Las réplicas de la paralización económica también deja en una situación complicada a un sector al que el coronavirus pilló a pleno rendimiento: el de las flores. Productores, horticultores y minoristas se han visto obligados a cerrar durante los meses de mayor rentabilidad debido a la emergencia sanitaria.
Pérdidas económicas. Desde el punto de vista de la carga de trabajo y facturación, la primavera es la época más ocupada del año para el sector de la flor. Según colectivos como Viveros del Noroeste o la Asociación Andaluza de Horticultores y Floristas, entre el 60 y el 80% de los beneficios anuales se concentran en los meses de marzo, abril y mayo. Y es que la epidemia llegó precisamente cuando los invernaderos tendrían que comenzar a repartir las primeras flores de la temporada. Pero, en lugar de a las floristerías, el coronavirus las envió a la basura.
La caída del consumo y el cierre de comercios por el coronavirus deja pérdidas de hasta 440 millones de euros, de los cuales 270 millones corresponden al sector andaluz.
Cancelación Eventos. La crisis sanitaria provocó que las floristerías y los viveros echasen el cierre el 13 de marzo y no volviesen abrir hasta el pasado 11 de mayo (en aquellas comunidades en fase 1). Estos dos meses de bloqueo del sector han dejado pasar por delante citas donde la decoración floral está muy presente. La Semana Santa, la Feria de Abril o las Fallas de Valencia son algunos de los ejemplos que junto al día del padre, Sant Jordi o el día de la madre más facturación acumulan.
40.000. Esta es la cantidad de empleos directos e indirectos que según los agentes sociales anteriores conforman actualmente el sector de la flor en nuestro país. Para ser más exactos, el sector de las floristerías contaba, a fecha de marzo de 2019, con 5.673 establecimientos y 15.633 trabajadores autónomos. A raíz del parón comercial de los últimos dos meses, las asociaciones de floristas han pedido al Ejecutivo flexibilidad a la hora de incorporar a los trabajadores que se acogieron al ERTE para poder incorporarlos a lo largo de los próximos seis meses.
Ayudas económicas. Asociaciones de floristas, horticultores y productores piden al Ministerio de Agricultura la creación de un paquete de medidas de económicas destinadas concretamente a estimular este sector de cara a la temporada 2021. De hecho, una reciente encuesta realizada a profesionales del sector y de la que se hace eco la edición sevillana de ABC, ilustra que de no llegar este tipo de ayudas el 80% de los viveros del país podrían desaparecer.
Hasta ahora, al igual que sucede con otros sectores, las pymes y autónomos pueden acogerse a un ERTE para su plantilla y a la ayuda por cese de actividad si sus ingresos han caído más de un 75%. Una realidad que dista mucho de los datos de 2018 o 2019. Según las cifras de la Asociación Española de Floristas, anualmente este sector aporta alrededor de 600 millones de euros a la economía nacional.
El caso de Holanda. El mayor productor de flor cortada y planta ornamental del mundo también ha sufrido las consecuencias de la crisis del coronavirus. Con el objetivo de paliar las pérdidas del sector holandés, la Comisión Europea ha creado un fondo de 650 millones de euros que el ministerio de Agricultura de los Países Bajos hará llegar a las empresas en forma de ayudas. De este modo, el Ejecutivo de Mark Rutte se compromete a compensar con ayudas el 70% de las pérdidas acumuladas, mientras que el 30% restante deberán ser asumidas por el empresario hortícola o el productor.
Imagen: Isabelle Boucher/Flickr
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