Australia acumula un sinfín de animales extraños, pero sólo uno reúne las condiciones necesarias (es decir: no quiere o puede matarte de las formas más dolorosas que la conciencia humana puede imaginar) para ser objeto de adoración popular: el koala. Peludo, rechoncho y virtualmente inofensivo, el marsupial hace las veces de especie-no-oficial del país, y funciona tanto como reclamo turístico como icono identitario de los australianos. Atributos que le deberían proteger de la extinción.
Y sin embargo.
"Funcionalmente". Un informe publicado por la Australian Koala Foundation (AKF), la principal asociación dedicada a la defensa del animal, afirma que los koalas están "funcionalmente extintos". Se cree que sólo perviven alrededor de 80.000, y que su rol en los ecosistemas del este de Australia, su hábitat natural, ha quedado reducido a mínimos. Lo impactante del estudio ("extintos") ha provocado que numerosos medios recojan sus drásticas conclusiones.
¿Qué significa? La terminología no es nueva, y cuenta con cierto respaldo científico. La "extinción funcional" hace referencia a una serie de variables que disminuyen el rol de una especie hasta hacerla irrelevante. Por ejemplo, si su volumen de ejemplares es tan reducido que ya no puede asegurar el reemplazo generacional. O si su ecosistema ha quedado tan deteriorado que su viabilidad a largo plazo es nula. O si su rol histórico en las cadenas alimenticias queda muy dañado.
Este estudio de Nature, elaborado en 2013, investigaba el impacto de las "extinciones funcionales" en diversas cadenas tróficas. Tomando como referencia una especie, multiplicaban su mortalidad y calculaban su impacto en todo el ecosistema. Si el animal desaparecía por completo, se trataba de una extinción "numérica". Si otros desaparecían a causa de su reducción, era una extinción "funcional".
Koalas. ¿Cuál es la función del koala en Australia? Se cree que millones de años atrás servía de alimento a la megafauna. Hoy juegan un rol importante en la fertilización y el sostenimiento de los bosques de eucaliptos, de los que se alimentan. Es cierto que sus números se han reducido: AKF clama que más de 8 millones de koalas fueron cazados entre finales del XIX y principios del XX; se sabe que varias centenas de miles desaparecieron por causa humana en los años veinte.
La sequía y el cambio climático han tenido un impacto crucial en su retroceso. En Queensland había 59.000 ejemplares en 1995. En 2009 sólo quedaban 11.600.
Intereses. Entonces, ¿la tragedia es irremediable? No. La AKF tiene una agenda política: busca una ley de protección del koala similar a las aprobadas por otros gobiernos para otras especies icónicas (como el águila americana). La mayor parte del documento sobre la "extinción funcional" es un llamamiento a los partidos de diferente signo político a la acción. Busca presionar en favor de una legislación.
Otras mediciones. La "extinción funcional" es un término utilizado de forma habitual para otro tipo de animales, tanto en ámbitos científicos como en reportajes periodísticos y comunicados de organizaciones conservacionistas (véase el tigre del sur de China). La lista roja de la UICN, el estándar internacional para determinar el grado de conservación de las especies, clasifica al koala como "vulnerable".
Es el grado más bajo de riesgo. El águila americana, la especie protegida por Estados Unidos por su valor simbólico y en la que se fija la AKF, ni siquiera está en peligro.
Imagen: Pascal Renet/Pexels