¿El secreto para que la Lotería "siempre toque" en Doña Manolita? Vender más décimos que nadie, claro

Pasear por el centro de Madrid en los días previos al sorteo de la Lotería de Navidad equivale a toparse con amplias multitudes buscando regalos para la noche de Reyes... Y boletos de Lotería para el resto de una vida.

De todos los juegos de azar y sorteos que se hacen en España a lo largo de un año, ninguno arrastra a tantos participantes como el Sorteo Nacional de Lotería, celebrado ceremoniosamente el 22 de diciembre. La administración estatal vente décimos por un valor aproximado de €2.500 millones todos los años. Como hemos visto, hay mucho de evento social y participación en los ritos colectivos, pero también hay un poco de esperanza en el futuro. De ganar tanto dinero que nos permita llevar la clase de vida que siempre hemos soñado.

En este proceso un puñado de administraciones copan una parte muy significativa de lo facturado en cada campaña lotera. Es la falacia de la "mano caliente" del jugador de baloncesto: tendemos a pensar que aquello que ya ha sucedido una vez seguirá pasando en el futuro. O dicho de otro modo: si el Gordo cayó en esa administración tan famosa hace algunos años, ¿significa que en el futuro podría volver a caerle, no?

A estas alturas todos los lectores tendrán en la cabeza a Doña Manolita, el antiquísimo puesto lotero que año tras año rompe récord de ventas. Este año se han llegado a acumular colas de seis horas para obtener uno de sus boletos. Cuando los periodistas cuestionan a los risueños compradores, todos ellos recuerdan otras ocasiones en las que Doña Manolita entregó grandes premios. "Aquí toca". Una frase cierta pero que tiene una sencilla explicación estadística. Toca porque vende más.

Vayamos a los números.

Casi todos esos números vienen de cuatro administraciones. (GTRES)

En 2014, por ejemplo, se vendieron 123 millones de décimos para Navidad (cada uno cuesta 20€), y buena parte de ellos se repartieron entre cuatro administraciones de lotería: la Bruixa d'Or en Sort (Lleida), Doña Manolita en Madrid, Ormaechea en Bilbao y Valdés en Barcelona. La primera facturó 40 millones de euros sólo en ventas para el sorteo del 22 de diciembre, mientras la segunda, que no da cifras concretas, despacha más de 60 millones de décimos al año. Son volúmenes bastante alucinantes que explican las kilométricas colas de cada diciembre.

Aunque esas cuatro son las más populares, hay más administraciones a las que acuden los compradores más supersticiosos, como Sagasta en Sevilla, El Doblón de Oro y La Pajarita en Madrid, El Gato Negro en Barcelona o El Templo de la Suerte en Nava (Asturias). Todas ellas presumen de repartir premios de la Lotería de Navidad y, al hacerlo, atraen a todavía más compradores. Pero es que es bastante lógico que, si son las que más décimos venden, sean las agraciadas con más premios.

Vender mucho, ganar mucho

Vamos a comprobarlo con las cifras ofrecidas por la Bruixa d'Or, cuyo propietario ha diversificado el negocio con, por ejemplo, una cadena de restaurantes. Como decíamos, vendió dos millones de décimos de la Lotería de Navidad en 2014, lo que representaba el 18,6% (casi una quinta parte) de los números que entraban en el bombo. No repartió el Gordo, pero sí cayeron en Sort tres quintos premios y un cuarto.

La popularidad de esta administración se debe, también, a que fue la primera que posibilitó la compra de décimos a través de internet, algo que representa el 90% de sus ventas para la Lotería de Navidad. Su truco está en tener bastantes números diferentes para el sorteo, lo que incrementa las probabilidades de que alguno de ellos salga premiado. Si Apuestas del Estado Consigna unos €56 millones de boletos para la provincia de Lleida un año, alrededor de €40 millones corresponden a la Bruixa d'Or. Dicho de otro modo: si toca allí, lo más probable es que lo vendiera esa administración.

(GTRES)

¿Cuál es la manera más sencilla de ganar el primer premio en un sorteo? Llevando todos los números para ese sorteo. Esta lógica se aplica también a la Lotería de Navidad. Lo más probable es que el Gordo, o algún otro premio, toque en las ciudades que han comprado más décimos. Por ejemplo, en Madrid capital ha caído el Gordo en una decena de ocasiones desde el año 2000, lo que no es extraño si tenemos en cuenta que, en 2014, la provincia de Madrid fue la que más billetes compró para el 22 de diciembre, superando ampliamente los €435 millones.

Tampoco puede extrañar que Madrid, una de las comunidades más habitadas y la que más vende, haya "ganado" más veces que nunca el Gordo desde que comenzara el sorteo en el siglo XIX: 80 veces. Por poner otros ejemplos, la provincia de Alicante se gastó el año pasado más de €106,5 millones en la Lotería de Navidad, y entre 2006 y 2012, el primer premio recayó allí en cinco ocasiones. Si miramos el caso contrario, Badajoz gastó un poco más de €22 millones y, desde 2000, el Gordo sólo ha tocado allí una vez.

La administración o la ciudad donde comprar el décimo no es la única superstición en la que podemos caer buscando el número que tenga más "probabilidades" de ser agraciado con el Gordo. De los 100.000 números que se incluyen en el bombo, todos tienen un 14% de probabilidades de ser premiados. Aunque, históricamente, los números en el millar de 2.000 han obtenido doce veces el primer premio, eso no garantiza que el 2.865, por ejemplo, vaya a ser el Gordo del próximo día 22. De hecho, no todos los números han participado en todos los sorteos desde 1812, por lo que esas cuentas no son demasiado fiables.

Eso no evita que todos los años haya determinados números que concentran más interés. Las administraciones, desde luego, son siempre las mismas.

Imagen: César/Flickr

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