Callum Donovan-Grujicich es un niño de 12 años de Whitby, Ontario. Vamos, por fuera parece un niño normal, pero en su cabeza se desenvuelven extravagantes ideas que ha logrado plasmar en impresionantes esculturas llenas de imaginación que están fascinando al mundo.
Según explica Callum, desde que tenía dos años sintió una extraña atención hacia la creación de muñecos y esculturas, una de expresión artística que se fue desarrollando con el tiempo y que a día de hoy lo han hecho acreedor a varios reconocimientos. Lo interesante de todo esto es que sus esculturas son algo fuera de lo común, con significados el mismo Callum decide no explicar.
De la melancolía al horror
Un punto importante del trabajo de Callum es que todas sus esculturas son creadas a partir de objetos reciclados, materiales como el alambre, arcilla de papel, pintura de acrílico, tela y varios tipos de relleno. La idea es encontrar objetos en la calle para que más tarde se conviertan en un extraño personaje.
Debido a sus muñecos tiene ese aire extravagante y sombrío, muchas personas suelen preguntarle a Callum el significado de cada escultura, pero él ha explicado que no le gusta hablar de ello. Por ello prefiere que cada personas encuentre su propio significado, lo que al final le sirve para saber qué es lo que piensa la gente de su trabajo y como se relaciona con sus vidas y experiencias.
Callum menciona que sus esculturas surgen de lo que le viene a la cabeza en ese momento, no existe un proceso definido, simplemente la imagen está ahí. Es adicto a la literatura fantástica y entre los temas que maneja en sus muñecos se destacan el manejo de la identidad y la dualidad.
Callum ha ganado varios premios en su natal Canadá y este 2017 formará parte de la colección de invierno de 'Art Doll Quarterly', donde participará con tres muñecos y un artículo dedicado a su maravilloso trabajo.
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