¿Quién era Hedy Lamarr, estrella de Hollywood e inventora "militar"?

Google tiene la costumbre de dedicar a veces su doodles a personalidades no demasiado conocidas o que han caído un poco en el olvido. Hoy, por ejemplo, se lo ha dedicado a Hedy Lamarr, estrella del Hollywood clásico que, en realidad, tampoco tiene en su haber películas que estén consideradas míticas en la historia del cine. 'Sansón y Dalila' puede ser un clásico del peplum y una muestra del trabajo de su director, Cecil B. DeMille, pero no es por eso por lo que Lamarr es más recordada en la actualidad.

No, tampoco es por haber protagonizado el primer orgasmo de la historia del cine (¡en 1932!). La actriz ha pasado a la historia por haber co-inventado, nada menos que junto a un músico, un sistema codificado de comunicaciones que dificultaba que los alemanes interceptaran mensajes durante la Segunda Guerra Mundial, y que ha acabado siendo la base de diferentes sistemas de telecomunicaciones.

¿Quién era Lamarrvellous?

El vídeo que acompaña al doodle de Google repasa las dos facetas de la vida de Hedy Lamarr, que en realidad se llamaba Hedwig Eva Marie Kessler y había nacido en Viena (Austria), en 1914. Fue propulsada al estrellato gracias a 'Éxtasis', una película que rodó con 18 años, en la que aparecía desnuda y que causó un gran escándalo por un primer plano de su cara en pleno orgasmo. Esa fama la puso en el radar de un poderoso empresario armamentístico austríaco, Friedrich Mandl, con el que se casó un año más tarde.

En 1933, Adolf Hitler ya había subido al poder en Alemania, y Mandl tenía contactos importantes dentro del Partido Nazi. Era un notorio fascista en Austria y, durante los cuatro años que estuvo casado con Lamarr, ella casi fue una reclusa en su propia casa y, además, asistió a algunas reuniones de su marido con los principales jefes del nazismo en Austria, a los que proveyó de armas.

En una maniobra digna de una película de espías, Hedy Lamarr (cuyos padres eran judíos, por cierto, pero su madre se había convertido al catolicismo) decidió en 1937 que había tenido suficiente, y huyó a París disfrazada de criada. Allí conoció a Louis B. Mayer, el presidente de Metro Goldwyn-Mayer, que le ofreció un contrato de siete años en Hollywood, donde participaría en películas como 'Argel', con Clark Gable Charles Boyer, o la más famosa de su etapa americana, 'Sansón y Dalila', de Cecil B. DeMille, con Victor Mature. Se la llegó a nombrar la mujer más bella del mundo y recibió el apodo de Lamarrvellous.

El espectro ensanchado por salto de frecuencia

Lamarr, sin embargo, no estaba del todo contenta por su carrera en Hollywood. Alguien que dijo que cualquier chica podía ser glamourosa, sólo tenía que posar y poner mirada estúpida, no iba a estar satisfecha sólo en el rol que el star system de los estudios reservaban para las actrices como ella. En una biografía escrita por Richard Rhodes se apunta que Lamarr tenía un cuarto en su casa en el que se dedicaba a inventar cosas como un nuevo tipo de semáforo, pero que nunca fueron a ninguna parte.

A principios de los 40, sin embargo, conoció en una fiesta a George Antheil, un compositor vanguardista que llegó a crear una pieza que era tocada por más de doce pianos, todos sincronizados. Aquella pieza, en la que cada piano tocada una nota, o una serie de notas, fue la base para la idea del sistema secreto de comunicaciones que Lamarr y Antheil patentaron en 1942, y que en palabras de Rhodes se les ocurrió de una manera muy sencilla:

"La idea de Hedy era que, si podías hacer que tanto el transmisor como el receptor saltaran simultáneamente de frecuencia a frecuencia, entonces cualquiera que intentara interrumpir la señal no sabría dónde estaba".

Eso fue lo que ambos desarrollaron, un sistema en el que los torpedos controlados por radiofrecuencia podían ser dirigidos de tal manera, que los submarinos alemanes no podían interferir en la señal. En 1942, el gobierno estadounidense centraba sus esfuerzos en los bonos de guerra, que le permitían recaudar dinero para mantener a las tropas en Europa y en el frente del Pacífico. La Marina nunca se tomó en serio el invento de Lamarr y Antheil, y no lo utilizaría, de hecho, hasta la crisis de los misiles de Cuba, ya en los 60, y cuando la patente original había expirado.

La actriz y el compositor no fueron los únicos que estudiaron el espectro ensanchado por salto de frecuencia, pero sí fueron de los primeros en patentar un sistema que lo utilizara. Sin embargo, la faceta como científica e inventora de Lamarr tardaría en verse reconocida.

En el Hall of Fame de inventores

Hedy Lamarr fue perdiendo progresivamente el interés en Hollywood, y tampoco encontró refugio en la televisión, donde unas cuantas series en los 80 acogieron a estrellas clásicas como Barbara Stanwyck (en 'Dinastía'), Jane Wyman (en 'Falcon Crest) o Barbara Bel Geddes (en 'Dallas'). Acabó viviendo casi recluida en Florida, donde falleció en 2000 a los 85 años. Catorce años más tarde, Antheil y ella entraron en el Salón Nacional de la Fama de Inventores.

El espectro ensanchado ensanchado por salto de frecuencia, o variaciones de él, se utiliza actualmente en los satélites GPS, en el sistema Bluetooth y en algunas conexiones WiFi. Como decíamos, Lamarr y Antheil no fueron los únicos que trabajaron en él, pero probablemente fueron los primeros en acercarse a la Marina de Estados Unidos con él y proponérselo como una manera de ganar una ventaja sobre los alemanes en la Segunda Guerra Mundial. Pero el apodo de Lamarrvellous siemptre la persiguió.

Imagen | Ollie Harding

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