El pasado domingo 1 de agosto, Christine Weston Chandler, personalidad de Internet, fue arrestada en el condado de Greene, Virginia, por un delito de incesto y otros “delitos sexuales contra un miembro de su familia”. El arresto llegó dos días después de que en uno de los foros más tóxicos del mundo, Kiwi Farms, se compartiera un audio y unas capturas de chat en las que supuestamente Chandler reconocía haber tenido relaciones con su madre de 79 años y con “problemas de memoria”.
En su última vista judicial, en la que la corte renunció a dirigirse a ella como mujer (cambió legalmente su nombre en 2016), se ordenó que permaneciera recluida y sin fianza hasta la siguiente audiencia, el 16 de septiembre. Chandler permanecerá recluida en el ala masculina de la Cárcel Regional de Virginia Center. Tucker Carlson, el presentador estrella republicano de Fox News, retransmitió fragmentos de la audiencia en la que Chandler pedía que se la tratase como mujer y que se la enviase al penitenciario femenino, e informó sobre el caso en su programa como ejemplo de los excesos de la agenda LGTBI.
Gracias a esta elección informativa de la cadena más vista de Estados Unidos, y por el descubrimiento que están haciendo las nuevas generaciones a través de TikTok estos días, Chris Chan ha ganado notoriedad nacional más allá de la que ya tenía en la subcultura digital, pero la historia que hay detrás es larga y oscura. De hecho, para muchos usuarios “hard” de internet, Chris Chan ha vuelto a la actualidad casi de improviso tras su pico de popularidad hace muchos años, el período 2008-2011, como una suerte de fantasma de las navidades pasadas sobre cómo ha cambiado (aunque hoy tampoco sea excelente) la forma en la que consumimos y criticamos a las personalidades frikis de la red.
Se ha definido a Chris Chan como la persona viva sobre la que más se ha documentado y se sigue documentando desde que hay registros. Son toneladas de información que van desde su arte hasta sus diarios íntimos e infinidad de vídeos subidos motu proprio o filtrados. Este minidocumental de 2016 del popular divulgador youtubero Fredrik Knudsen, del canal Down the Rabbit Hole, es un buen repaso (advertencia: el vídeo tiene documentos gráficos de Chandler previos a su transición).
Chris Chan, una historia de fascinación y abusos
Chandler saltó a la fama en 2007 cuando algunos foros encontraron su web serie cómic Sonichu, una mezcla de personaje entre Sonic y Pikachu, dibujos que parecía imposible que hubiera hecho nadie mayor de 12 años. Chandler tenía entonces 25 años, y entre otros trastornos se le diagnosticó autismo. Sus cómics no sólo eran una intantil fantasía de poder y autorrealización a través de la ficción, sino un submundo altamente biográfico y autoexpositivo. Como descubrieron los que bucearon lo más mínimo, detrás había alguien tan tenebroso como hechizante, un incel lleno de detalles vitales a cada cuál más increíble, desde el cuarto lleno de LEGOs en el que vivía como sus patéticos intentos por molar con los videojuegos.
Cuando llegó a las garras de 4chan, los trolls quedaron fascinados por el personaje, compendio de lo cringe o la vergüenza ajena. Fuente idónea además con la que compararse: por muy mal que lo lleves, esta persona parece llevarlo peor que tú. Se empezó a recopilar y documentar su vida de forma exhaustiva llegando incluso a estalkearla a ella y su familia, gente que a todas luces no estaba bien y que, por otra parte, tampoco estaban libres de pecado. Cuando Chandler se dio cuenta de lo que ocurría, interactuó con estas comunidades pidiendo que no fuesen tan duros con ella y no la retratasen de una forma tan negativa, intentando, por ejemplo, editar las turbias wikis que se elaboraban de su vida.
Eso, por supuesto, supuso un éxtasis para sus fanáticos. Fue el inicio de algunas dinámicas que se fueron repitiendo durante años y años: a grandes rasgos, cuanto más se enfadaba e intentaba enmendar su imagen pública, más daño le infringían los trolls y más se metían en su vida.
Chandler ha sido víctima de, posiblemente, todas las formas de violencia online y algunas presenciales como han sido postear todos los datos personales que llegaban a sus manos, extorsionarla, suplantar su identidad, manipularla para que hiciera actos degradantes y perseguirla y vigilarla en el mundo real. Hay varias mujeres (o gente haciéndose pasar por tal) que han fingido ser sus pretendientes para ganarse su confianza, que la creadora se prestase a sus engaños y después filtrar sus intimidades, consiguiendo de paso minarle aún más el autoestima y causarle más paranoia, pese a todo lo cual siempre ha parecido mantener un gusto hacia el exhibicionismo. Se ha considerado a Chandler una de las más sacrosantas “lolcows”, gente ridícula a la que puedes exprimir para obtener loles.
En una de las ocasiones unos trolls intentaron reclutar a un niño de 13 años para que se hiciera pasar por una mujer de 19, tener sexo telefónico con ella y después filtrar ese supuesto caso de abuso infantil. Si hablamos de humillaciones, el cielo es el límite, como si esa comunidad de agresores de diferentes tiempos y regiones hubiesen hecho de su bullying conjunto una obra de arte.
Entre 2011 y 2014, tras la muerte de su padre, Chris Chan y su madre mantuvieron un perfil algo más bajo. En 2014 se informó de que su casa se había incendiado, posiblemente por el trastorno de Diógenes que les había llevado a acumular basura inflamable. Entre 2014 y 2018 se informó de algunas sentencias criminales Chandler y su madre (intento de fraude y agresiones contra dependientes, es decir, que ambas cuentan con antecedentes), la creadora anunció que se identificaba como mujer trans e inició un canal de Youtube en el que, entre otras cosas, pedía dinero a sus seguidores. Como bien han documentado los “christianos”, Chandler había dado señales de interés por el tema incestuoso en distintos posts de su cuenta de Facebook.
Lo que la forma en la que se ha mirado a Chris Chan nos dice de la evolución de la red
A este respecto es interesante cómo ha evolucionado la forma en la que se compila y explica su vida. Hay una notable falta de información en los medios convencionales sobre los avatares de una persona sobre la que “hay más escrito que de George Washington, Robert Pattinson o Justin Bieber” y que ha sufrido uno de los casos de bullying más notorios de la historia. Es difícil encontrar posts al respecto hasta en sitios donde serían esperables, como Buzzfeed o Vice. De ahí que su historia siempre haya permanecido al margen del sistema, en manos de los internautas o creadores de nuevas plataformas.
Así, de las infames entradas del primer período en Enciclopedia Dramática y CWCki (una wiki que estaba dedicada enteramente a ella con más de 2.000 entradas) que pueden definirse como crueles e insensibles se pasó poco a poco a tonos menos agresivos cuando se empezó a reportar en grandes plataformas, como el mentado y popular minidocumental de YouTube de Fredrik Knudsen o el “fascinado” vídeo de PewDiePie.
Tiempo después toma el testigo en 2019 el canal de Youtube y podcast de 59 episodios de Geno Samuel, un intento de imparcialidad histórica. Parece significativo que este documentalista haya anunciado que, tras el reciente arresto de Chandler, ya no se siente cómodo continuando el proyecto por si deriva en algo demasiado truculento, y que se sintió preocupado por el aparente estado mental deteriorado de su objeto de estudio de los últimos dos años. La divulgadora Natalie Wynn, también conocida como Contrapoints, hizo el año pasado un vídeo sobre la vergüenza ajena como espectáculo en el que expuso su caso yendo más allá y postrando apoyo y compasión.
Si se ha registrado de forma enfermiza casa paso de Chan, también se ha hecho lo mismo de sus trolls, un terreno que lleva sin remedio a los rumores, los juicios precipitados y la desinformación, por lo que todo lo que viene a continuación debe leerse con toda suspicacia.
El audio en el que se oye a Chandler contando los presuntos casos de abuso sexual a su madre (Chris dice que fueron consensuados), el interlocutor es una mujer desconocida. Un grupo de christianos de Kiwi Farms, entre los cuales hay por igual gente maliciosa como protectores de la celebridad, dijeron entonces haber encontrado a los dos perpetradores de la trampa y la filtración.
Se ha hecho un doxxeo de la presunta mujer agresora, ésta ha respondido culpando a otra mujer de la corte de Chris e incluso se dice que esta segunda mujer, al quedar muy expuesta en internet, ha acabado hospitalizada por una crisis nerviosa. El tipo de literatura que lleva décadas nutriendo las wikis de este ente digital. El tipo de contenido que, por mucho tiempo que haya pasado, gente desde distintas posturas morales no ha parado de documentar y consumir.