En Altoona, una localidad de Pensilvania de apenas 44.000 habitantes, hay un restaurante de la cadena McDonald´s que en cuestión de horas ha visto cómo su perfil online se llenaba de reseñas negativas y valoraciones de una sola estrella. A la vista del chorreo de críticas, la propia Google acabó interviniendo para borrar comentarios, convencida de que el local estaba sufriendo un "review bombing", literalmente un "bombardeo" deliberado y orquestado de falsas reviews.
Lo que le ocurra a una hamburguesería de EEUU no tendría mayor interés si no fuera porque fue allí, en el McDonadl´s de Altoona, donde la policía ha arrestado a Luigi Mangione, un joven de 26 años sospechoso de haber asesinado a tiros al poderoso CEO de la poderosísima compañía aseguradora UnitedHealthCare.
Los agentes localizaron a Mangione gracias al aviso de un empleado de McDonald´s y la fascinación creada en torno al pistolero a lo largo de la última semana hizo el resto: un contundente y celerado "review bombing" que demuestra que el de Mangione promete ser algo más que un simple juicio por asesinato.
Un nombre: Luigi Mangione

Hasta ayer Luigi Mangione era uno de los millones de jóvenes que viven una existencia anónima, alejada de los focos, en Estados Unidos. Eso hasta ayer, justo antes de que un empleado del McDonad´s de Altoona marcase el 911 para informar a los agentes del inquietante parecido entre uno de sus clientes (Mangione) y las fotos que circulan desde hace días del supuesto asesino de Brian Thompson, el CEO de UnitedHeathcare, una de las mayores aseguradoras del planeta.
El caso se ha convertido en uno de los más mediáticos ya no del cierre del año, sino de todo 2024. De forma muy resumida, el miércoles 4 a primera hora de la mañana un pistolero mató a tiros a Thompson a las puertas de un hotel de Nueva York. Lo hizo a sangre fría y con una ghost gun, una pistola montada por piezas —se dice que fue un arma casera creada con una impresora 3D— imposible de rastrear.
Lo poco que se sabía de él asesino era su aspecto.
Mejor dicho, cómo iba vestido y algunos rasgos sueltos de su rostro captados de forma fugaz por varias cámaras de seguridad durante su paso por Nueva York. No era demasiado, pero ha servido para que los agentes llegasen hasta Mangione, ahora mismo el sospechoso de haber acabado con la vida de Thompson.
Cuando los agentes lo localizaron comprobaron que el joven llevaba una pistola, un silenciador, documentación falsificada —supuestamente la misma que utilizó hace semanas el hombre identificado como el asesino para alojarse en Manhattan— y un manifiesto breve, de tres páginas, muy crítico con las aseguradoras.
Mangione acabó arrestado allí mismo, en el local de Altoona, por falsificación de documentos y la posesión de un arma de fuego. Oficialmente los investigadores lo consideraron una "persona de gran interés" en el asesinato de Thompson, aunque la cadena BBC precisa que ya se le ha acusado de estar tras el tiroteo.
Del crimen a la fascinación
Hasta ahí la crónica es más o menos similar a la de otros muchos sucesos que azuzan la imaginación de los guionistas del truecrime. Que a la noticia del arresto le haya seguido un "review bombing" revela sin embargo que en torno a Mangione gira algo más: una suerte de fascinación (cuando no empatía o admiración) hacia el personaje y sobre todo el crimen que presuntamente cometió en Nueva York.
"En este lugar hay ratas en la cocina que pueden hacer que enfermes y tu seguro no lo cubre", deslizaba una de las reviews que ayer hizo saltar las alarmas en Google. El propio gobernador de Pensilvania, el demócrata Josh Shapiro, no tardó en pronunciarse en un intento por mitigar el interés en torno a Mangione: "En algunos rincones oscuros, este asesino está siendo aclamado como un héroe. No lo es. El verdadero héroe es quien llamó al 911 en el McDonald´s".
Pero lo cierto es que sí hay quien parece ver en el joven un "héroe". E incluso quien no ha tardado en acudir a las redes sociales para dejar clara su admiración.
Si algo quedó claro ya el mismo día del asesinato de Brian Thompson es que el suyo iba a ser un crimen especial. Y no solo por el modus operandi de su asesino. Su cargo, como directivo de una de las mayores empresas aseguradoras, hizo que el suceso no tardase en desatar la ira en las redes contra el controvertido sector de la salud privada en EEUU. Antes incluso de que se supiese si su asesinato respondía a motivos personales o ideológicos, las redes centraban el foco en lo segundo.
"Hoy lamentamos la muerte del director ejecutivo de United Healthcare, Briam Thompson, quien fue asesinado a tiros… Espera, lo siento, hoy lamentamos la muerte de los 68.000 estadounidenses que mueren innecesariamente cada año para que ejecutivos de compañías de seguros como Brian Thompson puedan convertirse en multimillonarios", tuiteaba horas después del asesinato Anthony Zenkus, profesor de la Escuela de Trabajo Social de Columbia.
Hubo quien levantó la voz en redes también para compartir sus experiencias más traumátcias con las aseguradoras, incluida una madre que relató las trabas que le puso UnitedHealtchare en un momento clave: cuando se vio en un hospital sola, a punto de dar a luz y con la urgencia de operar a su otro hijo por un tumor cerebral.
A la crónica del asesinato y las pistas que iban recabando los investigadores sobre el pistolero se le fueron añadiendo datos sobre la facturación del sector de las aseguradoras o la calidad y coste de la asistencia sanitaria en EEUU.
"El asesinato de Brian Thompson desata la ira contra la industria de la salud", titulaba el diario The Guardian el sábado 7. Un día después El País deslizaba otro dato aún más revelador: una publicación de UnitedHealthcare en Facebook sobre el asesinato de su directivo acumulaba más de 23.000 emojis… de celebración.
El propio caso no tardó en tomar un cariz claramente simbólico. Un día después del asesinato la policía ya hablaba de un "ataque selectivo y planeado" y de que las balas recuperadas en la escena del crimen tenían tres palabras "meticulosamente" escritas: Deny, Defend, Depose (negar, defender y deponer), un posible guiño a las respuestas de las aseguradoras a las reclamaciones de sus clientes.
Dos de esos términos forman parte de hecho del título de un libro publicado en 2010 por Jay M. Feinman que aborda precisamente por qué las compañías no abonan reclamaciones y cómo pueden responder los afectados.
Del rostro al nombre… y la historia
Las capturas de las cámaras de seguridad en las que se aprecia parte del rostro del presunto asesino de Thompson no tardaron en trascender. Y gracias a ellas ahora tenemos además un nombre, el de Mangiano, fotografías de su vida privada y pinceladas de su historia. De él ha trascendido que tiene 26 años, procede de una familia acaudalada de Maryland, donde nació y se crio, y que vivió en Hawái.
También que fue estudiante de la Universidad de Pensilvania, que estudió ingeniería y que trabajó en una web de compraventa de coches, aunque sus responsables no han tardado en matizar que Mangione dejó de formar parte del equipo el año pasado. Se sabe además que recibió una educación cara, fue un alumno destacado en la escuela Gilman y su afición por los videojuegos.
Detalles biográficos aparte, lo que realmente ha llamado la atención son sus perfiles en redes sociales. En Goodreads por ejemplo dio una calificación de cuatro estrellas a 'La sociedad industrial y su futuro', obra de Theodore John Kaczynski, más conocido como 'Unabomber' y el envío de cartas bomba entre los 70 y 90.
"Resulta fácil descartar este texto de manera rápida e irreflexiva como el manifiesto de un lunático para evitar enfrentarse a algunos de los problemas incómodos que identifica", escribió Mangione en la reseña colgada en Goodreads sobre la obra: "Pero es sencillamente imposible ignorar lo proféticas que resultaron muchas de sus predicciones sobre la sociedad moderna".
"Era un individuo violento (justamente encarcelado) que mutilaba a personas inocentes. Aunque estas acciones tienden a ser caracterizadas como las de un loco ludita, sin embargo, son vistas más exactamente como las de un revolucionario político extremo", señala el joven en su valoración. Ahora tanto sus lecturas, como su entorno familiar y amistades han despertado la atención de los investigadores centrados en el asesinato de Thompson y los medios de todo el planeta.
En concreto hay dos aspectos que ya centran el foco. El primero es que supuestamente hace seis meses el joven cortó la relación con sus amigos y familiares. El segundo, un doloroso problema en la espalda que, según relataba hace poco uno de sus conocidos a Fortune, parece haber alterado su vida.
Las imágenes de Mangiore que han trascendido, sacadas de las redes, lo muestran sin embargo cómo un joven atlético, apuesto y con una forma física envidiable. De hecho en una de las fotos que más ha circulado desde ayer, extraída de X, posa sin camiseta, bronceado y luciendo un torso y brazos musculados.
La fascinación que empieza a destilar el caso Mangiore tampoco es nueva. EEUU ya ha dejado otros ejemplos notorios que rozan incluso el culto, como el de Charles Manson, reconvertido casi en un ídolo en ciertos círculos, Ted Bundy, de quien se cuenta que recibía cartas de admiradoras en prisión, o Chris Watts.
A diferencia de muchos de ellos, Luigi Mangione no es un asesino en serie, pero pasadas apenas unas horas desde que su nombre (y fotos) se ha hecho públicos el interés hacia su persona y aspecto son palpables, sobre todo en redes.
Una cuenta en X con su nombre e imagen abierta en abril de 2016 suma ya 315.200 seguidores, varias decenas de miles más que hace apenas unas horas, y sus publicaciones se han llenado de mensajes de apoyo e incluso admiración. Hay quien muestra tatuajes con su rostro encapuchado, quien le ha dedicado montajes o se dedica a agitar el hashtag #FreeLuigi para darle mayor visbilidad en X.
Por lo pronto, el McDonald´s de Altoona deja ya una prueba de su repercusión.
Imágenes | X
Ver 30 comentarios
30 comentarios
shyrka
Condenar siempre la violencia aunque éstos directivos de empresas de sanidad privada la ejerzan sistemáticamente contra la población.
A ver si aprendemos a valorar el tesoro que tenemos con la sanidad pública y dejamos de votar a aquellos que se empeñan en destruirla para privatizarla en su beneficio o el de sus parejas.
Cifra
Los CEO de las grandes empresas son una lacra para la sociedad, suelen ser oligarcas fascistoides cuyo unica meta en la vida en parasitar la sociedad para hacerse ellos y a sus empresas mas y mas ricos, a costa de lo que sea, incluido dejar morir a miles de personas sin atención médica con cualquier excusa. No me da ninguna pena ese señor, ninguna.
dark_god
Cuando un CEO ricachón muere encuentran rápido al culpable. Esto era cuestión de tiempo y pasará por muchas otras cosas. Lo del sistema de salud en USA es atroz. Los seguros médicos y en menor medida hospitales y farmacéuticas son responsables directos de miles de muertes al año por demorar procesos, negar tratamientos y costes absurdos. El fenómeno viral está sacando a la luz casos que dan ganas de vomitar.
wiredbrain
¿Poderoso CEO? No sería tan poderoso si cuando le disparan se muere como cualquier otra persona. A algunos se les olvida que todos somos seres humanos, y que tener mucho dinero, aunque te proporciona cierta impunidad ante el sistema, no te otorga inmunidad contra las balas. Así que el poder es relativo.
Con el sistema de seguros privados que tienen en EEUU, me sorprende que no haya ocurrido lo mismo más veces, en fin. Es triste que haya que llegar a estos extremos para que la gente se llegue a plantear si ese es el sistema a seguir.
Y que conste que no apruebo para nada los métodos violentos ni el asesinato como una vía para el cambio.
alexxktj
Ojalá nadie siga el ejemplo y los pobres especuladores estén bien en sus yates mientras la gente se muere sin techo , atención médica o tienen que vivir a base de ayudas sociales.
rober7064
Cuando gente de toda clase alaba a un asesino con comentarios como "Sacó de circulación a un asesino en serie" , "Se sacrificó por nosotros" o "Thank for your service, sir" es que la cosa está a punto de estallar. Mucha gente no puede ver a Trump y lo considera un peligro para su país y el mundl, pero el intento de asesinato no fue aplaudido ni justificado a los niveles que vemos ahora. En los medios en inglés he visto a mucha gente diciendo que no justifica la violencia, que matar está mal y demás, pero a nadie lamentando la muerte de Thompson y sí a muchos lamentando el destino de Luigi Mangione. Por menos han caído gobiernos. Creo que en este caso no veremos un cambio social, pero sí gastos estratosféricos en seguridad y atentados de imitadores.
imfitchmvd
Aparecen los discursos éticos únicamente para cuestionar a la sociedad, pero nunca al sistema que orilla a esos extremos.
Supongo que la empatía se alimenta de la reciprocidad.
enzar1
Seguro que el ceo que ha muerto, tenía más muertes en su haber que el presunto homicida.
carloslópez_1
Nadie tiene derecho a quitarle la vida a otra persona, pero ojalá sirviera de algo y que muchos mercaderes de la salud recapaciten.
huevomaestro
Soy el único al que le resulta muy extraño que un tipo claramente inteligente guarde el arma del crimen y continúe con su documentación falsa encima una SEMANA después?
Ojalá tuvieran tanta cobertura mediática las muertes que provoca la avaricia de ciertos ceos
Yautja
Se que aveces se necesita la violencia para conseguir resultados reales , pero en este caso me parece que es un socialista de mrd 😒
sr.lobo.
"al poderoso CEO de la poderosísima compañía aseguradora UnitedHealthCare. "
Poned más adjetivos a ver si es posible despersonalizarlo al máximo. Cuanto más poderoso, más malo, y cuanto más malo, más justificable que lo maten...
Era poderosamente poderoso.