España no tiene una tradición de estadistas políglotas, eso es innegable. Pero, a veces, surge la pregunta opuesta: si Rajoy no habla inglés, ¿por qué los líderes de las otras potencias no hablan castellano? ¿No se supone que somos el segundo idioma del mundo en términos de lengua materna? ¿Que los hispanos son la población que más va a crecer en Estados Unidos?
Como en los crímenes o en los últimos días del mes, la respuesta la encontramos antes si seguimos el dinero. En términos económicos, Obama y Merkel están bien como están. Si acaso, deberían estudiar chino y japonés. ¿Por qué? Hemos preparado un ranking del peso de los principales idiomas en la economía global. Y el castellano no está dónde te imaginas.
El inglés es invencible (de momento)
El Fondo Monetario Internacional estima cada año el producto interior bruto nominal de cada país, algo que nos permite calcular más o menos qué aporta cada idioma a la economía global. Para simplificar, hemos cogido datos de 2013. Que, en el caso del inglés, reflejan una situación obvia: Estados Unidos sigue siendo el país con mayor peso económico, incluso sin sumarle Reino Unido, Canadá y Australia.
Dato divertido: en ninguno de esos países el inglés es el idioma oficial (Canadá le da preferencia, junto al francés, por encima del resto de idiomas), porque no tienen. Así que sí, el castellano podría convertirse algún día en el idioma de facto de Estados Unidos, a pesar de que más de 30 estados han declarado ya al inglés idioma legislativo.
Pero, las cifras del inglés:
Incluso dando por buenos los cálculos de que el castellano mueve un billón de dólares en Estados Unidos, no llegaría ni al 10% del total estadounidense. En total, los principales países de habla inglesa supusieron el 30,9% de la economía global en 2013.
China y Japón completan el podio
La economía china tuvo un valor estimado de más de nueve billones de dólares en 2013 (9.181.377 millones). Y la japonesa de casi cinco billones (4.901.532). Los dos gigantes de Asia no necesitan que ningún otro país hable su idioma para ser determinantes en el mundo.
Y ahora toca el castellano, ¿no?
Pues no. Sorpresa: Alemania no sólo es la primera potencia de la Unión Europea sino que, si suma a sus colegas de habla germana, se convierte en el cuarto idioma más poderoso del mundo en términos económicos. Es lo que tiene ser la principal lengua de Suiza, el idioma oficial de Austria... Y eso que no vamos a incluir a Luxemburgo o Liechtenstein.
El castellano es el quinto idioma en peso económico. Está por delante del ruso, por ejemplo, pero se divide por importancia en tres regiones muy dispares: España en Europa, México en Norteamérica, y Argentina y Colombia como principales países de Sudamérica (de habla hispana: Brasil gana a todos). ¿La diferencia entre el alemán y el castellano? Unos 80.000 millones de dólares, menos de lo que costará el tercer rescate a Grecia.
Así que no: Obama se las apaña con el "sí se puede" y el problema hispano de Estados Unidos lo heredarán sus sucesores. Y Merkel puede confiar en la potencia productiva (¡y financiera!) del alemán. Más allá de eso, no tienen motivos para hablar en castellano. Si nos sirve de consuelo, eso sí, los hispanohablantes tenemos un porcentaje en la economía global bastante similar -aunque inferior- al poblacional:
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Imagen: Pete Souza para la Casa Blanca
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