Se acerca el Día de los Difuntos, Halloween o como quieras llamarlo. Pero en vez de adoptar la tradición de los disfraces y los caramelos, nos hemos ido al meollo de la cuestión: lo terrorífico.
Las historias de terror han evolucionado gracias a la tecnología y se han hecho globales: payasos aterradores y Hombres Delgados que saltan de las redes a la vida real, extraños que tratan de localizarte mediante tus redes sociales en la ficción o gracias a Tinder, bromistas a los que Youtube se les va de las manos...
Toma una piruleta
El temor a los extraños no lo inventó Internet, pero nunca se había desarrollado tanto como ahora, con casi 1.500 millones de usuarios compartiendo sus vidas en Facebook. Por citar la red social más numerosa. Jason Zada se planteó un experimento interactivo con ese miedo: ¿qué pasa si un asesino en serie quiere localizarte? ¿Cuánto de tu vida hay en las redes sociales? El resultado es "Take this lollipop" [Toma esta piruleta], un corto de terror "personalizado" en el que, con tu consentimiento, se examina tu perfil de Facebook y se pasa a las manos de un psicópata que... Bueno, el resto lo podéis imaginar.
Take this Lollipop lleva más de 15 millones de likes en Facebook desde su creación en 2002 y consiguió más de siete millones de "víctimas" en una semana. Números impresionantes para un experto en virales, Jason Zada, el mismo creador de otro viral interactivo: "Elf Yourself", el de los elfos navideños que bailan con tu cara y la de tus amigos. Y que consiguió 194 millones de visualizaciones en sus primeras seis semanas.
Como la intención de Zada era que meditásemos sobre cuánta información volcamos sobre nosotros mismos, da menos miedo cuanto más protegida tengas tu cuenta de Facebook. Pero, si el hombre de la piruleta puede encontrar tu casa, tienes un problema.
Toma una piruleta, versión Tinder
Ligar por Internet, con Tinder o Grindr, puede salir mal. Citas horrrorosas, personas que no te puedes quitar de encima o... En fin, como en la vida. Lo malo es cuando has tenido uno de esos encuentros que menos mal que sólo fue una vez y, al poco tiempo, Facebook te propone a esa persona como amigo. La BBC contaba esta semana la historia, tras haber con bastantes usuarios a los que les ha pasado: gente horrible que de repente aparece sugerida en Facebook o LinkedIn.
Tanto los responsables de las redes sociales como de las apps de citas niegan que esto suceda. Pero Daniel Cuthbert, de la empresa de seguridad SensePost, afirma que es una consecuencia de los permisos que concedes cuando instalas las aplicaciones. El miedo de estos usuarios es que las personas con las que han tenido malas experiencias "descubran mi verdadero nombre, la zona en la que vivo...".
De momento, da más para argumento de Black Mirror que para la sección de sucesos. De momento.
Coulrofobia: payasos que dan miedo
En los dos últimos años ha surgido una moda inexplicable que justifica la palabra: payasos tétricos que se dedican a aparecer por la noche en diversas ciudades dejando mal cuerpo a quienes los ven... En la vida real o en las redes sociales que documentan sus apariciones.
Uno de los primeros casos de los que tenemos constancia es el payaso de Northampton, en Inglaterra, que apareció por primera vez un "Viernes 13", en septiembre de 2013. La prensa local y los tabloides se lanzaron en busca de su identidad, desenmascarándole unos días después.
Al de Northampton le siguieron el payaso de Staten Island, en Nueva York,
Al que tardaron poco en desenmascarar como un viral gestado por la productora Fuzz on the Lens.
Well...you got us. We'll admit it. Retweet if you like the #SIClown and favorite if you'd rather not see him anymore. pic.twitter.com/W3beCt3DwE
— Fuzz on the Lens (@FuzzOnTheLens) marzo 28, 2014
Pero la cosa se empezó a salir de madre en octubre de 2014. Con el payaso de la ciudad californiana de Wasco, que alcanzó rápidamente fama mundial gracias a una cuenta de Instagram hoy vacía de contenido y bastante actividad en las redes sociales.
En realidad, se trataba de un "proyecto artístico" de un matrimonio, en el que el marido hacía el papel de payaso y la mujer, fotógrafa profesional, elaboraba una galería de retratos del payaso nocturno. Las imágenes llevaban marcas de agua desde el principio. Y, aunque algunos vecinos se asustaron, la policía aclaró que la pareja no estaba quebrantando ninguna ley.
Incluso generó un imitador en España, el "gijónclown", al que la policía afirmaba tener identificado y que terminó despidiéndose de la manera más siniestra posible después de asustar a unos cuantos asturianos.
Coulrofobia (2): Payasos peligrosos inspirados por Internet
La paranoia se transmitió rápidamente, sobre todo en el caso de Bakersfield, una ciudad vecina, que generó bastantes titulares sobre payasos armados aterrorizando la ciudad. Todos falsos. La policía de la zona no tenía constancia de ningún caso "real" en el que un émulo de Pennywise recorriese las calles persiguiendo gente. Salvo por un chaval de 14 años que debió pasar más miedo cuando le detuvieron por asustar a otros niños vestido de payaso. Y que afirmó que lo hizo para perpetuar la leyenda urbana.
Una histeria payasil que sí afectó a Francia: entre octubre y noviembre de 2014, más de 15 personas fueron detenidas por vestirse de payaso, entre denuncias de agresiones y robos en varias ciudades. Ataques con hachas de plástico o barras de hierro, pandillas de adolescentes asaltando a otros jóvenes en plan "La Noche de las Bestias", armados con cuchillos y bates...
Aquella oleada del pasado Halloween amenaza con repetirse este año, así que varias comisarías francesas ya están tomando medidas "ante el creciente número de páginas en Facebook y actividad en las redes sociales", recordando que los hechos pueden castigarse con seis meses de prisión y 7.500 euros de multa:
Mientras, en Kent (Inglaterra), la policía se está tomando bastante en serio a un grupo de payasos terroríficos que se dedican a amedrentar escolares siguiéndoles en una furgoneta.
Coulrofobia III: bromas muy pesadas
La gente del canal de Youtube DM Pranks lo lleva bastante más lejos, con su serie de vídeos Killer Clowns, en los que se dedican a aterrorizar a gente con sus "payasos asesinos". Seis vídeos que suman más de 200 millones de visualizaciones entre ellos desde mayo del año pasado. Así que ya sabes: si te encuentras por la noche con un cadáver y un par de payasos asesinos armados, podría ser sólo una broma de Youtube.
O no.
Este niño de un año
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Slender Man
El 31 de mayo de 2014, dos niñas de Wisconsin se llevaron a una tercera a los bosques y la apuñalaron 19 veces. Trataban de impresionar a Slender Man, El Hombre Delgado, una criatura de folklore digital. Y, por desgracia, se trata de un caso real pendiente de juicio (la víctima sobrevivió), que hace un año hizo saltar titulares sobre crímenes juveniles cometidos en nombre de una criatura larguirucha y terrorífica. Por un minuto, pareció que Slender Man se convertiría en el nuevo rol/manga/videojuegos/etcétera a la hora de justificar los crímenes cometidos por adolescentes.
Pero no. El Hombre Delgado -sin rostro, con miembros imposibles, sin motivaciones claras- sigue perteneciendo al terreno de la ficción. Se trata de una criatura aterradora creada hace seis años por Eric Knudsen, que creó su imagen con Photoshop en los foros de Somwthing Awful y la vendió como "una de las fotografías recuperadas del incendio de la biblioteca de Stirling, tomada el mismo día en el que desaparecieron catorce jóvenes".
Un suceso inexistente que ilustra perfectamente la principal forma que han adquirido los cuentos de terror en Internet, el creepypasta. Historias de terror, colaborativas o individuales, en la que se intenta producir todo tipo de "pruebas" para apoyar que son algo más que cuentos de miedo. Fotografías manipuladas, recortes de periódicos inventados, testimonios fabricados en redes sociales, videojuegos...
Se trata de una vuelta de tuerca a uno de los viejos recursos de la literatura (y más reciente en el cine): fingir que la ficción tiene visos de realidad. Que ha triunfado en Internet por la facilidad que cualquiera tiene para publicar material propio o remezclar elementos ajenos. Y en la que Slender Man se ha multiplicado desde la mera ficción escrita por internautas de a pie, hasta tener sus propios videojuegos comerciales y una saga de vídeos, Marble Hornets.