Cuando visitamos un nuevo lugar siempre tenemos esa necesidad de sacar muchas fotos, pero el estar expuestos al bombardeo constante de imágenes que llegan desde internet, televisión y el cine, puede provocar que caigamos en hacer fotos que todo el mundo ha visto, desde el mismo ángulo, los mismos fondos, vamos, la misma foto repetida en todo el mundo hasta el cansancio.
Por lo anterior, nos encanta encontrarnos con proyectos que buscan dar un giro a las clásicas fotos de turista, algo que se convierte en toda una experiencia ya que nos demuestra que la creatividad es capaz de mostrarnos cosas nuevas y atractivas, incluso de lugares que hemos visto en repetidas ocasiones. Hoy veremos como unos coches de juguete se vuelven protagonistas de las fotos de una joven exploradora, que nos muestra el mundo sin caer en clichés.
La diferencia entre ser explorador y turista
Kim Leuenberger es una joven suiza de 24 años que actualmente estudia fotografía en la Universidad de las Artes de Londres, pero que desde los 19 años decidió dejar su pequeño pueblo llamado Jura para empezar a explorar las maravillas de Europa y posteriormente de América.
Hace siete años sus padres le obsequiaron una réplica de la icónica minivan de Volkswagen, el regalo perfecto para una joven obsesionada con la cultura de la década de 1960, y desde entonces se dedicó a buscar más de estas réplicas para iniciar una colección. Pero estos pequeños coches no estaban destinados a estar guardados en una repisa, ya que un día Kim tuvo la idea de fotografiar uno de sus coches en el jardín de su casa, foto que posteriormente subiría a redes sociales donde recibiría muy buenos comentarios.
Gracias a esa respuesta es como finalmente decide que muchas de sus fotografías serían protagonizadas por estos coches de juguete, transformándolos en guías de turistas que nos muestran los lugares que Kim visita, sin duda una forma muy creativa de hacer fotografías.
Es así como desde hace cinco años los pequeños vehículos de juguete acompañan a Kim a todos lados, lo que la ha llevado a tener más de 118.000 seguidores en Instagram, algo que también ha servido para poner a prueba todo lo aprendido en la universidad.
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