Canibalismo: a priori, una mala idea. En la práctica, peor. Sin embargo, hay suficientes ejemplos históricos (e incluso actuales) que manifiestan su existencia, tanto en las cuatro esquinas del reino animal como entre nosotros, los seres humanos. Siguiendo el propósito de responder rigurosamente a preguntas abiertamente absurdas planteado por XKCD, hemos decidido explicar en este vídeo qué sucedería si toda la humanidad se volviera caníbal. ¿Quiénes sobrevivirían? ¿Sobreviviría alguien, de hecho?
Ok: supongamos que la humanidad atraviesa un periodo de carestía total de alimentos. De repente, alguien piensa en voz alta algo bastante evidente. Con la población actual, los seres humanos albergan aproximadamente 500 billones de calorías. Si, de algún modo, la humanidad encontrara el modo de congelar o preservar tamaña reserva alimenticia, una población diminuta de unas 160 personas tendría la capacidad de sobrevivir sin problemas. Es una muestra pequeña, pero podría procrear y, en el futuro, hallar un modo más sostenible de producir alimentos. ¿Qué pasaría entonces con nuestros cuerpos?
Pese a las recomendaciones de la OMS, que recientemente elevó el riesgo de cáncer asociado a productos cárnicos tan ampliamente consumidos como los embutidos o los filetes de ternera, alimentarnos sólo de carne no es por sí mismo algo mortal. No es lo idea, claro, y mucho menos si la única carne que ingerimos es la humana, pero permite la supervivencia de la especie. El problema de alimentarnos sólo de carne humana, en realidad, no es lo conveniente de la dieta (no sabemos muy bien cuál es la más conveniente), sino la transmisión de enfermedades, ante las que una comunidad tan pequeña sería muy vulnerable.
Gracias a la selección de alimentos, los seres humanos hemos adaptado lo que comemos a nuestra fisionomía, limpiando de nuestra dieta productos que nos transmitan enfermedades o que nos resulten indigestos, cuando no mejorando su cultivo a lo largo de siglos para hacerlos más comestibles. Con los seres humanos no sucede lo mismo: si nuestra comunidad de 160 personas comieran los restos de la humanidad restante, estarían expuestos a todo tipo de enfermedades priónicas, ante las que no estamos inmunizados y que pueden resultar letales. Resultado: pandemia. Y muerte. Fin.
Comer humanos, mala idea: transmitimos cosas
Hay ejemplos en la historia del canibalismo, de hecho. Se sabe que algunas de las tribus de Papúa Nueva Guinea que practican el canibalismo se transmiten un tipo de enfermedad priónica llamada "kuru". Es un desorden neurológico de carácter incurable y que puede permanecer en un grupo poblacional concreto incluso tiempo después de que la práctica caníbal se haya erradicado (algunas tribus se comían el cerebro humano como forma de ritual, en teoría dejaron de hacerlo en 1960). No hay tratamiento conocido y el enfermo muere al cabo de un año. ¿Y por qué optaría nadie por comerse el cerebro?
Porque la carne por sí misma sería insuficiente para ofrecernos todos los nutrientes que necesitamos. En época de carestía, se come casquería: órganos y médula. Sucedió en España durante la posguerra, pero también en Estados Unidos con motivo de la escasez de la Segunda Guerra Mundial. De forma paralela, el alto consumo de carne (humana) nos provocaría todas esas cosas de las que alerta la OMS: sobrepeso, problemas cardíacos y mayor riesgo de cáncer. Está bien, es posible que no nos mate y que podamos sobrevivir a un apocalipsis zombi, pero en el largo plazo es un mal plan.
¿Y cuánto duraríamos siendo caníbales?
Vale, pero es obvio que hay un problema numérico: si nos comemos a nosotros mismos, ¿cómo narices pretendemos sobrevivir? En teoría (2.000 calorías al día de ración) y con los números poblacionales actuales, si el 50% de la población a devorara al otro 50% cada mes, tardaríamos alrededor de 27 o 32 meses, en función de quién le preguntes, en extinguirnos como especie (cada mes, la mitad de la población se merendaría a la otra mitad restante). Y todo ello sin contar las enfermedades anteriores, que a buen seguro causarían estragos en la tasa de mortalidad (que quizá no pudieran ser suplidos por la tasa de natalidad). Dos años largos contando desde ya: una rapidísima hecatombe.
Como es lógico, es un escenario de puro salvajismo, la ley del más fuerte. En algún momento, por más fuerte que fueras, tú también serías comido por otra persona (Battle Royale, pero en versión caníbal). Si lograramos congelar a toda la humanidad actual excepto a 160 personas y esas 160 personas, incapacitadas para comer nada más, pudieran alimentarse de más de 7.000 millones de restos humanos, su supervivencia a largo plazo estaría asegurada. Durante millones de años. Pero volveríamos al punto de partida: pandemias. Y enfermedades chungas. Y una incierta natalidad. Y, en resumen, una muy mala idea.
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com
VER 0 Comentario