Desde la Emoji Película que nadie se atrevía a hacer un alegato tan potente de la importancia cultural del símbolo fecal.
El proyecto. Por el momento sólo una propuesta arquitectónica que debe contar con el beneplácito de las autoridades locales antes de que pueda comenzar la construcción, aunque es muy posible que lo consiga. Se llama The Helix, "La Hélice", y es el plan de Amazon para la sede de próxima construcción que planea plantar en Arlington, Virginia, Estados Unidos. El estudio de arquitectura detrás del diseño es NBBJ y ya colaboraron con el gigante de venta cuando hicieron The Spheres o "Las esferas" en Seattle, tres globos de vidrio gigantes conectados llenos de vegetación (parecen un iglú).
La Hélice es a mayor escala. Son 106 metros de altura en espiral y, aunque el objetivo artístico es rendir tributo a "la belleza de la doble hélice tal y como se presenta habitualmente en la naturaleza", la sinuosidad y precisión de su curva, todo, ha recordado a internautas y periodistas al famoso emoticono de la caca con ojos.
La pregunta. ¿Es un proyecto atrevido pero razonable o más bien loco y chanante? Dependerá del punto de vista del espectador. Es una "torre de vidrio giratoria cubierta de árboles que se eleva hasta un punto por encima del resto del horizonte de la ciudad". La zona de los árboles, por cierto, tiene una doble funcionalidad, la de servir de pulmón de oxígeno para la zona y también permitir que quien quiera pueda subir a la planta que sea andando, ya que habrá un empinado sendero para hacerlo siguiendo la forma del edificio. Es más, Amazon dice que planificará actividades de ascenso y bajada en los fines de semana.
No todo es caca. El resto de la propuesta incluye el clásico repertorio de la arquitectura friendly-eco-techie-conscious: campus con estacionamiento para bicicletas, zonas de jardines y un parque para perros, área para comercios minoristas locales, etc. Por el momento los funcionarios del gobierno local, aunque cautos, han dado pie a pensar que están más inclinados hacia el sí que hacia el no. Es "diferente" e "interesante", han dicho, mientras en redes sociales la gente hace montajes comparándolo con el poop Emoji o directamente con la Torre de Babel.
Es posible que los vecinos de Arlington estén a favor, ya que para rellenar ese espacio municipal el borrador de propuesta suspendida en el limbo durante años eran un par de bloques de cemento.
Unos vienen mientras otros van. Arlington tiene una población estimada de 236.000 personas, y la promesa de estos headquarters es que la instalación atraerá de forma directa o indirecta a 25.000 empleados. Curiosamente lo que está haciendo ahora Seattle, con 750.000 personas, es obligar a la compañía a sacar las oficinas que había plantado en el centro de la ciudad para llevárselas a una ciudad periférica, Bellevue. Según Bloomberg, los informes internos de la compañía están movimiento a que sus centros operativos se planifiquen ya desde cero en sitios como el de este artículo, ciudades más pequeñas y más dependiente de grandes empresas.
Como ya hemos visto alguna vez, estas macrosedes lo que provocan son gentrificación. Incrementos del precio de la vivienda y un mayor trasiego turístico mientras las compañías, por el hecho de ofrecer esos trabajos, te piden que les des mayores rebajas fiscales para establecerse allí. Y cada vez le interesan menos a las grandes comunidades. Que se lleven sus sedes de m****a a otros lados, deben pensar muchos vecinos. El último pino lo plantan en Arlington.