¿Por qué, por muchas que hayamos visto, las ilusiones ópticas y visuales siempre nos enganchan?

Puede que el gato nos gane a curiosos, pero tampoco nos quedamos demasiado cortos. Aunque los hay en mayor y menor medida, el ser humano tiene esa curiosidad de manera innata y gracias al desarrollo cognitivo y de lo artificial en general nosotros mismos nos creamos estímulos en este sentido, sobre todo visuales. Un ejemplo de ello son las ilusiones visuales y ópticas, algo que no caduca y que siempre nos atrae.

Un ejemplo es esta fotografía que publican en The Poke del Instagram de la fotógrafa suiza Tiziana Vergari, que en el momento de la publicación tenía unos 13.000 "me gusta" y que como vemos ya pasa de 17.000. ¿El motivo? Lo podéis ver y experimentar vosotros mismos, lo "inexplicable" de la fotografía que crea, un debate de casi 2.500 comentarios. ¿Qué nos ocurre con las ilusiones perceptuales y por qué nunca dejará de pasarnos?

Diseñados para aprender, aunque a veces no lo parezca

Siempre se ha dicho que la curiosidad es un signo de predisposición al aprendizaje, y de hecho hay estudios como el de Matthias J. Gruber (Universidad de California) que sustentan esta idea a nivel neurológico. Y el enganche que experimentamos con las ilusiones ópticas al parecer está relacionado con este mecanismo innato de estimulación por el aprendizaje.

Nuestro cerebro se pone en "modo esponja" cuando hay algo novedoso a nuestro alrededor con tal de aprender qué ocurre en este nuevo escenario

Según apunta la investigadora cognitiva del MIT Aude Oliva, nuestro cerebro se pone en "modo esponja" cuando hay algo novedoso a nuestro alrededor con tal de aprender qué ocurre en este nuevo escenario, de modo que puede añadir más información a su base de datos.

El cerebro está ajustado para aprender nuevos conceptos. Cualquier cosa que sea nueva y sorprendente nos gustará de manera natural porque significará que estamos aprendiendo algo de ello

De este modo, las ilusiones perceptuales suponen algo nuevo o, mejor dicho, un reto. Éstas plantean un pequeño desafío a nuestro cerebro debido al engaño que sufre nuestra percepción, motivando que queramos verlo hasta descubrir qué es lo que hay realmente ante nosotros (es decir, una realidad plana). Una motivación que entremezcla engaño sensorial y un posterior almacenamiento de datos.

A esto se juega desde hace tiempo

La prueba de que es algo más bien instintivo es que es algo que siempre funciona, y de hecho ya era un fenómeno de estudio en la Grecia Clásica, aunque desde otro punto de vista no tan neurológico o físico. Según leemos en Optical Spy, el fenómeno de las ilusiones ópticas y visuales empezó a ser objeto de estudio desde el siglo V antes de Cristo, una investigación que abarcó tanto a psicólogos, como a físicos como a filósofos.

Hay, por tanto, algunas ilusiones visuales (cuando la alteración se produce en el sistema visual) que ya se consideran tradicionales, aunque es algo casi atemporal dado que siempre suelen funcionar. Te mostramos algunos ejemplos que probablemente te suenen:

Centra tu vista sobre uno de los puntos de intersección entre las líneas blancas, entenderás por qué se llama cuadrícula centelleante.
Una de las más populares, el jarrón de Rubin.
Éstas también son my conocidas y se fundamentan en lo mismo, en un perfil "engañoso". ¿Veis las dos opciones en cada una?
Ilusión de Hering. ¿Son curvas las líneas paralelas?
Una similar a la anterior, la ilusión de la pared de café. En esta ocasión la confusión viene en si hay ángulo o no en las líneas.

El modernismo de tomarnos el pelo

Los que acabamos de ver son ejemplos a los que aún se sigue recurriendo cuando se habla de esto, por ejemplo en clases de filosofía o psicología. Pero con el tiempo estas ilusiones también han evolucionado, ya sea por los nuevos recursos como por el perfeccionamiento de las técnicas o el ingenio del autor. Tenemos un ejemplo en las elaboradas ilusiones visuales de Erik Johansson:

Otras son reales y se basan en la composición de la escena o la instantánea. Un ejemplo muy famoso es el de las películas del Señor de los Anillos, en las que se utiliza una técnica visual para que el espectador vea mucho más bajito a Elijah Wood que a Ian McKellen. Algo que Peter Jackson logró mediante la posición adecuada de la cámara y las distancias de ambos actores con respecto a éstas.

Las ilusiones ópticas han pasado de dibujos ficticios a fotografías "reales"

De este tipo de composiciones encontramos también numerosos ejemplos, en las cuales por disparar en el lugar adecuado y la composición adecuada conforman ilusiones con elementos reales (como la que encabezaba este post), aunque a veces no son intencionadas como en el caso del famoso vestido. Aquí tenéis algunos ejemplos de ilusión creada por la perspectiva:

Y, cómo no, los GIFs. Estas animaciones también son un excelente método para que nos volvamos locos por unos segundos (eso que suelen llamar mind blowing). Os ponemos algunos ejemplos, con el bonus del tiranosauro hipnótico como guinda final:

Imágenes | Shannon West, Scrame
En Magnet | No son fantasmas, son fascinantes obras de arte 3D sobre tela
En Xataka Ciencia | Recopilación de seis ilusiones ópticas sorprendentes

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