Aquella legislatura sólo duró 81 días. Todo empezó el 25 de mayo de 2003, con unas elecciones autonómicas y municipales repletas de cambios. Alberto Ruíz-Gallardón no repetía como candidato del PP a la Comunidad -que presidía desde 1995- y se hacía con el bastón de alcalde de Madrid por mayoría absoluta. Le sustituía Esperanza Aguirre, ex presidenta del Senado y ex ministra de Cultura de la primera legistaltura de José María Aznar.
Aguirre ganó las elecciones con un 46,67% de los votos emitidos, 55 diputados, insuficientes para oponerse a un pacto de la izquierda, representada por PSOE de Rafael Simancas (47 diputados) y la Izquierda Unida de Fausto Fernández (9 diputados). Entre ambos, sumaban un 47,67% de los votos. Un resultado ajustadísimo que arrebataba al PP la Comunidad de Madrid.
La primera votación importante de esa sexta legislatura se produce el 10 de junio de 2003. Está en juego la presidencia de la nueva Asamblea de Madrid, que regulará el funcionamiento de la misma durante los próximos cuatro años. En teoría.
A eso de las 10:20 el nerviosismo se adueña de las filas socialistas. Faltan dos diputados, Eduardo Tamayo Y María Teresa Sáez. Los socialistas intentan alargar la sesión, entrando y saliendo del pleno, mientras tratan de localizar a los ausentes. Los populares no están por la labor, con su jefa de filas a la cabeza.
La Sra. AGUIRRE GIL DE BIEDMA (Desde los escaños.) Señor Presidente, no conocemos que existan precedentes de que se suspenda una votación porque no estén los Diputados. Por tanto, debe continuarse con el guión previsto. Muchas gracias, señor Presidente.
Carlos Westendorp, socialista y presidente de la Mesa de Edad, le lleva la contraria. La votación aún no ha empezado y los diputados entran y salen sin parar. Confirma un receso de 10 minutos. Son las 10:24.
A las 10:36 la cara de Rafael Simancas es un poema: los diputados no aparecen, nadie sabe dónde están, la sesión se reanuda, la votación elige a Concepción Dancausa como presidenta de la Asamblea, ante la estupefacción de los presentes y de la misma Dancausa. Con los votos a favor de 55 diputados del PP. Acaba de estallar el tamayazo.
¿Quiénes son Tamayo y Sáez?
Al día siguiente, Tamayo concede dos entrevistas, una a la Cadena Ser y otra a los informativos de Antena 3, en la que califica de "toque de atención" el escándalo del día anterior. Según Tamayo, la clave está en que su corriente socialista, Renovadores por la Base, no quiere el pacto con Izquierda Unida. El País desvela que Tamayo exigió a Simancas la Consejería de Justicia. El PSOE, por su parte, denuncia la existencia de una "trama", con ladrillo de por medio, para arrebatar al partido el poder.
Eduardo Tamayo era el número 13 de la lista socialista, un político veterano de los balbases, los Renovadores por la Base liderados por José Luis Balbás, crítico con Simancas en la Federación Socialista Madrileña. María Teresa Sáez era miembro del mismo grupo de militantes, aunque su posición en la lista (46) revelaba su poder: ninguno.
Empieza un verano de ridículo político: el día 12 de junio el PSOE suspende de militancia a Balbás. ¿Uno de los motivos? El mismo día de la traición, el disidente había contratado un servicio de escolta para Tamayo y Sáez. El día 13, el PSOE constituye su grupo político con 45 diputados. Ante semejante descontrol, Ruíz-Gallardón ordena al día siguiente el nombramiento de un gobierno provisional para Madrid, su último acto en la Asamblea antes de asumir la alcaldía de Madrid.
¿Quién estaba detrás?
Eso es lo que intenta esclarecer la comisión de investigación formada el 10 de julio. Doce años después, seguimos esperando averiguarlo. Mientras, tanto El Mundo como la revista Interviú y la Cadena Ser han filtrado todo tipo de informaciones, que implican a dos constructores de la región, familiares entre sí y militantes del PP: Francisco Vázquez Igual y Francisco Bravo Vázquez. Ambos ya habían tenido manejos con el secretario general del PP madrileño, Romero de Tejada, con quien habían participado en una operación de transfuguismo para arrebatar una alcaldía al PSOE en el municipio madrileño de Sevilla la Nueva.
Pero la relación de la familia Bravo con Tamayo se remonta a 1998, cuando Tamayo -en condición de abogado-, Balbás y Bravo coinciden en una operación urbanística en Villaviciosa de Odón, resuelta bajo la sospecha de irregularidades. Tamayo defendía una relación de amistad entre los tres desde entonces, mientras el goteo de informaciones apunta a múltiples contactos telefónicos con miembros cercanos al PP.
Tanto da: durante ese mes los dos diputados tránsfugas han tomado posesión de sus escaños como independientes y han frustrado cualquier esperanza de Simancas de obtener la presidencia de la Comunidad. Habrá elecciones en octubre.
El día del anuncio de la comisión Tamayo aprovecha para presentar su propio partido político, Nuevo Socialismo. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha rechazado las denuncias del PSOE y, en una pirueta final, el PP concede a Tamayo y Sáez (¡con sus propios votos!) la participación como miembros en la comisión de investigación que pende sobre ellos. A cambio, los dos tránsfugas blindan a los dirigentes del PP, que no serán investigados por la comisión.
El culebrón del verano
La comisión no resuelve nada y Madrid sigue sin poder formar gobierno. Tamayo reconoce los contactos con Bravo, aparecen en escena otros dos empresarios turbios, los hermanos Sánchez-Lázaro, que salpican a Romero de Tejada. Cada día es un culebrón de contactos, llamadas y nuevos nombres: novios de concejalas de Ruíz-Gallardón, políticos de segunda fila destituidos y Ruíz-Gallardón y Esperanza Aguirre manteniendo la calma. Telemadrid se dedica a retransmitir un verano de sesiones, con picos de audiencia de más del 30%, un récord para la cadena pública y más para un pleno.
El chiste final llega al final de la comisión, el 25 de agosto: los votos de Tamayo y Sáez, junto a los del PP, impiden la presentación de una conclusión en firme. El teatro no ha servido para nada.
El 23 de octubre, se repiten las elecciones en la Comunidad de Madrid. Aguirre pierde casi 100.000 votos, pero gana las elecciones con 57 diputados, mayoría absoluta. Simancas se deja casi 200.000 votos por el camino. El nuevo partido de Tamayo y Sáez obtiene 6.500 votos (0,23% del total). Nunca se pudo demostrar aquella trama que denunciaba Simancas.
Qué fue de sus protagonistas:
Eduardo Tamayo se retiró de la política, y ahora se dedica al mundo de la empresa en Guinea Ecuatorial, bajo la mirada amable del dictador Obiang.
María Teresa Sáez, "la muda", también se alejó de la política, volviendo a su puesto de auxiliar administrativa en el Hospital 12 de Octubre, con un salario de menos de 1.000 euros. En 2013 rompió su silencio para denunciar que una diputada del PP, Carmen Rodríguez Flores, le dijo que ella era la única que no había hecho dinero con el asunto.
Romero de Tejada dejó su puesto de secretario general del PP madrileño en 2004, pero no su cómoda silla de consejero de Caja Madrid. Hoy está imputado por el caso de las tarjetas black. ¿Su sustituto?
Francisco Granados, que pasó de presidir la comisión de investigación del tamayazo a ser número 3 de Aguirre y hombre fuerte del partido madrileño. Aguirre le defenestró en 2011. Actualmente se encuentra suspendido de militancia por su supuesta implicación en la trama Púnica. Y en prisión incondicional sin fianza.
Rafael Simancas no tiró la toalla, pero quedó grogui. Se presentó a las elecciones de 2007, donde Aguirre le sacó 25 diputados de ventaja. Zapatero admitió su dimisión poco después de las elecciones y pasó a segundo plano, hasta que fue elegido presidente de la comisión gestora de los socialistas madrileños, después de que Pedro Sánchez destituyese a Tomás Gómez.
Esperanza Aguirre sobrevivió a un accidente de helicóptero, un atentado en Bombay, la imputación de varios de sus hombres de confianza en listas que ella establecía con mano de hierro, un cáncer de mama y un nada velado enfrentamiento con Rajoy durante todos estos años. Ahora sigue la senda de Ruíz-Gallardón (que abandonó la alcaldía en 2011 para ser ministro de Justicia con Rajoy. Dimitió en 2014, después de que el presidente se desentendiese de su polémica ley del aborto): dejó la Comunidad por su propio pie en 2011 y se presenta a alcaldesa. Las encuestas no le aseguran la mayoría absoluta en ningún caso. No parece preocupada.
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Fotos:
Esperanza Aguirre durante el debate de investidura de 2011, PP de Madrid
Constitución de la IX Asamblea de Madrid, Madrid.org