Rusia está usando Ceuta para esquivar las sanciones: el problema para España es que es totalmente legal

La imposición de sanciones por parte de los países occidentales a Rusia y la consecuente caída del valor del petróleo ruso está haciendo que Putin tenga que buscar otras vías para revivir su economía. Hay que tener en cuenta que las importaciones rusas a la UE, Noruega y el Reino Unido han caído un 80% en comparación con años previos a la guerra. Eso quiere decir que Rusia necesita nuevos aliados comerciales como China o India y nuevas rutas por las que transportar sus mercancías.

Tal y como hemos contado anteriormente en Magnet, una de estas rutas está cerca de España, en las aguas a 20 kilómetros de Ceuta, una zona que para mal de los países implicados se ha convertido de la noche a la mañana en un pilar esencial de comercialización de petróleo ruso.

¿Qué está haciendo Rusia? Con tal de evitar las sanciones de la UE, Rusia está levantando una "flota fantasma" para poder transportar su petróleo de un lugar a otro. Estos barcos realizan sus trasvases en Ceuta y transportan entre 600.000 y un millón de barriles de crudo que luego transfieren en alta mar a buques-tanque que se dirigen a China. Antes, los barcos rusos hacían los intercambios en Dinamarca y Reino Unido, pero ambos países han puesto límites a Rusia.

El problema ahora recae en España, que ha intentado evitar que estas peligrosas operaciones se produzcan en sus aguas, con pocos resultados. Y es que el Mediterráneo al sur de España es un enlace perfecto logísticamente hablando para vender a China e India, que ya representan más del 88% de las ventas de crudo ruso.

¿Cómo lo hacen? Estas operaciones entre buques en alta mar se conoce como STS (ship to ship, en inglés) y es una práctica común en países sometidos a sanciones internacionales, como Rusia, Irán, y Venezuela. No está prohibida internacionalmente y, por lo tanto, puede llevarse a cabo en aguas internacionales. De hecho, hay países como EEUU que lo permiten. En nuestro caso, España no permite estos envíos en su mar territorial, pero la falta de jurisdicción en aguas internacionales permite a Putin continuar sus actividades sin darse de morros con las sanciones occidentales.

¿Es legal? Sí, ya que evitan la escala en los puertos y no violan la ley internacional o las sanciones impuestas por Bruselas. Eso sí, siempre que los barcos se encuentren en aguas internacionales. Y Moscú parece respetar, hasta el momento, esa ley: los petroleros suelen permanecen a 12 millas náuticas de la costa, al límite. Y, de acuerdo con el reglamento de sanciones a Rusia, el Ministerio de Transportes señala que no se puede afirmar que se esté produciendo una vulneración de la norma.

Los rusos también cumplen con las normas internacionales al mantener encendidas las balizas de los barcos. Según Bloomberg, salvo uno de los buques que es de bandera chipriota, el resto no tienen bandera rusa sino Panameña, principalmente. Es decir, al estar abanderados en terceros países no se les aplica el reglamento, además de que realizan el trasvase de crudo en aguas internacionales.

¿Qué puede hacer España? Nada, más allá de realizar un seguimiento de estos buques y de impedir la asistencia técnica a los mismos. Lo único que puede hacer es sancionar a las empresas que colaboren con la “flota fantasma”. La Capitanía Marítima de Ceuta ya ha advertido a al menos dos empresas locales dedicadas a la prestación de servicios a barcos en los alrededores de la ciudad que se exponen a sanciones si facilitan elementos imprescindibles para hacer estos trasvases rusos.

De hecho, atiende al Reglamento (UE) Nº 388/2014, en el que se prohíbe expresamente "prestar, directa o indirectamente, asistencia técnica, servicios de intermediación o financiación, o asistencia financiera en relación con el comercio, la intermediación o el transporte, incluso mediante transbordo entre buques, a terceros países de petróleo crudo o productos petrolíferos" originarios de Rusia.

Si cruzan la línea. España solo podría actuar si las operaciones se produjesen en aguas nacionales donde podría iniciar procedimientos para la inspección así como la retención del buque para iniciar un procedimiento sancionador. Si bien es cierto que tal y como indicaban algunos rumores locales, en realidad sí se producen "actividades básicas en el puerto de Gibraltar". Además, España y Marruecos nunca han delimitado las aguas territoriales, lo que deja agujeros en la legalidad de los que puede aprovecharse Rusia.

Una práctica muy peligrosa. La mayoría de los petroleros que recalan en Ceuta son viejos y su cobertura de seguro es opaca. Eso quiere decir que pueden producirse derrames de la carga en alta mar, dañando el ecosistema marino y produciendo desastres medioambientales. Esta es, de hecho, una de las razones por las cuales España no permite esta práctica en su mar territorial. Varios grupos ecologistas además señalan que hay riesgo de dañar varias especies endémicas del Mediterráneo.

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