Felix Arvid Ulf Kjellberg tiene 27 años y es muy posible que ya haya llegado (y abandonado) su cumbre laboral. PewDiePie, el padre de todos los youtubers, lo deja definitivamente, haciendo así que 2016 añada otra víctima más a su larga lista de negligencias.
Lo explicó en un video inusualmente serio hace unos días: cuando llegue a 50 millones de suscriptores cierro el canal y borro todo su contenido. Cuando hizo el anuncio contaba con 49.300.000 suscriptores. En menos de una semana llegó a la cifra deseada, y lo que queda ahora es desconectar. Si cumple su promesa, a su canal le quedan menos de dos horas de vida.
PewDiePie era hasta hoy el realizador más importante de Youtube. Gracias a sus casi 14 millones de reproducciones diarias, este chico se había ganado él sólo un volumen de impacto similar al de la cadena estadounidense con mejor share del día o a un buen capítulo de The Walking Dead. Ni todos los recursos de VEVO habían logrado bajarle de su trono. Y ahora, al sentir que había llegado a un punto intolerable de maltrato por parte de la plataforma hacia los creadores, ha decidido marcharse.
Por el momento sólo podemos especular con qué va a ocurrir tras su ausencia. ¿Aparecerán en sustitución nuevos PewDiePies con mayor tolerancia a los designios de YouTube? ¿Habrá una estampida de creadores siguiendo la estela de este icono mediático? ¿O volverá el joven poco tiempo después de su abandono ansiando recuperar el poder de influencia que su canal le concedió en estos últimos cuatro años?
Lo que sí podemos hacer es un repaso a los datos más importantes de su trayectoria, de cómo se pasa de ser un fracasado estudiante de economía industrial a ser el posadolescente más importante del mundo.
Quién es PewDiePie
PewDiePie se adapta a la clásica historia de éxito meteórico de los pioneros de una fórmula propia. Nacido en Gotemburgo, criado por dos padres de alto nivel profesional y de renta, un pubescente Felix se metió a estudiar economía industrial y administración tecnológica, pero en 2010 dejó las carreras incompletas para dedicar todo el tiempo posible a su pequeño canal de YouTube, en el que subía gameplays comentados.
Sus padres rechazaron su nueva hoja de ruta laboral y le retiraron el apoyo económico. Al principio el joven compaginaba su trabajo en el canal con otro en empleos de baja cualificación.
La cifras
La popularidad de PewDiePie empezó a escalar rápidamente en 2011 gracias a los Let’s Play de juegos de horror, especialmente el Amnesia: The Dark Descent y sus subsiguientes mods. En diciembre de ese año contaba con 60.000 suscriptores, que en unos meses se convirtieron en 700.000. A finales de 2012 ya contaba con dos millones de seguidores en YouTube. En 2013 se convirtió en el youtuber más importante de la plataforma, título que ostentaría imbatible hasta hoy, con sus 50 millones de suscriptores.
En ese tiempo ha pasado, también, de ganar 4 millones de dólares en 2013 a recibir 12 millones de dólares en 2015 gracias a su trabajo dentro de YouTube así como de lo generado por sus campañas promocionales de distintos productos (Disney y Nintendo han sido algunos de sus sponsors).
Aunque, según ha comentado en varias ocasiones el youtuber, no le preocupa demasiado cuánto dinero gana más allá del necesario para tener una vida confortable. Es conocida su despreocupación sobre el uso de Adblocker en el que incurren el 40% de sus espectadores (una de las políticas que YouTube incorporó era recortar del beneficio neto de los youtubers las visitas que usasen ese tipo de herramientas). El sueco también ha hecho públicas diversas campañas de donación de sus ganancias a movimientos benéficos.
Seis años, 50.085.065 suscriptores, 3.027 videos y 13.861.067.953 visualizaciones después, PewDiePie ha garantizado que va a borrar todo su trabajo de una plataforma con la que cada vez ha ido estando más descontento.
El appeal
Este veinteañero comenzó con los gameplays. En vez de limitarse a crear grabaciones de juegos, creó un estilo propio llamado Let’s Play, videos editados con los mejores momentos de cada partida que mezclaba con sus propios comentarios jocosos, logrando que su visionado fuese más empático: el carismático creador compartía su rostro, imágenes del video y sus comentarios. Por ejemplo, cuando se asustaba, abandonaba momentáneamente el inglés e insultaba instintivamente en sueco, su lengua materna.
En vez de ver a un tipo probar un juego que te interesa, los trabajos de PewDiePie eran como si estuvieses echando un vicio con un amigo. Y fue el más visible de los pioneros del modelo de creación que hemos visto después en otros famosos rostros de YouTube, como ElRubius.
Críticas y elogios a PewDiePie (y su modelo)
Otro de los puntos más importantes de su trayectoria es su continuado apoyo de los juegos indies, cosa que ha causado un “efecto Oprah” en muchos de los juegos que PewDiePie ha mostrado en su canal: su resonancia ha ayudado de forma crucial a distintos estudios de desarrolladores, ya que muchos de sus seguidores se animaban a comprar los juegos.
Pese a todo, una de las críticas que ha recibido históricamente como creador es la de no ser “crítico” con los videojuegos. Indirectamente, toda exhibición de un juego en su canal se convertía en promoción, y raramente decía nada negativo de ellos. Por eso, algunos aficionados y profesionales del medio molestos han opinado que eso distorsionaba la recepción informativa de una vasta cantidad de potenciales jugadores.
Frente a esos comentarios, otros opinaban que la responsabilidad de ese efecto no debería recaer en el youtuber, que no es más que una figura dedicada al entretenimiento.
La maduración
Probablemente motivado por el sistema de YouTube, que promueve la producción constante y cuantiosa de videos, y también por la maduración personal, Felix ha ido abandonando sus registros inocentes y cómicos por otros cada vez más sobrios y elaborados. A sus 27 años PewDiePie ya no hace tantas bromas sobre penes ni hace comentarios jocosos sobre ciertos colectivos como hacía en sus inicios.
Hace unos días, Kotaku escribió de esta nueva tendencia lo siguiente: “El PewDiePie de 2016 todavía se muestra inmaduro en algunas ocasiones, pero algo que cada vez se manifiesta de forma más clara en sus videos ces el angst existencial, lo que él describe como ‘la triste realidad de hacer contenido para una máquina que no puedo controlar ni entender del todo’”.
El hartazgo
Para PewDiePie, Youtube es el sitio que le ha dado la fama y el mismo espacio que se la limita cuando decide cambiar su sistema, y por eso su relación con la compañía es de continuo amor-odio.
Desde hace aproximadamente un año el youtuber ha ido siendo más crítico tanto con sus trabajos previos como con las nuevas políticas de la plataforma. El detonante actual, la instauración de un algoritmo “a lo Facebook” y al que le importa más qué se está viralizando en el momento que las suscripciones que cada usuario haga de los canales que le interesan.
Según Felix, varios de sus lectores le habían avisado: YouTube les está cancelando sin avisar la suscripción de su canal, y él mismo explicó en su video que había experimentado el mismo efecto con canales que incluso visitaba semana tras semana desde hacía años. Potenciando la sección de "Tendencias", YouTube está promoviendo la proliferación del clickbait del audiovisual, y eso sería la caída definitiva de los creadores de contenido diario.
Uno de los últimos anuncios oficiales de la plataforma rechazaba que se estuviera decantando por esas prácticas de desuscripción oculta, pero el hartazgo hacia la plataforma no es un hecho aislado, y las amenazas de destrucción de sus propios espacios son ya frecuentes entre otros youtubers de su mismo tamaño.
Si PewDiePie es firme en su propuesta (porque, ey, esto aún podría ser una broma) y da ese primer paso, es seguro que se causará un revuelo entre las comunidades de creadores que llevará a un replanteamiento profundo de hacia dónde va el contenido de estas estrellas de los adolescentes de todo el mundo.
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