un círculo situado en el espacio geográfico que le asignamos normalmente en los mapamundis, y el tamaño de los círculos se corresponde con la densidad de población de cada país.
Autora: © Carrie Osgood | CLO-Communications.com
A un simple vistazo ya comprendemos por qué buena parte de nuestra cultura viene del cristianismo: esta fe la profesa el 32.8% de la población mundial, pero es especialmente fuerte en las zonas más desarrolladas. Le sigue la fe musulmana, que llega al 22.5% de la población mundial, y como tercer grupo más representativo está la religión hindú, con un 13.8% de los individuos del mundo siguiendo la tradición eterna.
Eso sí, el mapa merece algunos apuntes. Por ejemplo, pese a que el judaísmo solo lo siguen 15 millones de personas, encuentra su propio color distintivo en el gráfico, mientras que otras fes como el sijismo, que da cabida a 27 millones de adeptos, se incluye en la categoría amarilla de "otros". También cristianos y musulmanes discutirían la inclusión de algunas ramas de sus fes a las que se le discute su validez, y ateos y agnósticos se presentan en una misma categoría, cuando son dos corrientes religiosas bastante distintas.
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¿Qué huella deja la religión en Europa? Sí, el cristianismo domina Europa, pero más bien sus raíces, ya que sigue siendo uno de los territorios con una mayor proporción de ateos y agnósticos (la mayoría de los ateos del mundo son jóvenes). En Europa Occidental, y especialmente en la República Checa, cerca de la mitad de la gente no cree en Dios. Claro que todo esto palidece frente a China, un país en el que prácticamente la mitad de la población es no creyente, lo que le convierte en el centro del ateísmo mundial.
El islam también se lleva un buen pellizco en las principales potencias del país, gracias al empuje cultural de las recientes migraciones, aunque donde más fuerte se presenta es en los Balcanes: la mayoría en Albania, casi la mitad en Bosnia y alrededor de un cuarto en Serbia es islámico.
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El paraíso del cristianismo, sin embargo, es América: Estados Unidos es por sí solo el país del continente con mayor cantidad de cristianos, aunque si calculásemos en base al porcentaje interno no entraría entre los países más cristianos de la zona (y en realidad, es de los países con mayor pluralidad de fes, como se ve por sus quesitos agnósticos, hindúes, judíos o musulmanes, entre otros.
Uruguay es, sin embargo, el país con menos creyentes del continente. Latinoamérica se caracteriza por unos fuertes porcentajes de cristianismo junto con otros sistemas de creencias denominados como "otras” y entre los que están las religiones populares sincréticas, como el candomblé en Brasil o la santería en Cuba.
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África está aún dividida, aunque la tendencia general del continente es a que el cristianismo domine el sur y el islam el norte. Según los últimos datos, los cristianos representan el 46,53% de la población africana, con respecto al 40,46% de los musulmanes, cifras que no gustan nada a los musulmanes africanos, que persiguen a los cristianos en estas regiones (para encontrar ejemplos de musulmanes perseguidos hemos de irnos a Occidente, con restricciones relativamente leves, o a Myanmar, donde sufren masacres).
En amarillo tenemos principalmente las religiones tradicionales africanas, anteriores a la llegada de las monoteístas, que perduran en algunos de los territorios pese a su trasmisión oral y personal en lugar de escrita. Algunas de estas religiones son la de los serer de Senegal, la de los yorubas y los igbos de Nigeria o la de los akan en Ghana y Costa de Marfil.
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Oriente Medio es el equivalente islámico del cristianismo en Latinoamérica, con la diferencia de que en este territorio se reduce hasta prácticamente su inexistencia la de los ateos. En el mapa destaca lógicamente por su excepcionalidad Israel, con un 75% de población judía (y un 18% de musulmanes) y Cisjordania, con un 20% (y un 80% de musulmanes).
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Y por último, Asia, una región llena de variedad. El hinduísmo apenas tiene representatividad fuera de India y Nepal, donde es la fe mayoritaria. Bangladesh e Indonesia son territorios dominados por el islam, mientras Japón, Tailandia, Myanmar o Vietnam se mantienen dentro de su tradición budista.
¿Es Corea del Norte entonces el país más ateo del mundo? Según las estadísticas oficiales sí, claro que hay razones suficientes para creer que el chamanismo tradicional del país se camufla entre los que se dicen materialistas o juchés. La otra fe más importante, el cheondoísmo, considerado por el gobierno como la "religión nacional" de Corea.
