Ha sido un ministro breve. Ayer dimitió el Ministro de Cultura, Màxim Huerta, tras descubrirse que entre 2006 y 2008 usó una estrategia para eludir impuestos que fue considerada por Hacienda y la justicia como una infracción fiscal. Todos los grupos de la oposición habían pedido su retirada, y los iniciales titubeos de Sánchez y Huerta marcaban una sombra sobre el relato de "transparencia" y "anticorrupción" del nuevo gobierno. ¿Pero qué hizo Huerta y cómo evitar este tipo de fraudes?
La estrategia. Màxim Huerta era en dicha época presentador de Telecinco, y parte de los ingresos los cobraba a través de una sociedad (Almaximo Profesionales de la Imagen SL) para pagar el impuesto de sociedades en lugar del IRPF. El problema es que luego la utilizaba para cubrir partidas que no tenían nada que ver con el desarrollo del negocio, tales como gastos en una vivienda adquirida en Alicante. Hacienda reclamó unos 366.000 euros, contando la sanción y los intereses.
El problema. Esto es muy típico en algunos sectores bien remunerados, como algunos tertulianos y presentadores de televisión. Parte de los ingresos son en forma de salario y tributan por IRPF. Pero parte se cobran a través de una sociedad instrumental, debido a que el impuesto de sociedades es muy inferior a los tramos más altos del IRPF. Hasta aquí no hay demasiado problema, pero si se quiere disponer del dinero para gastos personales la empresa instrumental debería pagar un salario a su dueño y por tanto pagar IRPF, cosa que no se hace (y es donde reside el fraude).
Posibles soluciones. Las soluciones a este problema pasan por dos grupos. La actual es la que hemos visto en el caso del ya dimitido ministro: Hacienda investiga este tipo de sociedades y revisa si los gastos de las mismas tienen que ver con el desarrollo del negocio o si son simples gastos personales del dueño, con lo que se cometería una infracción tributaria. La otra solución sería igualar el impuesto de sociedades y el IRPF para desincentivar esta práctica.
Estado del bienestar. El problema de igualar el IRPF y el impuesto de sociedades es que no hay margen para subir los impuestos que pagan las empresas. Ya en España tenemos un tipo relativamente alto dentro de la Unión Europea y subirlo podría hacer que perdamos competitividad empresarial. Por tanto solo hay margen para bajar el IRPF (bajada, que, por otro lado, ya ha acometido el gobierno saliente), lo que pondría en peligro nuestro Estado del Bienestar.
No hay soluciones mágicas. Por tanto lo único que se puede hacer es seguir con las inspecciones, que las sociedades instrumentales no se usen para realizar gastos que no tienen nada que ver con la actividad que desarrollan, y que mediáticamente se penalice a los que usen este tipo de estrategias ilegales para eludir impuestos. No ayuda, para nada, el bochornoso artículo que ha publicado la ex-Ministra de cultura, Ángeles González-Sinde, que defiende estas estrategias fiscales que claramente son ilegales y no tienen ni han tenido nunca cabida dentro del ordenamiento jurídico español.
Imagen | GTRES
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