Ya sabemos cuánto poder adquisitivo perderán los españoles este año por la inflación: 42.000 millones

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El futuro no pinta bien para los hogares. Tal y como hemos comentado a lo largo de varios artículos en Magnet, España ya es uno de los países en los que más grande es la caída de los salarios reales de los trabajadores. Esto, unido a la elevada inflación y el encarecimiento generalizado de los precios, tiene consecuencias graves para las familias, que no pueden hacer frente a la compra de productos básicos. El cuadro lo componen un IPC del 8,9%, una pérdida del poder adquisitivo del 4,4% a causa de la inflación y un incremento salarial estancado con poca negociación.

Ahora, ya tenemos algunas cifras de cuánto poder adquisitivo realmente perderán los españoles entre este año y 2023. Y es desolador.

Las cifras. El dato que estima Funcas en este artículo de EL MUNDO sobre las pérdidas de poder adquisitivo se cifra en 34.000 millones de euros, a los que se sumarán otros 8.100 millones adicionales en 2023. Esos 42.000 millones de euros es lo que se ha encarecido el coste de vida y le ha repercutido a los hogares. No sólo eso: los precios en España han subido en 2022 de media un 9% hasta ahora y se prevé que en 2023 suban de media otro 6% adicional, de acuerdo a las estimaciones recientes.

Un empobrecimiento de los salarios. El problema viene cuando los salarios no están siendo capaces de equilibrar la situación. Tal y como comentábamos en este otro artículo, la caída de los salarios reales ajustados por inflación en España es brutal. Según Oxford Economics, los incrementos pactados siguen estancado han subido solo un 2,61%. Una cifra que en comparación con la inflación del 9% sigue siendo motivo de tristeza y descontento. Pero, sobre todo, de pérdida de poder adquisitivo.

Sin cláusulas de revisión. Por otro lado, hay que mencionar también que sólo uno de cada cuatro trabajadores tiene algún tipo de cláusula de revisión salarial en caso de elevada inflación. Eso quiere decir que la negociación colectiva no da muchas señales de vida y muy pocos convenios se renuevan, haciendo que la cifra de trabajadores protegidos sea la más baja de los últimos años. Y los pocos que se firman lo hacen con incrementos que no equilibran ni de lejos las pérdidas mencionadas.

El precio de la cesta de la compra. Con todo esto, las familias tienen que hacer frente a un encarecimiento de la cesta de la compra: lo hacen repensando los productos básicos mientras las marcas blancas también duplican su precio. Los españoles aumentaron su gasto en consumo (alimentación, bebidas y productos de perfumería) un 11,8% con respecto a 2021. Y no porque compraron más. En el caso de los productos de alimentación, compramos un 0,1% menos, pero gastamos un 12,6% más.

No todos los hogares lo viven igual. El impacto en cada familia es diferente y no todas las clases sociales lo sufren por igual. Quienes más están siendo castigados son los hogares con bajos ingresos, que gastan una gran parte de sus bajos presupuestos en energía y alimentos. Recordemos que los hogares en el quintil inferior de ingresos gastan de media un 50% más de su presupuesto en alimentos y energía que aquellos en el quintil superior. Esas serán las grandes víctimas de esta crisis que se avecina.

En comparación con Europa. Además, España es el segundo país de la OCDE donde se está experimentando una mayor pérdida de poder adquisitivo (-4,4%). Es decir, donde los incrementos de sueldo compensan menos el rápido encarecimiento de los productos. Es la segunda mayor tasa de todos los estados analizados por la OCDE, solo superada por Grecia (-6,9%). A pesar de que todos los países están registrando retrocesos en este sentido, España casi duplica la media de la OCDE y se sitúa por encima de los casos de Italia (-3,1%) o Alemania (-2,6%).

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