En pleno siglo XXI, lo que ocurre en Polonia es indescriptible. Muchas de las ciudades y provincias del país se han declarado LGTBQ-free. Es decir, libres de la ideología LGBTQ. Una manera de evitar que se lleven a cabo desfiles del Orgullo y otros eventos en reivindicación de la homosexualidad. A mediados del año pasado, casi un tercio de los municipios del país católico de 38 millones de habitantes habían adoptado este “estatus”, a menudo tras las presiones de los grupos más ultraconservadores.
Ahora, la Unión Europea ha dicho basta. Ya está trabajando en una posible acción legal contra Polonia por su represión de los derechos LGTBQ.
Zonas LGBTQ-Free. ¿Qué son? Decenas de pequeños pueblos que se han declarado libres de la "ideología LGTBQ". En el país la hostilidad de los políticos hacia los derechos de los homosexuales ha llegado hasta tal punto que se está enfrentando a la derecha religiosa contra los polacos de mentalidad más liberal. Y las personas homosexuales que viven en estas áreas se enfrentan a una elección: emigrar, agachar la cabeza o luchar.
ILGA, la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersexuales explicaba en este reportaje de Bloomberg que Polonia es el peor lugar de la UE para las personas LGTBQ. Durante la campaña electoral del año pasado, el presidente Andrzej Duda se refiría a la homosexualidad como una "ideología extranjera" que es "peor que el comunismo". Parece surrealista que Polonia, progresista en su esencia—despenalizó la homosexualidad en 1932, décadas antes que la mayoría de los países europeos— haya llegado a este punto.
Homofobia. Swidnik, a un par de horas al sureste de Varsovia, fue el primer municipio en adoptar una resolución contra la "ideología LGTB". Pero este mensaje, con el que se incurre en que la ideología europea amenaza a la familia heterosexual tradicional polaca ya ha cambiado el mapa del país por completo en cuestión de meses. El arzobispo de Cracovia advertía recientemente sobre una "plaga del arco iris" neomarxista. Y por más descabelladas que puedan parecer estas ideas, los políticos de alto nivel y las figuras más influyentes se hacen eco de ellas.
Con la homofobia "permitida" por el estado y unos medios de comunicación en gran parte hostiles, los homosexuales polacos corren el riesgo de ser empujados de nuevo hacia el armario, especialmente en las zonas rurales.
La respuesta Europea. Varios tribunales polacos han dictaminado que la creación de estas medidas son inconstitucionales y discriminatorias y, si bien las declaraciones carecen de sentido legal, han alimentado el miedo y la discriminación. De hecho, la UE ya trabaja en acciones para parar el fenómeno. Medidas jurídicas que podrían prolongarse durante años y comenzarían con la Comisión iniciando un procedimiento de infracción.
Pero ojo, si la comisión determina que la nación no ha implementado los cambios requeridos, puede llevar el asunto al Tribunal de Justicia de la UE, que en última instancia podría imponer una multa si la nación no cumple con un primer fallo que determina una violación de la ley.
Las consecuencias. Y todo esto podría saldarse con diferentes sanciones importantes. La comisaria para la igualdad, Helen Dalli, ya ha dicho anteriormente que las ciudades polacas que se declaran "libres de LGTBQ" no deberían recibir fondos de la UE. La comisión recibió un nuevo poder este año que le permite retener distribuciones de su presupuesto conjunto de 1,2 billones de euros por violaciones del estado de derecho.
Eso significa que si la Comisión puede demostrar que las acciones de Polonia tienen un impacto directo en las finanzas de la UE, entonces puede retener las distribuciones presupuestarias. Varsovia perdería hasta 23.900 millones de euros en subvenciones si se activara este mecanismo.
Libertad. En respuesta al retroceso de los derechos LGTBQ en algunos países de la UE, especialmente Polonia y Hungría, los eurodiputados declararon a la UE como una “Zona de Libertad LGBTIQ”. Es decir, a la inversa. ¿Qué dice la resolución concretamente? Que los derechos LGTBQ son derechos humanos. La medida, aprobada con el apoyo de 492 legisladores, tiene como objetivo frenar el creciente discurso de odio por parte de las autoridades públicas y los funcionarios electos.
Una medida, sin embargo, más simbólica que otra cosa. Pero que sirve de pistoletazo a otras medidas que podría aplicar la UE en los próximos meses.
Una batalla de no acabar. Todas estas decisiones no son otra cosa que la evidencia de que la UE está adoptando una postura más dura contra los estados miembros que contravienen los valores del bloque, terreno político delicado para pisar mientras los partidos de extrema derecha compiten por los votos en Alemania, Francia y Hungría.
La UE ha estado luchando durante años contra Polonia y Hungría por numerosas cuestiones relacionadas con el estado de derecho que, hasta ahora, a menudo han dado lugar a pocas sanciones concretas. Así que esto también corre el riesgo de convertirse en otra batalla prolongada que Polonia y Hungría simplemente ignoran.
El caso húngaro. Lo hemos visto en el país liderado por el gobierno de Viktor Orban, quien hace poco prohibió el contenido para menores que "promueva la homosexualidad". La Comisión Europea les avisó en una carta de que estaba tomando medidas legales contra el proyecto de ley porque discrimina a las personas por su orientación sexual.
Para que os hagáis una idea de las dimensiones del debate: Mark Rutte, terminó diciéndole a Orban que podía abandonar la UE durante un acalorado enfrentamiento en una reunión de los líderes del bloque hace unas semanas. Más de una docena de gobiernos firmaron una carta diciendo que la ley representaba "una forma flagrante de discriminación basada en la orientación sexual, identidad y expresión de género". La lucha continuará en el bloque.
Imagen: Czarek Sokolowski (GTRES)
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