Entre la superpoblada Nueva York y la hiperconectada San Francisco hay 9,83 millones de kilómetros cuadrados de tierra que, cada día que pasa, está mejor valorada. No muchas personas han caído en la cuenta de que son un recurso finito. El propio refranero anglosajón hace referencia a ello: “Compren tierras; ya no las fabrican”
Hubo un tiempo en el que la frase “tengo tierras” era propio de gañanes afincado en una economía casi medieval. Sin embargo, desde hace solo unos años, el significado de esa frase se ha transformado completamente y las tierras cultivables se han convertido en una inversión mucho más rentable y segura que los bonos o las acciones.
Rentabilidad y estabilidad: la inversión que pone los pies en la tierra. Hace algunas semanas, la polémica creadora de contenidos Amouranth sorprendía a sus seguidores anunciando en X que se había comprado 896 hectáreas de tierra de cultivo en Florida y se iba a dedicar a cultivar naranjas. El anuncio puede parecer una broma, pero Amouranth no acostumbra a dormirse en los laureles cuando se trata de dinero.
La streamer afirmaba que las tierras de cultivo en Estados Unidos se habian revalorizado un 600% entre 1945 y 2015. De acuerdo con los datos oficiales del Departamento de agricultura de Estados Unidos, las tierras de cultivo en Estados Unidos se han revalorizado a un ritmo medio del 12,56% anual en los últimos años (salvo en 2022 que rebajó el ritmo al 7,4%), cuadruplicando su valor medio de la propiedad entre los años 2000 y 2023.
Además, las tierras de cultivo permiten acogerse a exenciones fiscales previstas en el Anexo F de la ley fiscal de Estados Unidos para agricultores, ganaderos y pescadores. Esto las hace todavía más interesantes para invertir frente a otras opciones más volátiles.
Coto a las inversiones extranjeras. Esta rentabilidad ha hecho que muchas empresas y fondos de inversión hayan incrementado sus operaciones de compra de terrenos rústicos cultivables. El problema es que muchos de esos fondos que estaban comprando tierras en EE.UU eran extranjeros, tomando el carácter de operación estratégica para la administración del presidente Biden.
La respuesta de las autoridades no se hizo esperar. El Senado de los Estados Unidos aprobó en julio una medida que obliga a los inversores extranjeros a notificar las inversiones inmobiliarias en EE.UU y les deja potestad para prohibirlas. Estados como Florida se adelantaron a la medida y prohibieron la compra de tierras agrícolas o bienes inmuebles a cualquier empresa o ciudadano de China, Rusia. Irán, Corea del Norte, Cuba, Venezuela y Siria.
No obstante, puede que la medida llegara un poco tarde. Según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, alrededor de 16,18 millones de hectáreas de tierras en EE.UU ya estaba en manos de inversores extranjeros. De ellas, el 0,03% de todas las tierras agrícolas de EE.UU estaban en manos de fondos chinos.
Un millonario chino es el segundo mayor terrateniente extranjero de EE.UU. El ultimo informe de LandReport que lista los 100 mayores terratenientes de Estados Unidos, destaca en el puesto 82 el millonario chino Chen Tianqiao, con 80.127 hectáreas de terreno cultivable en el estado de Oregón.
El puesto 82 puede parecer alejado de las posiciones de los grandes terratenientes estadounidenses, pero si hacemos un cribado por nacionalidad, Tianqiao pasa a ser el segundo mayor terrateniente no estadounidense de la lista, duplicando la extensión de tierras que atesora Bill Gates.
El magnate del juego que no arriesga con sus inversiones. Originario de Zhejiang, Chen hizo amasó una fortuna estimada en 1.000 millones de dólares fundando la empresa de juegos online Shanda Interactive en 1999. Para 2004 la empresa ya se había convertido en una de las empresas de Internet más grandes de China y cotizaba en el Nasdaq. Chen privatizó la empresa en 2012 y trasladó la sede de China a Singapur.
Chen Tianqiao pagó 82 millones de dólares en 2015 por las 80.000 hectáreas. Hace algunas semanas, un portal de compraventa de terrenos agrícolas y forestales puso a la venta una propiedad de 13.352 hectáreas registradas a nombre de Shanda Asset Management, el fondo de inversión de Tianqiao, por un precio de 95 millones de dólares. De venderlo, recuperaría su inversión con beneficios y mantendría 66.775 hectáreas de terreno.
Además de sus propiedades en Oregón, Chen posee 202.342 hectáreas de tierras forestales en Ontario (Canadá), una mansión en Manhattan por la que pagó 39 millones de dólares y otra en Los Ángeles valorada en 25 millones de dólares.
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Imagen | Pexels (Deneen LT), Wikimedia Commons (Comunicaciones88)
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