Por qué el star-system español es muy, muy superior al de Estados Unidos

Para cada gran estrella mediática anglosajona, ya sea de Estados Unidos o de Gran Bretaña, hay un equivalente hispanohablante. En general, las comparaciones son odiosas. Y sí, en general, las comparaciones entre la cultura de masas norteamericana y la española, aquella a la que imita con poco éxito, suelen deparar en un severo juicio hacia nuestros productos locales. En Magnet, conscientes de la injusticia, queremos corregirlo. Nuestras estrellas no sólo están al mismo nivel que las norteamericanas y británicas, sino que son mucho, mucho mejores. Y qué mejor modo de hacerlo que comparándolas una a una.

Iker Jiménez → James Corden

No estaban destinados a encontrarse así, pero el momento Rumba 3 de Iker le emparenta de forma directa con el Carpool de James Corden. Ni que decir tiene que lo supera desde cualquier parámetro objetivo. Fuerza, Iker, estamos contigo.

Andreu Buenafuente → David Letterman

Ya retirado, Letterman ha sido el rey del late night norteamericano durante décadas. Como en España sólo tenemos uno, jamás ha tenido rival ni se ha visto relegado a un segundo puesto, lo que le coloca en un estadio metafísico superior.

Duncan Dhu → The Smiths

Por si quedaba alguna duda, les versionaron. Y Mikel Erentxun es infinitamente menos pesado que Morrissey.

Estopa → Oasis

Dos hermanos salen de una ciudad obrera del norte de sus respectivos países y se ponen a copar las listas de éxitos y los corazones de toda la muchachada porque son los más auténticos (con un entrañable punto paleto). Las factorías del hierro de Manchester → la SEAT de Martorell. Pero "pastillas de freno a toda pastilla" > "after all you're my wonderwall".

Así que los hermanos Muñoz se comen a los Gallagher.

Antonio Resines → Robert De Niro

Mientras De Niro ha tenido que transformarse en mil personajes para labrarse una totémica carrera, Resines ha logrado llegar al mismo lugar interpretando siempre al mismo personaje. Él. De Niro tiene mucho que aprender de Resines.

Miguel Ríos → Bruce Springsteen

Heartland Rock versión andaluza con versión del himno de la alegría incluida. Y esa autenticidad rock un poquito rancia. Ahí gana Ríos, claro.

Isabel Pantoja → Tina Turner

No creemos que sea necesario explicar por qué Isabel Pantoja mola mucho más que Tina Turner. Pero por si acaso, dentro vídeo:

El Intermedio → The Daily Show

Mientras el público progresista norteamericano se ha educado durante dos décadas de la mano de Jon Stewart, en España hemos tenido que optar por el Gran Wyoming. El Intermedio ocupa el mismo lugar que The Daily Show, sólo que en versión española. Problema para The Daily Show: ellos no pueden hacer chistes con Luis Bárcenas.

Gabino Diego → Nicolas Cage

¿Os acordáis de él? Creemos que la carrera de Gabino Diego permite más memes y una proyección popular e icónica mayor que la de Nicolas Cage. Al fin y al cabo, ambos son ese primo lejano con el que no hablas demasiado (porque no tienes mucho de lo que hablar, pobrecito), pero que es majo y entrañable.

OBK → Depeche Mode

Los reyes del sintetizador españoles, pero con estrofas mucho más memorables que las de Depeche Mode: "Historias de amor / Ojos que miran con ilusión / Pasiones vividas entre los dos / Imposibles de borrar". Además, pusieron música a la Vuelta. Total win.

Bertín Osborne → Dolly Parton

Dolly tuvo un programa que llevaba su nombre en el que hacía monólogos de humor y cantaba mientras entrevistaba a otros artistas en plan colegueo. Bertín tuvo un programa que llevaba su nombre en el que hacía monólogos de humor y cantaba mientras entrevistaba a otros artistas en plan colegueo. Son tal para cual. Aunque en la recámara tenemos a Toby Keith, la country-star patriota.

Bertín está por encima de todo, por supuesto.

Arturo Valls → Jimmy Fallon

Un clásico: presentador random que cae bien a todo el mundo y no hace daño a nadie. Como Arturo es doscientas millones de veces más cuñado, gana Arturo.

Pablo Alborán → Ed Sheeran

El chico sensible que acapara las listas en un contexto de poligonización de la música de estadio. Canciones blanditas e inofensivas que, de un modo tierno y un poco inexplicable, les han lanzado al estrellato. Alborán es guapo. Gana Alborán.

Gym Tony → Cheers

¿Será capaz alguna vez la televisión norteamericana de alcanzar el grado de esperpento desplegado noche tras noche por Gym Tony? No. Cheers, aquel referente tan remoto sobre la amistad en formato corto, no le llega ni a la suela de los zapatos. Gym Tony es consciente de su horror vacui permanente y lo explota a conciencia. Es una obra maestra del espanto.

Chenoa → Beyoncé

Beyoncé es un producto comercial pergeñado por su padre que se independiza y se hace feminista. Chenoa es un producto comercial pergeñado por Gestmusic que se independiza y se hace María Teresa Campos wannabe.

El PP de Valencia → The Wire

Desde que descubrimos que algunos de los dirigentes más importantes del PP de Valencia, cuyos logros en materia de corrupción no tienen parangón, utilizaban cabinas telefónicas para gestionar sus problemas, lo tuvimos claro: ellos son The Wire. Con Rita Barberá en el papel de Clay Davis.

Daddy Yankee → Jay Z

El productor/rapero más inteligente en lengua castellana. Jay Z estaría orgulloso, pero a Jay Z no le gusta la gasolina, y a nosotros la gasolina nos flipa.

Ana Rosa → Ellen

La reina de las mañanas pero con salseo sobre Gran Hermano. Insuperable.

Joaquín Sabina → Tom Waits

La voz cascada, la mitología del poeta alcoholizado y maldito, ese aura mística que le rodea y que, de paso, rodea (de forma muy ceniza y chunga) a todos sus fans. Pero en una esquina de Chamberí.

Joan Manuel Serrat → Leonard Cohen

Lógico: el cantautor que revisita con cierto tino el cancionero popular y que es un poco plasta pero que todo el mundo admira y respeta porque, al fin y al cabo, no todo puede ser odio en esta vida. Pero con 'Mediterráneo' de fondo.

Andrés Calamaro → Bob Dylan

Dylan tiene mejores discos, vale, pero puestos a elegir, nos quedamos con la versión apócrifa y dubitativamente parodiada de Dylan. Cuando Dylan legue un momento tan glorioso como "estamos más cerca de aspirar que del Grammy", nos lo replanteamos.

7 Vidas → Friends

Duró más o menos lo mismo. Pero en 7 Vidas estuvo Amparo Baró dando collejas.

Jordi Évole → John Oliver

Domingo por la noche, te sientas frente al televisor. Esperas pasar un momento si bien no divertido al menos sí edificante, tratando de hablar de cuestiones que quedan alejadas de los focos de la actualidad pero que tienen un gran impacto en nuestras vidas. Évole hace las veces de nuestro John Oliver (que es el jefe), a falta de un John Oliver de verdad.

Vetusta Morla → Radiohead

Por si quedaba alguna duda.

Dover → Nirvana

¡El inagotable aliento del grunge! Pero varios años más tarde y en peor, en mucho peor. Sólo España podía llegar de forma tan rematadamente desconectada a aquel movimiento musical y juvenil que cambió el panorama de la música independiente norteamericana para siempre. Hacerlo tan mal que duela siempre mola. Además, Dover siguen, ejem, adelante.

Dani Rovira → Chris Rock

El cómico oficial del momento. Dani Rovira no tiene tanta gracia como Chris Rock, pero Chris Rock ha sido incapaz de (mal)interpretar a un andaluz tratando de hacerse pasar por un joven abertzale, lo que otorga +1000 en carisma.

Julián Ruiz → John Peel

¿Cuántos millones de discos ha producido John Peel? Ni la mitad que Julián Ruiz. ¿Cuántas gloriosas reseñas poniendo parir a Animal Collective mientras se vanagloriaba de sí mismo ha escrito John Peel? Ni una. Ni una sola. Ni los Undertones ni los Untertonas.

Penélope Cruz → Penélope Cruz

La prueba del algodón definitiva. ¿Qué mola más, la Penélope Cruz de Volver o Jamón, Jamón o la Penélope Cruz de Bandidas y otro sinfín de castañas cinematográficas norteamericanas? La Penélope Cruz mejor es la Penélope Cruz que actúa en español, para un público español. Nuestra Penélope Cruz es su Penélope Cruz, pero de verdad.


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