Es posible que en Occidente sepamos más de Japón que de ninguna otra nación en el planeta. Tiene sentido desde la fascinación que produce conocer una cultura tan desconocida y diferente en muchos aspectos. Sin embargo, y aunque podríamos enumerar un sinfín de elementos que hemos ido descifrando de su historia y cultura, faltaba, posiblemente, lo más determinante. El origen de su población moderna. Un estudio acaba de descifrarlo.
La noticia. Tras años de debates y estudios que venían a tirar por tierra otros, hace unos meses surgió un trabajo que parecía definitorio. Entonces se dijo que los genes de los japoneses modernos podían haber estado ocultando una línea de ancestros perdidos hace mucho tiempo, unos que una vez emigraron a la cima del archipiélago desde el noreste de Asia continental.
El nuevo trabajo recién publicado de la Universidad de Tokio ha revelado nuevas y significativas pruebas sobre los orígenes de la población. Además, desafía las teorías anteriores y aporta una comprensión más matizada del proceso de formación genética. La clave: un análisis de ADN antiguo que permitió refinar el modelo de ancestros de la población nipona.
Los modelos anteriores. Los primeros trabajos datan de la década de 1950, cuando los investigadores propusieron un modelo de doble ancestro para explicar los orígenes de la nación, sugiriendo entonces que la población estaba compuesta por dos grupos principales: los Jomon (cazadores-recolectores autóctonos) y los Yayoi (inmigrantes del continente asiático, principalmente de la península de Corea). Ocurre que un estudio de 2021 lo cambió todo: propuso una triple ancestría, añadiendo otro grupo desconocido proveniente del noreste de Asia.
Esta teoría fue respaldada por otro trabajo en 2024 que analizó el ADN de 3.200 personas japonesas en diferentes regiones del país, confirmando la mezcla entre los Jomon, los Yayoi y un grupo del noreste de Asia. Por supuesto, era una teoría que cojeaba de lo más importante: explicar cómo se produjo dicha mezcla o cómo influyó en las prácticas agrícolas y lingüísticas.
El nuevo estudio. El trabajo de la Universidad de Tokio ha aportado las pruebas más claras y precisas hasta la fecha mediante el análisis de ADN antiguo. Los investigadores secuenciaron el ADN de una mujer de la era Yayoi de 2.300 años de antigüedad cuyos restos fueron descubiertos en 1952 en las ruinas de Doigahama, en la prefectura de Yamaguchi.
Aparentemente, esta zona que contenía los restos de 300 personas del período Yayoi fue clave para el desarrollo inicial del modelo de doble ancestría debido a las diferencias observadas entre los restos Yayoi y los Jomon.
La genética del japonés. Sea como fuere, el análisis genético confirmó la presencia de tres grupos ancestrales en los japoneses modernos: Jomon, Yayoi y noreste asiático. Sin embargo, y muy importante, el estudio hizo un ajuste clave al modelo anterior, concluyendo que el grupo del noreste de Asia no llegó de manera independiente a Japón. Al contrario, ya se había mezclado con los Yayoi antes de migrar al archipiélago japonés. Dicho descubrimiento contradice parcialmente el modelo de 2021 que sugería que las tres poblaciones habían llegado por separado.
Modelo genético. Para llegar a esta conclusión utilizaron un modelo genético con el que analizar cómo se habrían mezclado los coreanos modernos, que poseen componentes genéticos del este de Asia y el noreste de Asia, con la población Jomon en Japón. Al aplicar dicho modelo, encontraron sorprendentes similitudes con el ADN de los japoneses modernos, lo que refuerza la hipótesis de que los Yayoi ya habían tenido contacto con el grupo noresteasiático antes de su llegada al país.
Sí, la "estirpe" coreana fueron los "vecinos" clave en lo que hoy es la sociedad japonesa.
Implicaciones. Este trabajo, además, representa un paso importante para entender cómo la población japonesa se formó a través de la mezcla de migraciones y pueblos autóctonos. Los investigadores concluyen que, aunque existe una triple ancestría en los japoneses modernos, estos grupos no migraron de manera independiente, sino que se habían mezclado previamente en el continente asiático.
De hecho, esta mezcla genética refleja un proceso mucho más complejo de lo que se pensaba anteriormente, motivo por el que planean estudiar más genomas de individuos de la era Yayoi para entender mejor cómo se dio esta combinación.
Por último, el hallazgo también refuerza la idea de que más del 80% de los componentes genéticos de la población japonesa moderna provienen, después de todo, de la inmigración, en lugar de únicamente de los Jomon autóctonos. Al arrojar luz sobre cómo las poblaciones de Asia continental y los Jomon interactuaron, el estudio marca un hito en la comprensión de la evolución genética de Japón.
Imagen | Dominio Público, Godfoon
En Xataka | Los "johatsu" japoneses, cuando la vida es tan insoportable que borras tu rastro de la Tierra
Ver 27 comentarios