El acceso a la formación universitaria se ha convertido en uno de los mejores predictores de riqueza en las sociedades occidentales. La brecha entre los más educados y aquellos que abandonaron el sistema de formación antes de llegar a la facultad ha ido a más durante las últimas décadas. Y una de las mejores formas de prever si un niño tendrá más o menos renta futura es observar la formación educativa de sus padres.
Es algo más o menos nítido en función del país, pero en líneas generales, especialmente en países que han sufrido de forma más acuciante los efectos de la crisis económica, el ascensor social se ha roto. O funciona de forma imperfecta, más lento, más trastabillado. Hay pues una correlación entre mayor riqueza y mayor educación universitaria, pero no es un equilibrio perfecto. Millonarios sin educar los hay por doquier.
El ejemplo más evidente es Amancio Ortega, el hombre más rico de España y uno de los cinco más acaudalados de mundo. Nacido en un remoto pueblo de la montaña leonesa, Ortega montó un imperio textil sin haber pasado por las altas esferas de la academia. Es una situación que se repite a menudo en otros países del mundo, auténticos ejemplos de los "hombres o mujeres hechos a sí mismos", conquistando el sistema desde abajo.
Hay otros ejemplos que cuentan lo contrario. Estos gráficos y mapas elaborados por Resume.io son un buen ejemplo de ello. Partiendo de los listados de personas más ricas de mundo elaborados por distintas publicaciones, las infografías analizan los credenciales académicos (o la ausencia de ellos). Los resultados son interesantes.
En al menos 28 países la persona más rica no tiene mayor aval estudiantil que la mayoría de la población. Muchos de ellos se encuentran en Asia y África, pero también en Europa. Singularmente, los países del sur del continente (España, Portugal, Italia, Grecia y Rumanía, el grueso de los PIGS) se encuentran entre ellos. También Nueva Zelanda, gracias a Graeme Hart, inversor privado de gran éxito.
Es la categoría más poblada, pero no es la norma. Los gráficos desglosan por especialización académica. En realidad, la mayoría de multimillonarios sí tienen algún tipo de título universitario. Imperan las finanzas (26 de los casos analizados), la economía (22) y las ingenierías (21). Más por debajo quedan los abogados (13), la ciencia política (12, sorprendentemente) y las ciencias puras (7). Hasta cinco tienen varias carreras, mientras que sólo dos son médicos, historiadores o estudiaron Educación.
Por colores, la relación es la siguiente: morado, sin estudios; gris, con estudios pero de especialización desconocida; azul claro, Finanzas; verde, Economía; rojo, Ingenierías; naranja, Derecho; azul oscuro, Políticas; lima, Ciencias; dorado, varias titulaciones; morado, Ciencias Sociales; índigo, Ciencias de la Computación; turquesa, Medicina; azul, Matemáticas; coral, Historia; amarillo, Medicina.