200 personas van a ser vigiladas por posible fiebre hemorrágica en Madrid. Más de la mitad de ellos son empleados sanitarios de los hospitales Gregorio Marañón e Infanta Leonor. Una enfermera ya ha sido contagiada y está estable aunque grave. ¿El motivo? Un señor de 62 años fue al médico por el dolor producido por la picadura de una garrapata. Tres días más tarde estaba muerto.
¿Por qué te puedes morir por que te pique una garrapata?
La muerte del varón de 62 años no la provocó directamente la garrapata, sino lo que esta portaba, el virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo. Es a través de estos insectos arácnidos que se contagia el virus, así como también puede ser provocado por el contacto con sangre o tejidos de otros animales infectados, mientras éstos estén vivos o hayan muerto hace poco.
Es difícil prevenir o controlar a los animales infectados por las garrapatas. Tanto el ciclo de infección que se producen estas criaturas (la garrapata al animal, éste de nuevo a la garrapata y así) como la infección de los animales domésticos suele pasar desapercibido.
Las garrapatas son unos animales altamente adaptativos, siempre que haya climas cálidos (sus territorios predilectos son África y los Balcanes, y sus estaciones la primavera y el otoño), y se extienden con más virulencia en las zonas previamente endémicas. Pueden ser tan pequeñas que sean incapaces de detectar por el ojo humano. Se adhieren en zonas calidad y húmedas de sus presas, animales o humanos, y mientras succionan la sangre de su víctima pueden transmitir sus patógenos.
La enfermedad de Lyme, el TBE, el tifus o la fiebre bovina son algunas de las patologías que transmiten, aunque en España no se han conocido casos de infección por garrapata de esta enfermedad. El cambio climático está favoreciendo su propagación, y las enfermedades que las garrapatas transmiten al hombre han aumentado en los últimos veinte años un 300% en el continente europeo.
¿Y qué es la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo?
La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC) es una enfermedad descubierta enCrimea en la década de los 40 y muy extendida en países del sur que la causa un virus de la familia Bunyaviridae, transmitido por garrapatas. Este virus provoca graves brotes de fiebre hemorrágica viral, y tiene una tasa de letalidad de entre el 10 y el 40%.
Su primer foco de propagación son, como hemos apuntado, los animales a los que se les pegan las garrapatas. Hay una gran variedad de animales salvajes y domésticos a los que puede afectar, como vacas, ovejas y cabras. Es por eso que las principales víctimas humanas de la FHCC sean ganaderos y otros trabajadores cárnicos.
Los animales se infectan por la picadura de garrapatas infectadas y el virus permanece en el torrente circulatorio durante aproximadamente una semana tras la infección, de modo que, cuando otra garrapata pica al animal, se perpetúa el ciclo garrapata-animal-garrapata.
Tal y como demuestran las investigaciones, la duración del periodo de incubación depende del modo de contagio del virus. Después de la picadura de garrapata, la fase de incubación es generalmente de uno a tres días, con un máximo de nueve días. El periodo de incubación tras el contacto con sangre o tejidos infectados es normalmente de cinco o seis días, con un máximo documentado de 13 días. La muerte sobreviene entre los humanos afectados durante la segunda semana. Entre los pacientes que se recuperan, la mejoría comienza generalmente al noveno o décimo día tras la aparición de la enfermedad.
¿Cómo se detecta?
Hay un riesgo biológico extremo entre las personas infectadas, y la OMS recomienda que las pruebas médicas sólo se lleven a cabo en condiciones de máxima contención biológica. Los síntomas iniciales son muy comunes: fiebre, dolor muscular, mareo, rigidez de cuello… Al cabo de unos días estos dolores pueden dar paso a somnolencia y depresión, y en algunos casos una hepatomegalia detectable (aumento del tamaño del hígado). Si no hay una preocupación previa sobre este tipo de enfermedades, podría pasar desapercibida en su fase inicial.
Desde el Carlos III explican que la entrada de uno de estos virus en España era impensable hace algún tiempo pero que hoy es un riesgo cotidiano que requiere una especial atención y vigilancia, debido al aumento de los viajes internacionales. En octubre de 2011 un informe del Ministerio de Sanidad alertaba de la aparición del virus en garrapatas capturados en unos ciervos procedentes de Cáceres, Extremadura, y hacía unas recomendaciones de actuación para una detección más rápida. El hombre fallecido en Madrid contó que le había picado una garrapata durante un paseo en la provincia de Ávila, y los servicios sanitarios que le atendieron no establecieron relación con la fiebre hepática hasta la aparición de un segundo paciente.
Aun no se ha descubierto una cura eficiente, y sólo hay tratamientos de sostén para los síntomas. Lo mejor que se puede hacer por el momento es aislar las cepas.
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