De la pintura a la realidad: las habitaciones de seis célebres cuadros, recreadas en gifs

Déborah García Sánchez-Marín

La Historia del Arte está plagada de cuadros sobre interiores. Seguro que a la cabeza de quien está leyendo este texto ya han venido las habitaciones de Vilhelm Hammershøi o Vermeer, incluso la archiconocida imagen de la estancia de Vincent Van Gogh en la casa amarilla de Arles. Al pensar en este tipo de representaciones, vienen a nuestra mente los objetos que están en ese espacio poblándolo y haciéndolo único en cierta forma. Las sillas, las camas, las mesas con las tinajas.

Sin duda, este tipo de pinturas pueden ser consideradas registros históricos que otorgan gran información sobre la vida de aquellos que las pintaron. La agencia creativa Neomam ha diseñado seis habitaciones en este artículo que se basan en cuadros famosos de la Historia del Arte. Respetando los colores, los objetos, y logrando transmitir las mismas sensaciones que la contemplación de la obra original de los pintores.

La habitación de Van Gogh

La habitación de de Vincent Van Gogh fue pintada en 1888. En ella se muestra su modesta estancia en Arles y nos ofrece una ventana a la vida interior del artista. El propio Van Gogh afirmó que con la pintura aspiraba a evocar paz y relajación. Según el Museo Van Gogh de Ámsterdam, los colores contrastan entre ellos de manera brutal, pero son en realidad el resultado de la decoloración que ha sufrido el cuadro a lo largo de los años. Las paredes y puertas eran originalmente de color morado no del azul intenso que vemos hoy.

Entre los detalles más importantes podemos ver como en la pared de la que cuelgan los cuadros no ha sido respetada la posición. Se explica porque la obra original de Van Gogh no guarda la perspectiva. A través de la ventana de la habitación recreada vemos un árbol: en la de Van Gogh el exterior permanece oculto.

La habitación de Konstantin Korovin

La calidez de la madera desnuda en Interior, 1913, del impresionista ruso Konstantin Korovin, crea una escena acogedora. Korovin, como mucho pintores rusos de principios de siglo XX, era conocido por sus paisajes, retratos y naturalezas muertas. Las tonalidades rosa y beige de esta pintura, junto a la nieve del invierno que se ve más allá de la ventana, crean un ambiente tranquilo y reconfortante.

Al ser una pintura menos figurativa que la de Van Gogh, respetar los detalles y las texturas ha sido menos importante. En esta habitación ha primado el deseo de reproducir la atmósfera.

La habitación de Roy Lichtenstein

En este trabajo de 1991, Interior with Restful Paintings, Roy Lichtenstein nos muestra una habitación elegante y juvenil. El cuadro es un trabajo tardío en la obra del pintor, forma parte de la serie Interiores. En esta serie, Lichtenstein rinde homenaje a espacios domésticos que a menudo se inspiran en anuncios de muebles. Es una meta-obra que contiene más obras dentro de la propia obra de arte. En esta, en concreto, se puede ver sus imágenes pop renderizadas en 3D.

Si bien se ha respetado el valor geométrico de la obra de Lichtenstein se han intentado suavizar los acabados para humanizar el espacio.

La habitación de Eduard Petrovich

A través de esta obra de Eduard Petrovich vemos la recreación de la habitación que perteneció a la emperatriz Alexandra Feorovna. Llamada El rincón del sillón, el pintor representa al detalle la rica ornamentación que fue típica en la corte rusa. En esta reproducción vemos que, al igual que hiciera el pintor, los detalles y los objetos han sido replicados con mimo.

La habitación de Grant Wood

Otra de las estancias de interior que la agencia ha decidido recrear es la del artista estadounidese Grant Wood. El pintor realista, conocido por sus extravagantes y bucólicas representaciones de la América rural, especialmente la famoso American Gothic, nos muestra este rincón encantador en su pintura The Sun Shine on the Corner. Su paleta pálida y terrosa invita a disfrutar del cálido sol. Si bien en el dibujo de Wood el espacio resulta un poco abigarrado, en la recreación la habitación resulta mucho más fluida y austera.

La habitación de Vassily Kandinski

El maestro de la abstracción Vassily Kandinski pintó su salita de estar en vibrantes colores en 1909. En su obra intentaba explorar a través del color y de las diferentes texturas las sensaciones y emociones que aquel espacio ofrecía. La paleta ecléctica de la pintura le da a la estancia un sentido personal. Al ser también una obra que tiende a la abstracción, la agencia ha hecho algo totalmente nuevo. No han respetado el color de las paredes (de una rosa bastante chillón) ni el color de los muebles, de esta forma han atenuado las sensaciones que el pintor quiso transmitir con su obra.

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