De tanto en cuanto surgen artistas españoles que trascienden a la esfera nacional y ganan cierto renombre en Europa. En 2003, aquel artista respondía al nombre de Las Ketchup. El trío de músicas andaluzas conquistó todas, absolutamente todas las listas de éxito del continente con una canción hoy parte de la memoria colectiva de los españoles: 'Aserejé'. Fue un one-hit-wonder. Brotaron de la nada, se marcharon y sólo quedó un estribillo memorable.
¿Qué fue de ellas desde entonces?
En Polonia. Como muchos otros músicos que gozan de un momento de fama y después pasan al ostracismo, Las Ketchup continuaron publicando discos y dando conciertos. Su caché bajo, el interés mediático se evaporó. Pero la vida (y la profesión) siguió adelante. Hoy nos hemos vuelto a topar con ellas porque, al parecer y según Notes from Poland, un medio dedicado a cubrir la actualidad política polaca en inglés, actuarán este fin de semana en un festival organizado por el gobierno polaco.
Viva Kaczynski. ¿Con qué propósito? Con el de prestar su voz y apoyo a las autoridades polacas en su batalla fronteriza con Bielorrusia. Como los lectores sabrán, una oleada de migrantes se encuentra atrapada en una disputa entre ambos países. Una para la que Polonia, y más explícitamente su gobierno controlado por el partido autoritarista Ley y Justicia, ha decidido desplegar todo un arsenal de soldados, armas, fuerza y controles. El festival, de hecho, se titula Apoyo a los servicios uniformados polacos ("Murem za polskim mundurem").
¿Te apuntas? Los conciertos serán retransmitidos por TVP, un medio estatal y por ende controlado por Ley y Justicia, y tendrá lugar en Minsk Mazowiecki, a unos 40 kilómetros de Varsovia. Junto a Las Ketchup aparecerán otros clásicos del one-hit-wonderismo europeo, como Lou Bega ('Mambo Nº5'), No Mercy ('Where Do You Go?') o Captain Jack (y su single epónimo de 1995). Da la sensación de que el gobierno polaco no ha encontrado mucho más que viejas glorias para su festival, pero no podemos aseverarlo a ciencia cierta.
Es grave. La iniciativa ha sido criticada, por banal, por la oposición polaca. "Un concierto cuando hay gente muriendo en la frontera: sólo Jacek Kurski (primer ministro) podría tener una idea así", tuiteó hace algunos días una parlamentaria liberal. El conflicto entre Polonia y Bielorrusia se remonta a finales de verano, cuando miles de refugiados y migrantes, provenientes en su mayoría de Oriente Medio, trataron de entrar a la Unión Europea desde Bielorrusia. Sólo Lituania contó más de 4.000 entradas, cifra superior en Polonia. Ambos países respondieron con contundencia.
17 personas han muerto desde entonces por una variedad de motivos. Polonia, que está a un tiempo enfrentada con la Unión Europa y con Bielorrusa, país que a su vez utiliza a los migrantes como medida de presión para tumbar las sanciones impuestas por la UE tras el avión desviado desde Lituania, está construyendo entre tanto una verja de 60 kilómetros por más de 300 millones de euros. Aserejé.