Lo normal hasta hace muy poco cuando hablamos de las diferentes modalidades de skate es que nuestra mente se fuera a Estados Unidos. Al final cabo, ha sido la cuna del “patín” desde que Stacy Peralta convirtió un deporte minoritario en mercado y objeto de culto. Sin embargo, un país que normalmente desaprueba las demostraciones públicas de este deporte y que incluso lo tiene prohibido por ley en muchas zonas, está arrasando en las olimpiadas de París. Tiene su explicación.
El skate habla japonés. Ya no es la novedad. En París se confirma el “sorpasso” japonés a los estadounidenses como abanderados del mejor skate. ¿La razón? Por segunda Olimpiada consecutiva, el equipo japonés dominó la prueba de calle, y podría hacer perfectamente lo mismo en la categoría de parque a partir del 6 de agosto.
El pasado domingo el mundo conoció a Coco Yoshizawa, de 14 años, cuando remontó y venció a su compatriota Liz Akama, de 15 años, obteniendo las medallas de oro y plata en el Parque Urbano La Concorde, en París. Las puntuaciones de la pareja estuvieron muy por encima del resto.
El día después, la sensación en la modalidad masculina fue para Yuto Horigame, de 25 años. El chico defendió su corona olímpica con una puntuación casi perfecta, superando por poco a los estadounidenses Jagger Eaton y Nyjah Huston. Como sus compañeras, Horigame y su equipo llegaron a París con la vitola de favoritos tras el alucinante debut que tuvieron en los Juegos de Tokio.
Dos años, dos triunfos. Lo curioso de todo esto es que el skate lleva siendo “olímpico” únicamente dos ediciones. Las medallas de oro en las pruebas masculinas y femeninas fueron para los patinadores japoneses en los Juegos Olímpicos de Tokio hace tres años, y está sucediendo exactamente lo mismo en París.
En realidad, los torneos previos ya fueron un claro indicativo. Aori Nishimura ganó el campeonato mundial en 2021 y Momiji Nishiya, medallista de oro en Tokio, ganó la plata. Nishiya ganó bronce durante los dos años siguientes, mientras que Yumeka Oda se llevó el oro en 2023. En la categoría masculina, Horigome y Shirai terminaron primero y tercero en 2021, y Ginwoo Onodera se llevó el bronce en 2022. Japón arrasó en el podio en 2023 detrás de Shirai, Kairi Netsuke y Horigome.
El truco japonés. Llegados a este punto, tiene que existir algún dato que se le escapa al resto de los mortales. El auge de los patinadores japoneses es sorprendente en un país que, como decíamos, normalmente desaprueba las demostraciones públicas de este deporte y que incluso lo tiene prohibido por ley en zonas concurridas y se limita principalmente a los parques de patinaje. Es más, por añadirle dificultad, diríamos que el problema del envejecimiento de la población debería ser un factor a tener en cuenta como atenuante en los deportes.
¿Entonces? La propia cultura nipona parece una buena pista. "Creo que somos fuertes debido al entorno para el patinaje en Japón", cuenta Yoshizawa. “También porque nos queremos y enseñamos a gente que está a un nivel inferior al nuestro”. Mientras, su compatriota y medalla de plata, Akama, añade que “es la forma en que los japoneses abordan el deporte. Creo que la razón por la que Japón es tan fuerte es porque todos somos muy serios y muy trabajadores y todos parecen estar haciendo lo mejor que pueden para alcanzar sus sueños”.
La posición. Contaban hace unos días en un artículo del The New York Times que otra de las posibles razones era la inclinación de los patinadores japoneses por intentar trucos difíciles y complejos que obtienen grandes puntajes de los jueces. De hecho, Horigome y Yoshizawa lograron el truco con mayor puntaje de la ronda final en sus victorias.
A este respecto, el artículo abordaba una curiosa reflexión. Es posible que la aversión general de la sociedad japonesa a la cultura del skate pueda haber ayudado indirectamente a crear una legión de patinadores listos para la competencia.
Aprender desde la base. Para Niall Neeson, de World Skate, el organismo rector del deporte, sin la cultura callejera profunda, muchos patinadores japoneses comienzan en los parques de patinaje, donde aprenden los conceptos básicos desde temprano. Neeson señala que a los japoneses simplemente les gusta el deporte y disfrutar patinando juntos, lo que lo convierte en una "actividad saludable".
Parques y más parques. Los llamados skateparks también explican este despegue del patinador nipón. Según la Asociación Japonesa de Skateparks, desde 2021 el número de parques dedicados en el país casi se ha duplicado hasta alcanzar los 475. Con los resultados de París, es de esperar que el crecimiento sea aún mayor.
“En el pasado, Japón estaba entre 10 y 15 años por detrás de Estados Unidos en términos de habilidad (en el skate)”, le contaba la semana pasada a la CNN el pionero skater japonés, Junnosuke Yonesaka. “Pero el número de skateparks ha aumentado rápidamente desde los años 2000. Creo que esto ha llevado a que (el equipo de Japón) adquiera habilidades difíciles que conducen a puntuaciones más altas”, zanjó el patinador.
Es muy posible que los niños en Japón ya no se fijen en Tony Hawk o Steve Caballero. De hecho y viendo las edades de estos deportistas del patín, posiblemente ni siquiera sepan quienes fueron esas leyendas del skate. Sus ídolos ahora tienen casi la misma edad en la que uno empieza a aprender, adolescentes que ya cuentan con medallas de oro.
Imagen | GetArchive, U.S. Army Garrison Japan
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