La luz no para de subir y subir, y ni la rebaja del IVA está consiguiendo llegar al bolsillo de los ciudadanos, que han amanecido hoy mismo con el enésimo récord de precios, llegando a los 172,78 euros por MWh. Por eso Pedro Sánchez anunció ayer nuevas medidas, a saber: una prórroga de la bajada de impuestos indirectos hasta final de año, una rebaja del 5% al 0,5% del impuesto especial a la electricidad y la nueva medida estrella: detraer los llamados "beneficios caídos del cielo" de las energéticas.
De qué hablamos cuando decimos "beneficios caídos del cielo" o "windfall profits": las compañías eléctricas pagan por los costes de emisión de CO2 y éstas trasladan ese coste a los consumidores. Lo que ocurre es que el cargo que se le está haciendo al consumidor se produce fijándolo en el coste por emisión de CO2 de la energía más cara del pool pese a que en la mezcla se usen energías baratas o que directamente no tienen coste de emisión, como pasa con la nuclear o las hidráulicas.
La medida. Se aprobará un plan de choque que “detraerá beneficios extraordinarios de las empresas energéticas, que se lo pueden permitir, para topar el recibo del gas” para rebajar la factura. El cálculo que ha hecho es que 650 millones de euros se redirijan desde las compañías energéticas a los consumidores. El plan es bajar el dividendo de carbono de esas centrales no emisoras (hidráulicas y nucleares).
Excluir este coste de las facturas supondrá una pérdida de entre 800 y 1.000 millones de euros a las eléctricas y un ahorro en la factura del 5%. España se convierte así en el primer país europeo que propone esta medida.
¿Y por qué está subiendo si se trata de un coste fijo? Desde la creación de este impuesto a las eléctricas por emitir CO2 desde la Unión Europea se ha creado un mercado en torno a ello. En enero el coste por emisión de tonelada estaba en torno a los 33 euros y en la actualidad ha rebasado los 52 euros, por lo que este coste en la factura se va inflando a medida que este bono de CO2 aumenta.
Las ganancias de las eléctricas, disparadas. Aunque estas pérdidas puedan parecer millonarias, la realidad es que las tres grandes eléctricas siguen teniendo amplio margen de ganancia. Naturgy obtuvo en 2020 unos beneficios de 490 millones de euros, Endesa más de 1.394 e Iberdrola cerró con 3.610. Son 6.000 millones anuales pese a la menor demanda y al desmesurado encarecimiento de la energía en España. En total, la brutal cifra de 700.000 euros por hora.
El resto del paquete. Sobre la citada reducción del impuesto de la electricidad, que pasa del 5,11% al 0,5%, es un impuesto estatal cedido a las comunidades autónomas y que, de esta forma, se reduce al mínimo permitido por la legislación comunitaria sin tener que compensar a las autonomías por los ingresos perdidos.
La medida se añade a la bajada, decidida hasta fin de año, del IVA del 21% al 10% para todos los consumidores con potencia contratada hasta 10 kilovatios (kW), siempre que el precio medio mensual del mercado mayorista de la electricidad esté por encima de los 45 euros MWh y de la supresión del impuesto de generación (del 7%) que pagan las eléctricas. El Ejecutivo también planea incluir modificaciones en los cargos que se asocian a la tarifa, como los costes extrapeninsulares, las primas a las renovables o los fondos destinados al déficit tarifario. Explican que estas iniciativas “supondrán una bajada en el recibo en torno al 12%”.
Imagen: GTRES
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com
VER 0 Comentario