La valentía no le sirvió de mucho, al menos no en su Iglesia. Fuera, la repercusión ha sido épica. Savannah, una niña de 12 años de Utah, Estados Unidos, decidió compartir con su comunidad mormona lo que pocos niños estarían dispuestos: declaró abiertamente su homosexualidad. "Dios me ama de esta forma, porque creo que ama a todas sus creaciones". En medio del discurso, alguien le dice: "¿Puedes sentarte por favor?".
Según la CNN, su madre dejó la iglesia hace un año y medio después de que la política oficial de la congregación se filtrara en internet: apostasía a las parejas del mismo sexo que hayan contraído matrimonio y prohibición de bautizo para sus hijos. Fueron sus familiares y amigos los que grabaron el momento de valentía.
Lesbiana y mormona, un tándem contradictorio de puertas para dentro
"Hola, mi nombre es Savannah y quiero compartir mi testimonio con vosotros". Lo que no sabía es que lo acabaría compartiendo con cientos de miles de personas que ya han visto el vídeo. "Creo que fui hecha de esta manera, cada parte de mí, por mis padres celestiales. Ellos no lo estropearon cuando me dieron cejas marrones o me hicieron crecer sin pelo. No lo estropearon cuando me dieron pecas o cuando me hicieron homosexual". Bang. Ahí iba el mensaje.
Su intento (puede que no en vano) de luchar por el respeto de los homosexuales en su iglesia ha dado la vuelta al mundo. Como si de una charla espiritual se tratara, los miembros hablan ante la congregación de sus sentimientos y creencias como costumbre. Con un límite.
"Dios me ama de esta forma porque creo que ama todas sus creaciones. Sé que no soy una horrible pecadora por ser quien soy, creo que Dios me lo diría si estuviera equivocada. [...] Espero encontrar una pareja y tener un gran trabajo. Espero casarme y tener una familia", alegaba Savannah.
"Sé que puedo conseguir todo esto como lesbiana y ser feliz", continuaba con contundencia. Antes de que pudiera terminar, Savannah se dio cuenta de que el micro había dejado de funcionar, y al darse la vuelta para preguntar qué ocurre, le dicen que se siente. No va a terminar su alegato, pero después, decide grabar su declaración de intenciones de forma íntegra.
Libre albedrío, pero hasta cierto punto
Como hemos dicho, la política de la congregación es estricta respecto a la homosexualidad; puede ser un colectivo bienvenido, pero no puede contraer matrimonio. Los mormones están dispuestos a 'ayudar' a las personas homosexuales.
Su discurso en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, fundada por Joseph Smith, es una tradición, según el obispo local, Judd Law. Este afirma que la grabación en vídeo no estaba autorizada y que está siendo utilizada para propósitos políticos.
De modo que las pretensiones de Savannah de enviar el mensaje de que siendo mormona y gay puede casarse y tener un buen trabajo y una familia han sido truncadas dentro de su comunidad. Lo mejor de todo es que existe un comunicado oficial bastante inclusivo de las autoridades eclesiásticas de esta congregación en el que se afirma que es posible ser mormón y gay.
"Si decides compartir tus experiencias sobre atracción hacia el mismo sexo o identificarte abiertamente como gay, debes ser apoyado y tratado con amabilidad y respeto, tanto en casa como en la iglesia", se describe en la página web. Pero del dicho al hecho...
No soy yo, eres tú
En una declaración por correo a la CNN, el obispo Local afirmó: "Como congregación, seguimos extendiendo la mano, y hacemos todo lo posible para asegurarnos de que ella sabe que la amamos a ella y a su familia”. Pero, contradictoriamente, el discurso de Savannah ha sido silenciado.
Sus amigos y sus padres, sobre todo su madre, que decidió abandonar la iglesia en 2015 junto a miles de personas tras hacerse públicas las estrictas normas respecto a la homosexualidad, la han apoyado desde el principio.
Esta Iglesia actualmente posee alrededor de 15 millones de miembros y 88 mil misioneros, distribuidos en 29 mil congregaciones ubicadas en alrededor de 133 países. El 46 % de los miembros reside en Estados Unidos, cuyo centro religioso y espiritual es precisamente Salt Lake City (Utah) y Canadá, y el 38 % en América Latina. En este estado los mormones conforman el 60 % de la población.
Savannah da una poderosa lección a los creyentes: el problema no está en las preferencias, si no en la forma en la que las religiones pueden influir en las decisiones que tomamos. Decisiones tan importantes como elegir si usar preservativo o no, tener o no un bebé, confesar tu inclinación sexual, pedir permiso para casarte, o para bautizar a un niño de acuerdo a una fe.